Architectes

Araluce, Antonio

Arquitecto vizcaíno nacido el 6 de octubre de 1886 en una villa sobre la playa de Ereaga (Getxo). Estudió Arquitectura en la escuela de Madrid, donde obtuvo el título en 1912, junto con otros cinco compañeros de profesión. Tras obtener el título se dio de alta en el colegio Vasco-Navarro con el número 21; y ese mismo año obtuvo su primer encargo, la obra que le marcó toda su vida: el proyecto del nuevo Igeretxe, a la vez casino y casa de baños, que sustituiría al antiguo de madera.

El alcalde, Tomás Urquijo, deseaba que el proyecto lo hiciera un arquitecto de Getxo y Araluce era el único en aquel momento. Igeretxe fue el primer edificio de Bizkaia construido con hormigón armado. Los trabajadores aprovecharon la bajamar para excavar en la arena hasta llegar a la roca y así poder anclar los pilotes que soportarían el edificio. Una especie de carrera contra el mar que, horas más tarde, rellenaba parcialmente de arena el agujero excavado. Antonio Araluce confesó haber pasado miedo durante la construcción del balneario...

Tras la construcción, instaló su estudio de arquitecto en Bilbao. Más tarde, en 1919 fue elegido diputado provincial por la minoría nacionalista, siendo presidente Ramon de la Sota. En cumplimiento de una promesa electoral construyó la carretera a Plentzia por Barrika e hizo la traída de aguas a aquella localidad. En aquellos años, como arquitecto, efectuó diversos proyectos por pueblos de Bizkaia, entre ellos el ayuntamiento de Plentzia , el conjunto formado por el ayuntamiento, mercado y frontón en Mungia. La obra arquitectónica de Antonio Araluce no cuenta con grandes edificios. Sus proyectos fueron la mayoría de las veces viviendas, sedes de ayuntamientos etc. por todos los pueblos de Bizkaia. Antes de la guerra civil de 1936-1939 construyó el batzoki de bastantes de ellos, y siempre con un estilo propio, sin preocuparse de corrientes internacionalistas ni estilos nuevos que pudieran extenderse por Europa.

Al declararse la guerra fue encargado, junto con otros dos arquitectos, de la construcción de parte del Cinturón de Hierro de Bilbao. Por ello tuvo que exilarse junto con su familia, no pudiendo volver hasta 1942. Al llegar se encontró con todos sus bienes incautados y expulsado del Colegio de Arquitectos y de su plaza de arquitecto municipal de Getxo, cargo que no se le reconoció hasta tras su jubilación. Gracias al favor de algunos compañeros como Basterra, Fontán y Aguiriano pudo seguir trabajando aunque sin firmar sus proyectos. No fue rehabilitado como arquitecto hasta 1945.

Trabajó hasta los 85 años, hasta que un accidente en una obra le produjo una hemiplejia que le obligó a jubilarse. Su último proyecto fue el edificio de viviendas en el que vivió su familia, construido sobre el solar de la villa de Getxo en la cual nació.

El día 1 de octubre de 1986, el Colegio de Arquitectos de Bizkaia rindió un homenaje a su miembro más antiguo, Antonio Araluce, que cumplía cien años ese mismo mes. El arquitecto Pedro Basáñez preparó por encargo del Colegio una exposición retrospectiva sobre su obra.