Parroquia de San Martín
Construcción de mampostería de origen medieval, habiéndose añadido posteriormente la cabecera y un tramo más, mayor que los demás y reformado sus cubiertas, hacia mediados del s. XVI. Del s. XIII en sus comienzos, conserva una bella y sobria portada que se encuentra cobijada por un buen pórtico abierto mediante tres arcos de medio punto, con rejería de hierro entre los pilares, realizado en 1779 por Manuel de Laispur, según el diseño de Rafael Antonio de Olaguibel. Portada de transición, de arco ligeramente apuntado, carente de tímpano con tres arquivoltas, de las cuales sólo la central está ornamentada con motivos geométricos al igual que los basamentos de las columnas en que apean. Tiene seis a cada lado, alternando mayores y menores, todas ellas con capiteles decorados con distintos motivos, como rostros humanos, elementos vegetales, animales y geométricos. Torre de mampostería con cuatro arcos de medio punto en el campanario, construida en 1621 por Martín de Urquiaga y el carpintero Juan de Araoz. Estos mismos, junto con el cantero Pedro de Arteaga fueron los artífices de la sacristía, ejecutada hacia los mismos años. El interior, rectangular de tres tramos, de diferentes dimensiones, y ábside, responde a las dos épocas ya citadas. En consonancia con el momento artístico, las cubiertas de los dos últimos tramos, de principios del s. XVI, son de simples terceletes con claves talladas, mientras que las del primero y el ábside añaden combados a los terceletes formando diversas figuras. Las claves van pintadas. El retablo mayor, es obra de comienzos del s. XVII ensamblada por Francisco de la Plaza y del pintor Juan de Amigo, remodelada por Benigno de Moraza entre 1813 y 1832, quien ejecutó el tabernáculo neoclásico, el nicho del titular y probablemente los altares laterales de estilo neoclásico dedicados a San Sebastián y a la Virgen del Rosario. También son posteriores las copias de los Ribera que flanquean en el primer cuerpo la imagen neoclásica de San Martín. Merecen destacarse además, una magnífica cruz procesional bien decorada que data de la época renacentista y dos misales romanos del XVI y del XVII. Dos imágenes marianas «tipo Andra Mari» procedentes de esta iglesia reciben en la actualidad culto en otras parroquias.
Ermita de San Antonio
Obra rústica construida en 1766 con los materiales obtenidos al desmantelar otras existentes. Posee un retablo barroco al que se le han acoplado restos de otro. Mesa rococó.
Respecto a la edificación civil, destacan una rústica casona dotada de escudo renacentista y cadenas de Navarra, probablemente del s. XVI, y un hermoso portalón perteneciente a un caserío por lo demás desprovisto de interés.