Danza tradicional vizcaína. Este baile es un preludio del artasi que, a la vista de la descripción, parece algo complicado y que, sin embargo, visto ejecutar, no es más que uno de los tantos pasos o movimientos genuinos que existen en la danza vasca, porque a cualquiera que se le sugiriese para que realizara el movimiento del artasi, el ostiko lo sabría hacer con toda naturalidad, pues de lo contrario se vería mal para ejecutar con limpieza el ejercicio en cuestión. Quedando de acuerdo con lo dicho arriba, pasamos a puntualizarlo, para que no exista la posible duda, desde el momento en que termina la vuelta en tres movimientos o puntos, esto es: Una vez de ejecutar la citada vuelta, es decir, en el mismo tiempo que finaliza, se da un pequeño salto, más bien un botecito imperceptible, del que se caerá al suelo con el pie derecho, posándose más tarde, esto es, en un tiempo de corchea, el pie izquierdo. Al apoyarse este último pie, o sea, el pie izquierdo, el pie derecho aprovecha para salir hacia adelante como si diese un puntapié a algo que tuviese delante y a ras del suelo, quedando, de este modo, realizado dicho ostiko, y así preparado para ayudar a la ejecución del artasi.
Ref. Etxebarria Goiri, José Luis: Danzas de Vizcaya, Bilbao, 1969.