Sailkatu gabe

VALLE DE RONCAL - ERRONKARI (ARTE)

Arquitectura, escultura y pintura. La casa roncalesa es fundamentalmente de piedra, madera y teja. Piedra nativa, color gris azulado. Madera de pino o haya. Los antiguos tejados eran de tablillas de haya. Luego se cambiaron por tejas de un color rojizo oscuro. Los tejados característicos de cuatro vertientes que daban belleza y señorío a los pueblos roncaleses van desapareciendo a pesar de la prohibición de la entidad Príncipe de Viana. La teja nativa se hacía en la llamada Tejería, en Artikomendia (Isaba). Antiguamente los tejados llegaban del Levante valenciano. Después se hizo cargo una familia de Isaba. Las paredes de piedra gruesas y las casas con sus grandes balcones al sol. Ventanas pequeñas, lexumeak, en la planta baja, para las cuadras. Ventanas más grandes en el piso superior. La altura máxima de las casas, de planta baja y dos pisos, más el espacioso «sabayao» o desván donde se almacenaba hierba para los animales. El centro de la casa era la gran cocina con robusta chimenea. En algunas fotos antiguas pueden apreciarse estos torreones coronados de tejas y su cruz de piedra. Actualmente pueden verse algunas de ellas. Casi todas las casas tenían adosados soleados huertos. Cuando se construyó la carretera a principios de siglo se llevó por delante muchos de ellos. Entre las casas más notables por su arquitectura se pueden señalar las de López (con arcadas y un hermoso lauburu curvo en el empedrado), la de Sanz, la de Gambra, en Roncal, y las de Sansón y Chattico en Isaba, todas ellas de piedra picada. Otras se distinguen por sus piedras talladas esquineras o portalones del mismo material. Los ayuntamientos, entre ellos el de Isaba con porches dotados de arcadas de piedra que la Gran Enciclopedia Navarra titula erróneamente «Casa de Arregui», ésta, humilde y típica al lado trasero de la iglesia; el de Urzainki, de estilo vasco moderno lo mismo que el viejo Hotel del Pirineo, la casa de Angel Galé, y la casa de los Estornés, todas en Isaba. Es de señalar que en los pueblos del Valle se ven hermosos escudos del mismo en casas particulares y uno en la iglesia, sobre el «transitopé». La escultura, emparentada a la talla en piedra y en madera, se deja ver en la hermosa sillería de la iglesia izabarra y en arcas y muebles, y, ya en su plenitud, en los altares de las iglesias y ermitas de los siete pueblos. En escultura moderna se ha destacado el escultor Fructuoso Orduna que ha dotado al Valle con dos obras suyas, un busto de Julián Gayarre, en la villa de Roncal, y un monumento a Pedro Navarro instalado en Garde. En pintura no ha dado el Valle ningún pintor notable, pero sí populares con decoraciones escénicas en la fachada de las casas del Indiano y Txarrantxulo de Isaba y la de Kaxao con escenas de la vida almadiera en los rellanos de las escaleras también en Isaba, pero desgraciadamente desaparecidas. Respecto a la talla añadiremos, además de escudos y muebles, la caprichosa y preciosa puerta de la Casa Ezker de Garde con talla de un roncalés y una roncalesa, además de la decoración del resto de dicha puerta. Son también dignos de citar los puentes de un arco y el de Urzainqui, ya desaparecido, de dos, tenidos por romanos. También citaremos el mausoleo de J. Gayarre en Roncal, obra de Benlliure.