Kontzeptua

Zamakolada (2003ko bertsioa)

Antecedentes. La Guerra de la Convención (1793-1795) supuso la ocupación de Gipuzkoa, Bizkaia y Alava por el ejército francés. Ver REVOLUCION FRANCESA. A ello no debió ser ajena la desmotivación de los habitantes de estos territorios, sobre todo de los gipuzkoanos, para la defensa de los intereses de la corona española. Pero se evidenció que el sistema militar foral tradicional, basado en la organización en milicias populares (v. MILICIA) de los hombres en edad de combatir de cada localidad, enfrentado al moderno ejército francés que acabaría conquistando Europa, había perdido la efectividad que había mantenido durante los anteriores siglos. Por ello, al negociar la paz en Basilea, la monarquía española tendría que ceder su administración sobre una parte de la isla de Santo Domingo a los franceses, a cambio de que sus tropas retornasen al otro lado de los Pirineos. En Bizkaia, la consecuencia de la guerra que más se dejó sentir fue el gran endeudamiento que había quedado tras hacer frente a sus gastos las instituciones bizkainas. En la discusión sobre el reparto del pago de la fuerte deuda se puso en evidencia una profunda división entre los bilbainos y el resto de los bizkainos. Que se vio agravada por dos motivos principales: uno era el tener ambas facciones bases económicas muy diferentes, destacando el más notable peso del comercio en la villa, y el otro era la distinta base legal de Bilbao, su fuero fundacional, concesión del rey, a diferencia del ordenamiento foral general en el Señorío, de origen consuetudinario. En las Juntas Generales, en las que se debía decidir el reparto de la deuda, los habitantes de Bilbao, que suponían ya más de la décima parte de la población bizkaina, no contaban siquiera con un uno por ciento de los votos, lo que fue aprovechado por sus enemigos para imponer sus criterios sobre la cuestión sin buscar un acuerdo con los bilbainos. Esta élite dominante en el Señorío, cuyo más destacado líder acabó siendo el dimostarra Simón Bernardo de Zamácola (v.), en el enconamiento de su pugna con Bilbao propuso y logró que se aceptara en las Juntas Generales de 1801 un plan para habilitar frente a esta villa, al otro lado de la ría, en terrenos que entonces pertenecían a la anteiglesia de Abando, un nuevo puerto por el que encauzar el comercio marítimo de Bizkaia, cuya gestión quedaría en manos de las instituciones forales del Señorío. A este proyecto, que hubiera posiblemente arruinado el desarrollo futuro de Bilbao se opusieron su Ayuntamiento, su Cabildo eclesiástico y su Consulado apelando a la autoridad de la Corona. En el pleito que ante esta instancia se desarrolló, la Monarquía, que sufría una profunda crisis, vio la oportunidad de favorecer sus intereses aprovechando la división interna de los bizkainos, dado que éstos ahora sólo pensaban en cómo agradar al rey y a su valido Manuel Godoy para que aceptaran sus enfrentados argumentos. Ver GODOY, Manuel. La corona acabó decantándose en favor del bando liderado por Zamácola, del que era también una de sus principales figuras el corregidor del Señorío Luis Marcelino Pereira, y el treinta y uno de diciembre de 1801 se aprobó la habilitación de Abando, que se confirmó, ante los recursos presentados por los bilbainos, el diecisiete de noviembre de 1803. Además, el uno de julio de 1804, se determinó que el nuevo puerto, en contra de lo que había pretendido el Consulado de Bilbao, estaría fuera de la jurisdicción de esta institución. En las Juntas Generales que se reunieron en julio de 1804 se celebró la victoria de la facción de Zamácola sobre los bilbainos y éste llegó al cénit de su popularidad. Leyó un discurso, en euskera y castellano, en el que glosó sus gestiones ante la Corona y en el que anunció la modificación del tradicional sistema militar bizkaino, y fue elogiado por su trabajo en defensa de los intereses generales de Bizkaia y elegido regidor del Señorío.