Parroquia de San Cristóbal
Templo de mampostería con planta de cruz latina de cinco tramos, cubierta por bóvedas de lunetos y cúpula rebajada apeada en pechinas. Se edificó en 1764 a costa de Isidro de Murga tal y como reza una inscripción sobre el balcón de la casa cural, sustituyendo a otra del siglo XVI. En 1942 se derrumbó una parte y ese mismo año se procedió a su reconstrucción.
En el pórtico que se abre en tres arcos de medio punto en el lado Sur se celebraron las Juntas Generales de Álava en 1812, durante la invasión francesa.
El baptisterio con su pila bautismal lisa, el coro con balaustrada de madera y la sacristía con cajonerías de madera fueron realizados en la misma época que el templo, en la segunda mitad del siglo XVIII.
El campanario es una espadaña con dos arcos y se levantó en 1917 para sustituir al anterior que lo había derribado un vendaval en 1915.
El retablo mayor también es del siglo XVIII. De estilo barroco, se compone de un cuerpo con ático y tres calles separadas por columnas corintias de fustes acanalados y con guirnaldas y paños colgantes. Sólo el sagrario y el nicho del titular están dorados, quedando lo demás en blanco, es decir, sin policromar.
El titular es San Cristóbal y está flanqueado por dos pinturas. Una representa la aparición de la Virgen a San Jacinto, y la otra un tema sin identificar. Aparece un santo exhortando a un rey con la corona en el suelo, ante un altar dispuesto para el sacrificio. En la escena aparecen también un ángel con espada que muestra el rey una calavera y un flagelo, por lo que puede tratarse del inusual tema del profeta Gad con el rey.
El retablo se remata con la talla del Crucificado acompañado por la Virgen y San Juan, éstos pintados en el nicho. Todo el mueble está decorado con carnosos vegetales.
La parroquia cuenta con dos retablos laterales, dedicados a la Virgen del Rosario y a San Pedro. El de la Virgen es de estilo rococó y está decorado con rocallas. En las calles laterales están las tallas de San Joaquín y Santa Ana y en el ático una imagen de San José.
El otro retablo lateral está dedicado a San Pedro y estilísticamente ya está iniciado en el neoclasicismo ya que se advierte cierta mesura decorativa. El titular está vestido de pontifical con la cruz de doble travesaño y las llaves. Sobre él, en el ático, una pintura de la Virgen de la Antigua.
Ermitas desaparecidas
Existe constancia documental de dos ermitas en Tertanga. Una estaba dedicada a San Millán, del que sólo queda una imagen sin culto y sin interés artístico depositada en la parroquia que muestra al santo con vestiduras monacales. La otra ermita debía estar bajo la advocación de San Andrés.
Arquitectura civil
El caserío de Tertanga se estructura en dos núcleos separados por un arroyo y situados a distinto nivel, lo que le ha dado los nombres: arriba y abajo.
En el barrio de abajo, también llamado Mendia, se ubica la casa más destacada del lugar, la casa solariega de los Zaldibar, familia oriunda de Orduña. Se trata de una casa-torre rectangular, con cubierta a cuatro aguas y de dos alturas con aprovechamiento bajo cubierta. Construido en mampostería, tiene los recercos de los vanos de sillería así como las esquinas, que en este caso son torres circulares que naciendo en el suelo alcanzan el tejado. A estos elementos defensivos hay que añadir la barbacana que delimita la finca por el Sureste y Noreste, y dos torres cilíndricas con remate almenado situadas en otros ángulos. Sin embargo, estos elementos bélicos no son más que recuerdos medievales, ya que la casa fue erigida en la primera mitad del siglo XVII. Los únicos elementos decorativos que animan la sobria arquitectura son las clasicistas molduras de oreja de los vanos.
El resto de la arquitectura civil de Tertanga lo conforman casas habitacionales rurales, no anteriores al siglo XVIII, mezcladas entre modernas casas del XX. Todas presentan características similares y se insertan en la tipología de casas rurales de tres alturas y con tres ejes verticales. Son construcciones de mampostería con sillares en los vanos y las esquinas, tejados a dos aguas, vanos adintelados y en número escaso y planta rectangular.
Destaca una casa cercana al palacio de los Zaldibar que conserva una ventana de arco apuntado labrado en una sola pieza de sillería, al lado de una saetera, por lo que cabe pensar que se trata de un vestigio medieval. Al lado de esta casa se encuentran la fuente y el lavadero.
Itziar AGINAGALDE LÓPEZ
Aintzane ERKIZIA MARTIKORENA (2006)