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OROKIETA

Celebra fiestas el 11 de agosto, San Tiburcio. Fiestas y Carnavales en Orokieta. Para ocuparnos acerca de estas celebraciones de invierno, partiremos de una fecha próxima al solsticio de verano. Al anochecer del 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo, los varones jóvenes de esta localidad se congregaban anualmente en la posada del pueblo respondiendo de esta manera a la convocatoria o «deia» del mayordomo o «mutil nagusia» y de su ayudante o «mutil nagusin laguna», de la sociedad «Lagun Artea». En la taberna les servían queso con pan y vino, a cuenta de los gastos de las fiestas patronales de San Tiburcio, el 11 de agosto. En la cabecera de la mesa se sentaban el mayordomo y su ayudante, y se procedía a la elección de sus sucesores. Al mayordomo y a su ayudante incumbía velar por los actos religiosos de carácter externo, como las procesiones, por ejemplo, y competía cuidar de los detalles precisos para la normal celebración de las fiestas patronales y de las carnestolendas o «iyotiak», que son las que ahora nos interesan. Siguiendo el procedimiento descrito con los jóvenes, las chicas o «neskak» se reunían en fecha no fija para nombrar a la mayordoma o «neskatx etxekoandria» y su ayudante o «neskatx etxekoandriaren laguna». El centro de cita anual para este fin lo fijaban en la casa de una de ellas, miembro de la agrupación «Neskatxen Lagun Artea», y entre barajar, cortar y repartir las cartas les preparaban una «chocolatada» o «txokolate artzia». El día de San Tiburcio, el mayordomo, su ayudante y los músicos o «soiñujotzaleak», «tanborra eta txulubite» comían en la casa de la mayordoma y cenaban en la del alcalde. El segundo día de fiesta o «pesta bigarrena» les invitaba a comer la «neskatx etxekoandriaren laguna». El baile del día de San Tiburcio por la tarde lo abrían los cuatro jóvenes que se hallaban al frente de su respectiva asociación. A su breve intervención seguía el «ingurutxo», figurando en los primeros puestos las dos parejas. En los «ingurutxos» siguientes no se respetaba el orden señalado. El sábado, víspera del «Iyoti Igandea», el mayordomo se encargaba de sacrificar un carnero y acarreaba el vino en pellejo. El «Iyoti Igandea», los «mutillek» desayunaban en la taberna. Comían menudillos de carnero y se aprestaban para llevar a cabo la consuetudinaria postulación de casa en casa -«etxez etxe puska biltzen», ambientados por las notas de una armónica de boca o «aoko musike». Para esta cuestación que arrancaba a las ocho de la mañana, no se disfrazaban. Los jóvenes portaban una cesta para los huevos, un saco blanco donde recogían el pan y un «gerrena» o asador para el tocino o «urdaia» y la longaniza o «txistorra» que les entregaban de obsequio. En cada visita llegaban hasta la cocina o «sukaldia» y les invitaban con algo para comer. En la casa donde hubiese alguna joven bailaban un par de piezas. A la familia con fallecimiento dentro del año -«il urtean»- le pedían en silencio. El «Iyoti Bigarrena», la «puska biltzea» o postulación que seguía al desayuno de los jóvenes en la taberna tenía como meta la visita a los caseríos y al barrio llamado «Ola auzoa», cuyos vecinos son conocidos por el nombre de «olatarrak». El resto de la segunda jornada de estas carnestolendas nos es conocida, pues no difería de la descrita para el domingo. Algo parecido podemos anotar sobre el «Iyoti Irugarrena» o Martes de Carnaval. La cuestación mañanera llamaba a las puertas de los caseríos del barrio de «Erbiti», que es parroquia y en lo civil pertenece a Orokieta. Después de la cena del «Iyoti Irugarrena», el mayordomo y su ayudante presentaban el importe de los gastos ocasionados por la celebración de los «iyotiak» y fijaban a cada joven la cantidad que le correspondía satisfacer. Como cierre de fiesta, y esto hacia las dos de la mañana del Miércoles de Ceniza o «Austerri Eguna», la cuadrilla de varones jóvenes recorría en ronda el pueblo, con música de armónica de boca, ahogada por el estridente ruido de pucheros, sartenes, etc. (Ref. Garmendia Larrañaga, J.: «C. en N.»).