Konposatzaileak

Zubeldia Inda, Emiliana (2005ko bertsioa)

En los Estados Unidos.

En 1930 llega a Nueva York, el gran polo musical junto con París. Trabaja en una emisora de la ciudad responsabilizándose de un programa semanal de música y cultura vasca al que incorpora a Nicanor Zabaleta. En la Universidad de Columbia conoce al músico mejicano Augusto Novaro, cuyas investigaciones con los nuevos métodos electroacústicos le fascinan ("el mundo de la musica va a experimentar una revolución absoluta"). En la boyante Cuba de los años 30, en la que hace una gira mientras desaparece su nombre de recopilaciones y repertorios españoles, dirige la Orquesta Sinfónica de La Habana, en combinación con el Orfeón del Centro Vasco, en la interpretación de sus Poemas Musicales. La música afro-cubana le interesa sobremanera. Sobre su estilo de dirección la crítica habanera escribe que "comunica a la masa sus bríos juveniles, sin recurrir a violentas contorsiones del cuerpo. Ella sabe lo que hace. Se apodera de sus subordinados, como se apodera de las melodías que compone. Une y empasta al coro; transmite calor y brío en los momentos cumbres; cierra sobriamente. Posee las dos cualidades, muy necesarias al director: corazón de artista y poder sicológico". De vuelta a Nueva York conoce a la pianista Miirrha Alhambra junto con la cual actúa sucesivamente interpretando sus propias composiciones, con letras de poetas americanos (Mistral, Ibárburu, Mac Grath, Martí, etc.) y transcripciones para dos pianos de obras clásicas. Al conocer a la pianista mexicana Esperanza Pulido, ésta, Novaro y Zubeldia serán inseparables. Con el Centro Vasco de Nueva York monta en el Auditorium de la American Women Association un gran Festival folklórico; reside, como socia, en el Club House de esta poderosa asociación que reunía a 10.000 mujeres. Desarrolla una actividad incansable, entre las cuales transmisiones desde el MGM Radio City Music Hall que escuchan sus hermanos, con los que mantiene correspondencia secreta, en Pamplona.