Repoblación. La repoblación de este territorio, llevada a cabo por medio de la presura, se irá asentando a través de establecimientos religiosos, registrándose hasta el s. XII, la fundación de no menos de 30 monasteriolos, destacando, entre otros, los de San Román de Villa Merosa, Santa María de Quijera, San Martín de Valparaiso, San Esteban y San Cristóbal de Pinedo, San Cipriano, Santiago de Villapún, Santiago de Mardones, San Quirico de Yesares, San Salvador de Gurendes, Santa María de Mardones, Villamaderne, San Mamés de Mingrano, Osma, Alcedo, San Martín de Prunas o San Julián de Quejo. En el 1074, Alvaro, dueño y señor de la casa de Estíbaliz, otorgó una donación piadosa a favor del monasterio de San Millán de la Cogolla, cediendo en ella unas posesiones que tenía en Valdegovía. (Ref. Ramiro Pinedo: El Santuario de Santa María de Estíbaliz, Madrid, 1940, pp. 20-21).