Brujería. Esta localidad se vio también alterada a comienzos del s. XVII con la cacería de brujas organizada en Navarra. Después del Auto de Fe de Logroño de 1610 los ánimos siguieron caldeados y en algunos lugares, como el que nos ocupa, la gente se tomó la justicia por su cuenta contra las supuestas brujas. Así fue como en 1611 el rector de Yanci denunció el crimen perpetrado en Sunbilla contra una pobre anciana de más de 70 años que fue torturada hasta la muerte por la gente para que confesara sus supuestos crímenes y sus cómplices. De 84 personas testificadas en Aranaz y Sunbilla, 27 reconocieron la existencia de un akelarre.