Kontzeptua

Plantación de mayos

En algunos lugares del País Vasco, como San Vicente Arana, se mantuvo sin interrupción conocida. Y en otros muchos se perdió, aunque hay localidades que han propiciado su recuperación. Este último es el caso del Mayo en San Martín de Améscoa -también, en Larraona o en Zudaire-, donde han vuelto a celebrarlo desde mediados de los años noventa. En el rescate de estas fiestas jugó un papel destacado la asociación Arantzaduia 94 de Zudaire, con la implicación personal de varios etnógrafos, entre ellos Jimeno Jurío, Aguirre Sorondo, García de Albizu, Emilio Redondo y Luciano Lapuente, que realizaron diversas entrevistas, escritos y publicaciones para animar a su recuperación (García de Albizu, 1997).

En la primera mitad del pasado siglo, la plantación del Mayo era bastante habitual en numerosas localidades navarras de la Montaña, la Zona Media o la Ribera. En la mayoría de ellas, la plantación del árbol cortado se realizaba preferentemente en la madrugada del 1 de Mayo. Sin embargo, hay localidades donde la fiesta se retrasaba hasta el 3 ( Santa Cruz), el 8 (San Miguel), u otro día. En algunos pueblos, como en Cortes, la fecha elegida era la noche anterior al domingo de Pentecostés, y en Cabanillas, el lunes de Pentecostés (Usunariz, 2006:505 ).

La especie arbórea elegida para presidir la fiesta guardaba relación con la flora del lugar. En el área mediterránea, fue el pino el tipo de árbol más utilizado. En Navarra, en cambio, se emplearon mayoritariamente, el chopo y álamo en la Ribera, y el haya en la Montaña. A veces, se plantaban dos mayos paralelos (como en Cortes, o en Larraona), y otras iban acompañados con enramadas que los mozos colocaban en las puertas de las casas. Generalmente, el Mayo se colocaba en el centro de la plaza mayor, junto a la iglesia (como en Viana, Cortes, Asiain, Aibar) o delante de una ermita, Sin embargo, en Lesaka, el Mayatz-Arbola se plantaba frente al domicilio de las chicas más agraciadas del pueblo. En algunos pueblos de la Ribera -como en Cintruénigo-, cada cuadrilla instalaba su propio mayo en el local de encuentro. Otras veces, se colocaba en la cima de un monte. Es el caso de Atondo de Iza, donde los mozos elegían para plantarlo la denominada Peña del Mayo, desde donde el cura conjuraba los nublados y bendecía los campos de la Cuenca el día 3 de Mayo (Jimeno Jurío, 2010:326).

Normalmente, solían ser los mozos -en algún pueblo, como Zudaire, los niños de 12 a 14 años- los encargados de cortar el árbol y de plantarlo en el lugar elegido. En algunas localidades de Améscoa, como San Martín, los mayordomos se encargaban de cortarlo en el monte Limitaciones, y de traer la "txara" (árbol cortado) con bueyes o caballerías hasta el punto de colocación .