La primera noticia sobre este tema se la debemos a Isabel Guevara y su carta sobre las penalidades de las "conquistadoras" en el B. Aires sitiado por los indios y el hambre y su traslado a Asunción por el capitán D. Martínez de Irala. Estas heroicas defensoras llevaban como único bagaje su hambre y su entereza. En Asunción y su territorio contactaron con las guaraníes, cuyas características no eran las comunes de las sociedades indias de otras latitudes. Alvar Núñez Cabeza de Vaca en Naufragios y Comentarios nos las revela:
"Las mujeres tienen por costumbre y libertad que si cualquier hombre que los suyos hobieren prendido y captivado, queriéndolo matar, la primera mujer que lo viera lo liberta, y no puede morir ni menos ser captivo. Y queriendo estar entre ellos el tal captivo, lo tratan como si fuese de ellos mismos. Y es cierto que las mujeres tienen más libertad que la que dio la reina Ysabel, nuestra señora, a las mujeres de España".
Entre las sucesoras de las "conquistadoras" del primer B. Aires suenan apellidos como Garmendia, Urbieta, Estigarribia, etc. Navegando río arriba, río abajo, haciendo historia, llegaba la prueba suprema, la guerra de la Triple Alianza. Argentina, Brasil y Uruguay (1865-70), se lanzan sobre Paraguay con ánimo de reparto. La superioridad numérica diezma al Paraguay heroico. Y ocurre que el espíritu de Isabel Guevara y las suyas parece encarnarse en las mujeres paraguayas, en las mestizas del visionario Irala, que empuñan los fusiles y se baten con heroísmo. Muerto F. Solano López, el héroe, tras algunas anexiones, los vencedores se retiran. El genio de Irala al inaugurar el mestizaje casándose con una hija del cacique Moquiracé y casando a sus hijas mestizas con sus compañeros de armas, a 300 años de distancia, fue la salvación definitiva del Paraguay. Ursula de Irala, hija del fundador del Paraguay, D. M. de Irala y de una india llamada Leonor, sería la madre de Ruy Díaz de Guzmán, autor de Historia del descubrimiento y conquista del Río de la Plata o Argentina. Refiriéndose al Virreinato del R. de la Plata. "Ruy Díaz fue para el Paraguay lo que el Inca Garcilaso de la Vega fue para el Perú con sus Comentarios Reales.
[Ref. Revolución del Paraguay de Ernesto Giménez Caballero].