Lexikoa

PEZ

a) Los anguiliformes. En un primer grupo incluimos los peces de aspecto serpentiforme como la anguila, el congrio o la morena (Anguiliformes). Estos peces presentan un tipo de larva muy característico (larva leptocéfala) y entre ellos encontramos a la Anguila Anguilla anguilla (L. 1758), pez catadromo, es decir, que vive en aguas dulces pero se reproduce en el medio marino, a diferencia de otros peces como el esturión o el salmón, que son peces de vida marina que acuden al río para reproducirse (anadromos). La anguila vive en los ríos y riachuelos, donde actúa como un voraz depredador, dándose la circunstancia de que es un pez bastante resistente a la contaminación. Cuando llega la época reproductora emprende un largo viaje sin retorno al Mar de los Sargazos, allí se reproduce y muere, las larvas comienzan entonces un viaje de regreso que dura cerca de tres años, arrastradas por la Corriente del Golfo, hasta llegar a la desembocadura de los ríos transformadas ya en angulas. El Congrio Conger conger (L. 1758) es otro apreciado pez que alcanza a medir hasta tres metros de longitud con 70 Kg. de peso. A pesar de su tamaño, como la anguila, es una especie selmépara, es decir se reproduce una sola vez en la vida y después muere. En este caso la zona reproductiva del congrio se sitúa en aguas profundas, entre los 800 y 1.000 metros y cada hembra deposita entre 3 y 6 millones de huevos. La Morena Muraena helena L. 1758 vive escondida entre las oquedades en fondos rocosos y es relativamente rara en nuestras aguas, salvo en algunos puntos de la costa de Iparralde donde llega a ser común. Además de las especies reseñadas existen otros peces anguiliformes en nuestras aguas, sobre todo a partir de cierta profundidad, que ocasionalmente pueden ser capturados si bien carecen de valor comercial. b) Clupeiformes. Un importante y nutrido grupo de peces son los Clupeiformes que agrupan además de las conocidas sardina, anchoa o arenque a una serie de peces de aguas profundas como el Hacha de Plata Argyropelecus olfersi (Cuvier, 1829) o los curiosos peces Víbora Stomias boa (Risso, 1810) ssp. ferox y Chauliodus sloani, Schneider, 1801, ocasionalmente capturados en arrastre de fondo en el talud. Toda esta curiosa fauna abisal, relativamente común en la fosa de Cap Breton, a pocas millas de nuestro litoral, presenta interesantes adaptaciones al medio: órganos luminiscentes, largos filamentos en los radios de la dorsal o en la barbilla que actúan como caña de pescar, largos dientes, etc. Dentro de este grupo las especies más conocidas por su interés económico son la Sardina Sardina pilchardus (Walbaum, 1972), la Anchoa Engraulis encrasicolus (L. 1758) y en menor medida el Sábalo Alosa alosa (L. 1758) y la Saboga A. fallax (Lacépede, 1803). De estas especies las más importantes son la anchoa y la sardina, siendo la primera uno de los principales objetivos de la pesca vasca de bajura. Tanto la anchoa como la sardina son especies migratorias que se alimentan de plancton y se agrupan en superficie formando cardúmenes en la época reproductiva. Las condiciones climáticas (en especial las variaciones térmicas primaverales del agua de mar) favorecen a una u otra especie de forma que se producen fluctuaciones periódicas en sus capturas. Si bien no habita en nuestras aguas por ser un pez de zonas más frías, podemos citar también al Arenque Clupea harengus L. 1758 dentro de este grupo de peces. Dentro de los Cupleomorfos encontramos un grupo, los Salmonoideos, cuyos representantes principales son el Salmón Salmo salar L. 1758, y la Trucha Salmo trutta L. 1758. La primera especie vive en el mar para completar su ciclo reproductor en los ríos, donde se realiza su captura. Antaño muy abundante, hoy en día su presencia queda condicionada por la contaminación fluvial. La trucha vive en aguas bien oxigenadas y es una de las principales presas de la pesca deportiva fluvial. Otra especie exótica introducida en nuestros cauces fluviales es la Trucha de arco iris (Salmo irideus), importada en Europa, procedente de California en 1881, y utilizada en piscifactorías por su resistencia y rápido crecimiento.