Peintres

Álvarez Plágaro, Moisés

Pintor contemporáneo. Nace en Vitoria en 1946, fallece en 2011.

Se dio a conocer muy temprano en el panorama local, a la edad de diecinueve años. Celebró su primera muestra individual en marzo de 1965, en los Salones de Cultura de la calle Olaguíbel. Presentó veintiséis óleos, la mayoría de ellos recogían escenarios de la Llanada alavesa. En las dos siguientes exposiciones individuales, en septiembre de 1967 y 1968, el paisaje seguía ocupando sus preferencias, incorporándose temas de las vecinas provincias de Logroño y Burgos, así como de otros enclaves geográficos más alejados: las tierras de Cuenca y Valencia.

Paralelamente a esta línea figurativa, anclada en raíces impresionistas, o bien expresionistas, Álvarez Plágaro muestra también su apego a un tipo de arte no figurativo, alternando al principio de su trayectoria el respeto a la tradición pictórica con algunos de los postulados plásticos asumidos ya por la vanguardia contemporánea. Esta dualidad queda registrada en el XXIII Certamen de Arte Alavés, de 1966: remite dos paisajes bastante tradicionales, de concepción impresionista, y una tercera composición ésta ya de naturaleza abstracta.

Sus participaciones en los Certámenes de Arte Alavés acostumbraban a saldarse casi siempre con rotundos éxitos. Obtuvo los máximos galardones en las convocatorias de 1966, 1970 ("ex aequo" con Suárez Alba), 1971, 1972 ("ex aequo" con Suárez Alba y Fiestras), 1973 (compartiendo el primer premio con José Luis Álvarez Vélez y Javier Garayzábal) y 1974. A partir de esta fecha deja de concurrir a los mismos. Es el pintor alavés que más primeros premios ha recibido en estas muestras con el desaparecido Enrique Suárez Alba.

Comparece igualmente en otros certámenes alaveses: en la Anual Plástica del Ayuntamiento de Vitoria, que gana en 1970, y en los Salones Navideños de la Caja Provincial, obteniendo los principales reconocimientos en 1971 y 1973. También es asiduo al Gran Premio de Pintura Vasca de San Sebastián, ganando la edición de 1974.

Ya han quedado atrás sus años de aprendizaje en la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, donde se matricula nada más terminar sus estudios de magisterio. En 1972 consigue una beca de la prestigiosa Fundación Juan March. Durante este período comienza a cultivar un tipo de abstracción lírica con implicaciones espacialistas. Encuentra en la abstracción el camino idóneo para expresarse y comunicarse.

En la década de los setenta realiza su tarea pictórica más personal y sentida, sobre todo en la primera mitad, descendiendo posteriormente el volumen de su producción hasta cotas casi testimoniales. En los años ochenta, sus apariciones públicas son escasas. Por lo general se reducen a exposiciones colectivas de carácter retrospectivo.

En su etapa de máximo apogeo, que podemos abarcar entre los años 1974 y 1976, consignamos tres exposiciones individuales; dos en Vitoria, en la sala Luis de Ajuria y en la galería Eder Arte, y otra en la galería donostiarra El Pez, aprovechando su éxito en el Gran Premio de Pintura Vasca. Fue uno de los pintores vitorianos más carismáticos de su generación hasta el punto de ejercer una acusada influencia en las fases formativas de varios compañeros.