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SALCEDO

Carnaval de Salcedo. Para la petición de la tarde del jueves de Lardero los niños contaban con un carro tirado por un asno adornado con una vistosa manta de varios y vivos colores. En la carreta montaban los más pequeños del grupo y cargaban las cestas para los huevos, tocino, chorizo, aceite, manteca, vino, etc. Delante de cada casa saludabancon el «Jueves de Lardero, Viernes de la Cruz (...)», y terminaba la cuestación merendaban y bailaban en la casa apalabrada. El domingo por la tarde los «cácarros» animaban al pueblo, con su bullicioso comportamiento, y se reunían a cenar en la taberna o en la casa del «mozo mayor», el soltero de más edad que intervenía en los carnavales. El lunes por la noche sacrificaban un cordero o un cabrito en el centro de reunión de la fiesta. El martes por la mañana los mozos acudían a misa y, a continuación, pedían por las casas. Comían y cenaban en el sitio de costumbre, y tanto por la tarde como por la noche salían en ronda por el pueblo. El lanzamiento de varios cohetes anunciaba el fin de la fiesta. Por F. Arredondo sabemos que en las carnestolendas de Salcedo existía la costumbre de preparar un muñeco con pantalones y chaqueta llenos de paja, una máscara de cartón y un sombrero. Sostenido por un mozo lo llevaban en un caballo hasta el domicilio del alcalde. El mozo que acompañaba al muñeco movía a éste los brazos y la cabeza, en ademán de saludo a la primera autoridad. Los componentes de la «Sociedad de los Mozos» decían al pelele que diera las buenas tardes al alcalde; mas, al no obedecer la orden, el monigote era golpeado. Entonces, el mozo que montaba el caballo saludaba a la autoridad, mientras fingía el llanto y los suspiros del muñeco. Este número lo repetía más de una vez. A continuación paseaban por el pueblo al monigote y estropeado a palos lo arrojaban a un tejado. [Ref. J. Garmendia Larrañaga: Carnaval en Alava, p. 118-119, San Sebastián 1982].