Lexikoa

VISIGODOS

Reciben este nombre (godos sabios) los miembros de una de las dos ramas del pueblo godo, población germana procedente de Escandinavia que en el año 418 pactó un "foedus" con el Emperador Honorio merced al cual guerreaban a cambio de la cesión de territorios en algunas provincias de las Galias (Aquitania secunda y parte de la Narbonense). A finales de este siglo los visigodos comenzaron a establecerse en Hispania. En el 476 el conde Gauterit penetra por Pamplona y Zaragoza. Su gran inmigración, por Roncesvalles desde Toulouse, fue en el reinado de Alarico II (484-507) estableciéndose al N. y S. del Duero, desde la Carpetania hasta Cantabria y desde Tierra de Campos hasta Soria, es decir, toda Hispania salvo el territorio cantábrico y vascón. Durante gran parte de la primera mitad del s.V otros pueblos bárbaros van penetrando en Hispania y luchan entre sí. El total de visigodos inmigrados se calcula entre 80 a 100.000.
Los visigodos en Vasconia. En su afán por asegurar desde Toledo el dominio de Hispania, los visigodos establecieron guarniciones, una de ellas temporal en Pamplona, enfrentándose a la decidida voluntad de los vascones a no verse sometidos ni a ellos ni a los francos del Norte. Desde estos años hasta la invasión musulmana de la península (711) la lucha de los vascones contra francos y visigodos fue incesante y se halla relatada en las voces DUCADO (Ducado de Vasconia), NAVARRA, PAMPLONA y TOLEDO a las que remitimos a los lectores. Baste recordar que al acaecer la invasión musulmana, D. Rodrigo, rey de los visigodos, se hallaba "combatiendo en tierras pamplonesas contra los vascones" (Al-Makkari). La presencia militar visigoda en Alava y Navarra fue esporádica, poco documentada aunque mayor en Pamplona y la Ribera. Hay quien la atestigua por el cementerio "visigodo" descubierto en Pamplona (Argarai), junto a uno más antiguo tardo-romano, aunque su máxima estudiosa, M. A. Mezquíriz, matiza el carácter étnico de esta necrópolis "que llamaremos visigoda por la datación de los hallazgos más que por el carácter étnico de la población inhumada" v. PAMPLONA. Lo mismo ocurre con el resto de los escasos testimonios altomedievales (monedas, cerámica, placas de cinturón) diseminados por Euskal Herria, a los que abusivamente ha solido denominarse "visigóticos". La moda "goticista" de la baja Edad Media introdujo en el Prólogo del Fuero General de Navarra una evidente mixtificación histórica: la elección del godo D. Pelayo a la cabeza de la Monarquía navarra con el afán único de enaltecer a la nobleza navarra frente a un rey extranjero, Teobaldo I. v. NAVARRA. En cuanto a las primeras manifestaciones locales de arte, siendo el caso similar, v. PRERROMANICO.

AINHOA AROZAMENA AYALA