Traducteurs

Olavide Carrera, Raimundo

Escritor alavés. Nació en Vitoria, en la Plaza de la Virgen Blanca, el día 15 de marzo de 1869. Fallece en Toulouse el día 9 de septiembre de 1942 a los 73 años de edad.

Inicia sus estudios de Bachillerato en el colegio de los Jesuitas de Orduña (Bizkaia) en 1880 e ingresa en el Noviciado de Loyola cuatro años después. Entre 1894-1899 ejerce el Magisterio en los colegios de la Orden de Valladolid, Salamanca, Oña y Gijón. En 1896, con 27 años, emprende el estudio del euskara que desconocía. Prosigue sus estudios teológicos y se ordena sacerdote en Oña (1904). En 1906 se licencia en Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca y luego reanuda su labor de profesorado y los estudios del euskara.

Siete años después, en 1914, aparece su primer trabajo euskérico. Loyola"tar Eneko Deunaren Gogo Iñarkunak, traducción de los "Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola". Es profesor en el colegio de La Guardia, Camposancos (Pontevedra). En 1917 se edita en Tolosa su obra Giza-Soña "El cuerpo humano", dedicado al estudio del léxico anatómico y fisiológico del ser humano.

Participa en el I Congreso de Estudios Vascos de Oñate (1918). El año siguiente es nombrado académico de Euskaltzaindia o Academia de la Lengua Vasca. En 1920 aparece en San Sebastián su traducción Kristo"ren Antzbidea "La Imitación de Cristo", novena traducción del Kempis. En 1921 inicia dos trabajos importantes: Giza-gogoa "El alma humana" y la traducción de la Biblia. En 1931 publica en Bilbao Itun-Berria "El Nuevo Testamento". Un año más tarde recibe hospitalidad en el Convento de los Franciscanos de Aránzazu al disolverse gubernativamente la Compañía de Jesús. En 1937 se halla en Gernika durante el bombardeo. Entre 1937-1942 termina su traducción directa de la Biblia residiendo exiliado en el Colegio de la Inmaculada de Toulouse.

En 1958, se publica en Bilbao su obra cumbre Itun Zar eta Berria "Antiguo y Nuevo Testamento". El 15 de marzo de 1959 se celebró el primer homenaje a su memoria en la ciudad de Vitoria.

Como se habrá observado la obra cumbre del P. Olavide es su traducción purista de la Biblia, primera traducción completa publicada en Hegoalde. Su concepto de lengua futura descansa sobre la experimentación, sobre la elaboración de un idioma literario impecable, nuevo, mediante la utilización de elementos extraídos de todos los dialectos, tengan o no éstos tradición literaria escrita. Para ello analizó e instrumentalizó el riquísimo Diccionario de Azkue que le sirvió de cantera para una labor polémica pero irreemplazable. El juicio de Mitxelena (1959) sobre esta traducción es el siguiente:

"Es una de las más ingentes tareas que un vasco haya realizado jamás en el terreno de las letras, y tanto más ingente nos parece al pensar que la hizo un vasco parlante nuevo. Y no la tradujo como quiera, sino con todo entusiasmo, atención y rico saber. En adelante, deberemos tener con frecuencia en la mente y entre las manos este libro. No es la primera vez que aparece ahora la Biblia entera en euskera. Precisamente, hace cien años este año, publicó Bonaparte la hermosa traducción de Duvoisín. Asimismo el Padre Uriarte la tradujo íntegramente, aunque no se haya publicado entera (...) El viejo y nuevo Testamento del P. Olabide no nos debe hacer olvidar los viejos y nuevos Testamentos anteriores y no basta tampoco el saber que antes estaban traducidos para desestimar ésta. Además no podemos equipararlas entre sí, al menos totalmente. La de Olabide está tomada de las lenguas originales, y no del latín (...) Me atendré al lenguaje de Olabide, porque Olabide puede aparecer también como modelo y guía de asuntos de lengua. Es decir, como modelo de una tendencia, porque nadie ha ido tan lejos por ese camino y, sobre todo, porque nadie ha discurrido por ese camino tan enteramente y tan a sabiendas. (...) El lenguaje de Olabide le parecerá extraño a alguno, como extraño le parecerá a otro el de Urte, Duvoisin, Uriarte, Larregui y Lardizabal: como quiera que sea, y aparte las grandes diferencias existentes entre ellos, todos estos últimos parecen gemelos al lado de Olabide. (...) El lenguaje de Olabide me parece un euskera experimental y como creado para conocer hasta dónde se puede llegar partiendo por un camino nuevo. Para ello, mirando a los vascos de mañana o pasado mañana, se hace preciso olvidar inevitablemente, en mayor o menor grada, a los vascos de hoy, además de los de ayer. (...) Esta versión adolece de dos defectos graves. Primero !a falta de naturalidad, como he dicho, y es pecado grave. Lo que ha nacido entre los frascos de laboratorio, como aquel Homunculus del Fausto, difícilmente llegará a la humanidad completa. El otro defecto atañe a la teoría, y en los experimentos debe ser guía la teoría, y una teoría recta, si no hemos de perdernos entre las matas. Olabide deseaba de todo corazón la unificación de los dialectos, pero no la buscó donde debía. El miraba adelante, al futuro, y la unificación de los dialectos se halla atrás, la tenemos en el pasado y la hubo alguna vez, y está cada vez más lejana. (...) En una palabra, Olabide es digno de ser tomado como modelo. Es un auténtico ejemplar humano, como pocos, porque además de aprender tan bien el euskera, realizó tan ingente labor. Y teniendo mayor obstáculo siendo "vasco parlante nuevo", le corresponde también en mayor grado el honor. Pero de ningún modo como modelo de lengua, como guía seguro. No era de suyo de los hablistas diestros -eso suele ser un don de Dios-, de ser algo era por naturaleza de hombre de ciencia. Expresaría con exactitud lo que quería, aunque pesada y dificultosamente las más de las veces: no era hombre para jugar con agilidad con las palabras como en otro terreno... Está hecho el experimento. No es posible llegar más alto que Olabide por ese camino. En nada es más provechoso este libro que por el lado en que deja al descubierto los precipicios de ese camino".

La Diputación Foral de Álava acordó el 20 de febrero de 1968 crear el Grupo "Olabide", de cultura vasca y el ayuntamiento de Vitoria dar su nombre a una calle de la ciudad. Lleva también su nombre la ikastola que, iniciada en locales provisionales de la avenida de Nuestra Señora de Estíbaliz, construyó un edificio en el camino de Lasarte, inaugurado el año 1975.