Iglesia parroquial de Santa María. Primitiva construcción de últimos del s. XV y notablemente reformada en 1748; construcción de sillería; también en piedra de sillar, magnífica y elevada torre barroca que consta de dos cuerpos, cuadrado el primero y ochavado el de campanas, muy decorado; remata en cúpula y linterna; es obra de Martín y Sebastián de Beratua; magnífica portada isabelina, resto de la primitiva construcción: puerta de arco escarzano, tímpano que cobija unas tallas que representan la Anunciación y, enmarcándolo, tres diferentes arcos polilobulados con decoración vegetal entre ellos; dos agujas a ambos lados y gran arco rebajado sobre el conjunto de la portada. Ya en el interior, el templo, de planta rectangular y ábside semicircular, se cubre con bóveda de época neoclásica; excelente coro del s. XVI en su segunda mitad, que, así como la portada, pertenece a la primitiva construcción; retablo central de línea renacentista con influencias ya barrocas, decorado con buenos relieves y bultos, obra de Juan de Bascardo y Pedro Jiménez en la primera mitad del XVII, y hermoso sagrario de la misma época, que ostenta en la puerta un magnífico relieve de la Piedad; en el lugar que ocupa éste se hallaba hasta hace poco, y desde el año 1733 otro de gusto rococó; en los laterales, altares del mismo período que el central, dedicados a Nuestra Señora del Rosario, Sagrado Corazón de Jesús, San Miguel, San Antonio y la Virgen del Carmen; todos ellos presentan en su decoración tallas y relieves de buena ejecución; a los pies del templo, una capilla donde se venera la imagen del Crucificado; en la sacristía se guardan varios objetos de interés, entre los que se pueden citar una imagen renacentista, sedente, de Nuestra Señora, que data del s. XVI, y otra de la Purísima, perteneciente al citado sagrario rococó. El casco urbano puede ser subdividido en tres zonas: a) Casco viejo. b) Ensanche de los s. XVlII-XIX. c) Parte moderna. La arquitectura civil está representada por las casas renacentistas localizadas generalmente en las inmediaciones de la plaza de la Concepción y las barrocas en torno a la plaza Mayor. Destacan varias de sus casas y palacios: el de Diputación n.° 1, de finales del s. XIX o XX, de tres plantas y exterior de mampostería, el alero de canes de madera soporta tejado a dos aguas, escalera de madera y puerta adintelada, balcones volados con barandilla de hierro; el de Diputación n.° 21 del s. XX que consta de 3 plantas y cuyo exterior es de mampostería revocada, el tejado es a dos aguas y se apoya en el alero de canes de madera, la puerta adintelada y balcones con barandillas de hierro, volante uno y rasante el otro, pequeño escudo; el de Diputación n.° 24-26 cuyo exterior es de sillarejo y mampostería revocada, valiente voladizo soporta tejado a dos aguas, excelente puerta de arco de medio punto y balcones volados con barandillas de hierro, magnífico escudo exterior; la de carretera a Yécora denominada Fuente Vieja, construido en 1767 cuyo exterior es de sillería, escalera de piedra; la situada detrás de la iglesia, del s. XVII cuyo exterior es de sillería, su tejado a cuatro aguas y se asienta sobre valiente voladizo, de canes de madera bien elaborados, escaleras de piedra y acceso en vano de medio punto, balcones volados y con barandillas de hierro, escudo exterior; la de Tras la Iglesia n.° 6 construido en varias épocas, de tres plantas y exterior de sillería y cal, el tejado es a dos aguas y el alero de canes de madera, la puerta de arco de medio punto y un pequeño escudo; la de Tras la Iglesia n.° 2 probablemente del s. XVI que consta de tres plantas y cuyo exterior es de sillería, mampostería y ladrillo, el tejado a dos aguas y el alero de canes de madera, escalera de piedra y puerta adintelada; el de Primicias n.° 9 de la época barroca con el exterior de sillería, el tejado a dos aguas sobre alero de canes de madera y la puerta adintelada; el de San Vicente n.° 7 de mediados del s. XVIII y que consta de tres plantas y exterior de sillería, escaleras de piedra y cerámica y puerta de medio punto moldurado, el alero de canes de madera sobre cornisa de piedra soporta tejado a dos aguas, balcón corrido en la primera planta y volados en la segunda; el de San Vicente n.° 8 del s. XVI y posterior, edificio de tres plantas y exterior de sillería y ladrillo, el tejado a dos aguas se soporta en alero de canes de madera, la puerta es de arco de medio punto y balcones rasante en la planta segunda y volado en la primera, ambos con barandilla de hierro, escudo exterior; el de Mayor n.° 1 del s. XVIII que consta de tres plantas y cuyo exterior es de mampostería, escalera de piedra y puerta adintelada, el tejado a tres aguas es soportado por voladizo de canes de madera, balcón corrido con cartelas y barandillas de hierro; el de Mayor n.° 2 de finales del s. XVI, edificio de tres plantas cuyo exterior es de sillería, balcón volado con barandilla de hierro y puerta en arco de medio punto, el alero de canes de madera soporta tejado a dos aguas; el de Mayor n.° 4 levantado entre los s. XVII y XVIII, cuatro plantas con el exterior de sillería, valiente voladizo de canes de madera soportan tejado a tres aguas, escalera de piedra, ladrillo y atoques, puerta adintelada, tres balcones con barandillas de hierro y escudo exterior; el de Mayor n.° 5 levantado entre los s. XVII y XVIII, de tres plantas y exterior de sillería, importante voladizo con canes de madera tallados soportan tejado a dos aguas, escalera de piedra y ladrillo y puerta adintelada, tres balcones con apreciable labor de herraje en las barandillas; el de Mayor 6-7 del s. XVIII, edificio de tres plantas cuyo exterior es de sillería, la puerta de acceso es adintelada y tiene un balcón corrido y dos simples, todos ellos con barandilla de hierro, el valiente voladizo con los canes de madera soportan tejado a dos aguas, hermoso escudo exterior; el de Mayor n.° 8 de estilo renacentista y época posterior, edificio de tres plantas cuyo exterior es de sillería y ladrillo, el tejado a dos aguas y el alero, importante, con canes de madera bien elaborados, la puerta de acceso es de medio punto, cuenta con un balcón corrido y tres rasantes, todo ellos con barandilla de hierro, escudo exterior; el de Mayor n.° 6, del s. XIX y vestigios anteriores renacentistas, tres plantas cuyo exterior es de mampostería, escaleras de madera y puerta adintelada, dos balcones volados y con barandillas de hierro, inscripción en la puerta de entrada; el de Animas n.° 13 del s. XVI y que consta de tres plantas y el exterior de mampostería, el alero de canes de madera sostiene tejado a dos aguas, la puerta es adintelada y cuenta con balcones volados y barandillas de hierro, escudo en el exterior; el de Avda. de Navarra n.° 11, edificio de tres plantas y con vestigios de la época renacentista, su exterior es de sillería revocada y encalada, el alero de canes de madera soporta tejado a dos aguas, la escalera es de madera y la puerta de entrada de arco de medio punto, un escudo en el exterior y balcones volados con barandillas de hierro; el del Carmen n.° 6, construido hacia comienzos del s. XVI, edificio de sillería que consta de tres plantas, puerta adintelada y balcones con barandilla de hierro, importante voladizo con canes de madera tallada soportan tejado a tres aguas, escudo exterior con inscripción; el de la Plazuela del Carmen, 7-8, de finales del s. XVIII en la planta baja, el exterior es de sillería y mampostería, el edificio consta de tres plantas y la puerta de acceso adintelada, el tejado a dos aguas se soporta en alero de canes de madera, cuenta con balcón volado y dos rasantes, todos ellos con barandillas de hierro; el de La Concepción n.° 2-3, del s. XVI, consta de tres plantas y exterior de sillería y ladrillo, el tejado es a dos aguas y cuenta con valiente voladizo con canes de madera, dos puertas en arcos de medio punto, una de ellas cegada, balcones volados y con barandilla de hierro y pequeño escudo exterior con leyenda; el de La Concepción del s. XVII, construido en sillería y que consta de tres plantas, tejado a dos aguas sobre alero de canes de madera, puerta adintelada y balcón volado con barandilla de hierro; el de La Concepción, del s. XVII con el exterior de mampostería, tejado a cuatro aguas sobre cornisa de piedra labrada, puerta adintelada y balcón volado con barandilla de hierro, escudo exterior; el de La Concepción n.° 7 de la época renacentista consta de tres plantas y la construcción exterior es de sillería, el alero de canes de madera sostiene el tejado a cuatro aguas, la puerta es de arco apuntado, balcón rasante con barandilla de hierro y mirador en la primera planta; el de Concepción n.° 5, de la época renacentista, construido en mampostería y ladrillo, tejado a dos aguas y puerta de entrada en arco de medio punto, escudo liso en el exterior; el de La Concepción n.° 11, de la época renacentista, exterior de sillería y mampostería, puerta de acceso en arco de medio punto; el de La Concepción n.° 13 de la época renacentista, construido en sillería y ladrillo, tejado a dos aguas sobre alero de canes de madera, puerta en arco de medio punto, actualmente adintelada; el de Buenos Aires n.° 8, del s. XVIII construido en sillería, escalera de piedra y cerámica, puerta en arco de medio punto, gran voladizo con canes de madera sobre cornisa de piedra labrada sostiene tejado a tres aguas, balcones volados y escudo exterior, recibe el nombre de El Palacio del Conde de Bureta. [Ref. V. P. M. y J. A. B. L.: «I. A. R. A.»]. La tonalidad característica de esta población viene determinada por el color tostado de sus casas de arquitectura popular hechas de mampostería de piedra calva. En las afueras se halla la casona denominada Palacio Marqués del Puerto en dos cuerpos de sillería y escudo cuartelado en fachada.