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OROKIETA

Urbanismo y construcciones civiles

Orokieta se sitúa en la parte más oriental del valle de Basaburua, y su enclave en llano favorece una disposición relativamente dispersa de sus casas, que como en el resto del valle son grandes y con un estilo bastante coherente, fruto sin duda tanto de la proximidad espacial como de la contemporaneidad. El Casco urbano se dispone en una curva de la carretera, por la que se estira creando espacios amplios entre las casas.

Junto a la iglesia, la casa parroquial es un imponente caserón de planta rectangular y tres alturas más ático, cubierto con un tejado a dos aguas, de amplio alero. Los muros van enlucidos, con excepción de los esquinales y de los enmarques de los vanos, que van en buena sillería. La fachada principal presenta arco de medio punto con dovelas cortas, flanqueado por dos ventanitas en el primer piso, dos ventanas en la primera planta, habiéndose desfigurado la tercera para erigir un mirador de obra moderno, y larga balconada de madera en el tercer piso, elemento muy habitual en este valle. Junto a esta casa otro inmueble, de menores pretensiones pero muy bien conservado, presenta planta rectangular, disposición en tres alturas y tejado a doble vertiente, también con airoso alero. Lleva idéntico tratamiento de los muros, y los vanos son rectos, a excepción de la puerta que presenta un arco de medio punto algo irregular en el despiece de las dovelas. Delante de la casa parroquial se abre una plaza, atravesada por la carretera, donde encontramos casas dignas de reseñar. Así, un caserón de tres alturas, que aún muestra su portal original de medio punto y de gran tamaño, hoy cegado y sin uso pues el inmueble ha sido dividido en dos viviendas. Lleva muros y vanos con parecido tratamiento que lo hasta ahora visto, con la salvedad de que algunas ventanas llevan antepecho moldurado, y se han habilitado dos arcos rebajados para acceso de las viviendas. Encima del portalón original hay un escudo barroco cuartelado. Una inscripción moralizante reza: EN CASA DEL QUE JURA/ NO FALTARA DESVENTURA. En uno de los laterales, se ha levantado una galería porticada de gran tamaño, con pies derechos y viguería de madera, que sostiene su propio tejado. Al otro lado de la carretera, la llamada "casa Elizalde", muy reformada, presenta características ya reseñadas en los anteriores inmuebles.

Más adelante encontramos otra plaza, más amplia que la ahora descrita, que se abre con una fuente con "aska" para los animales, y pila circular cubierto por un chapitel cónico. Lleva la fecha de 1897. Junto a ella, se encuentra el monumento conmemorativo de la primera intervención en guerra de la Cruz Roja, con motivo del llamado "Desastre de Orokieta" en la Guerra Carlista de 1872-1876. Consta de un estereóbato cuadrado, con dos escalones, y basa octogonal sobre la que se levanta un pequeño obelisco. Un texto antiguo reza: A LOS HEROICOS CAMILLEROS DE NAVARRA DE LA CRUZ ROJA ESPAÑOLA EN HOMENAJE A SU HUMANITARIA ACTUACION EN LA ACCION DE OROQUIETA LOS DIAS 3, 4 Y 5 DE MAYO DEL AÑO 1872 POR LA QUE RECIBIO SU BAUTISMO DE SANGRE EL ACTUAL CUERPO DE TROPAS SANITARIAS DE ESTA BENEMERITA INSTITUCION. En otros dos frentes, el año 1989 se añadieron sendas placas de bronce, en euskara y castellano, en el que se recuerdan los mismos hechos. Entre los inmuebles de esta plaza, podemos señalar una casa de planta rectangular y dos alturas más ático, que se cubre con un tejado a dos aguas. La fachada se abre en uno de los lados largos, y consta de arco de medio punto con dovelas relativamente cortas. Los muros, de mampostería, llevan un enlucido muy perdido y los vanos son pequeños, demostrando ser los originales. Menos común en la zona es un caserón de dos alturas, con muros en mampostería y vanos reformados. Es de desarrollo horizontal y lleva amplio tejado a dos aguas. Ya hacia la salida del pueblo, una casa muy arreglada lleva tres alturas, tejado a doble vertiente con amplio alero, y muros enlucidos con las consabidas excepciones, aunque en la fachada principal la planta baja deja ver la mampostería. Como es habitual en la zona, las ventanas son rectas, en el primer piso con antepechos de piedra moldurados, y la puerta va con un medio punto de cortas dovelas. Una inscripción repite la máxima ya antes citada: EN CASA DEL QUE JURA/ NO FALTARA DESVENTURA, junto con las siglas IHS, MR, JSP y la fecha, 1736.

Fuera del casco urbano de Orokieta, en una posición dominante, se encuentra "Bordaetxea" un hermoso caserón con tres alturas y tejado a dos aguas con airoso alero. El tratamiento de muros y vanos es el común en la zona, y uno de los laterales prolonga sus muros para sostener una galería de dos pisos, con estructura en madera. Tampoco podemos dejar de aludir a la ferrería de Orokieta, a la que en la zona conocen como "Orokietako Ola", que fue fábrica de armas en el siglo XIX y a la que se dedica un artículo individualizado.

Parroquia de San Tiburcio

Parece tratarse de un templo del XVI, aunque con importantes alteraciones en los siglos XVIII y XX, estas últimas interpretadas en lenguaje neogótico. La planta general del templo presenta una cruz latina de una única nave, con dos tramos de desigual longitud, transepto marcado en planta y cabecera absidial que al exterior adopta un plano poligonal algo irregular. La torre, de planta cuadrada, se adosa al primer tramo de la nave por el lado de la Epístola, que alberga también el acceso al templo, cobijado por un pórtico. Al mismo lado se adosa la sacristía, rectangular en planta, que se levanta junto a la cabecera.

Los muros van enlucidos al interior, pero al exterior muestran sillares de arenisca de buena factura y color crema, con atractivas vetas rojizas, pero que en los esquinares, pilastras, arcos e impostas son de una piedra gris bien diferente, lo cual crea un original juego de colores. Al interior estos muros van articulados mediante pilastras unidas en alto por una imposta que recorre el perímetro del templo. A los pies de la nave se eleva un coro con arco de embocadura de perfil escarzano y con balaustrada de madera. Para garantizar la correcta iluminación de la fábrica, se abren tres ventanas rectas en el muro de la Epístola, y una cuarta en el hastial de los pies.

El templo se cubre con una variada serie de bóvedas enlucidas, que obedecen a las intervenciones del año 1961. Reciben bóveda de lunetos el primer tramo de la nave y la cabecera, así como el sotocoro, mientras que el segundo tramo de la nave y el crucero llevan bóveda de crucería con vistosas tracerías estrelladas. Los brazos del transepto, por su parte, llevan bóveda de terceletes. En cuanto al ábside que remata la cabecera, se cubre con un cuarto de naranja. En ella, el conocido pintor pamplonés "Gutxi" (Emilio Sánchez Cayuela, 1907-1993), pintó con su peculiar estilo el martirio de San Tiburcio, titular del templo. En cuanto a la sacristía, recibe un único tramo de bóveda de arista.

Al exterior, llama la atención el volumen de la torre, que se alinea con el muro de los pies y que lleva mimético tratamiento del muro respecto al resto del templo. Va rematado con un cuerpo de campanas con dos medios puntos para alojamiento de las campanas y se corona con un tejado en pabellón. El pórtico se ubica entre la torre y el cuerpo de la sacristía, se abre mediante gran arco rebajado y lleva una bóveda de arista. En su interior se abre el acceso al templo, que consiste en un arco de medio punto flanqueado por dos pilastras toscanas con las que las dovelas del arco se superponen.

Preside el templo una talla barroca de San Tiburcio, santo titular, que se representa con espada en mano. Va flanqueada por imágenes modernas.

En el brazo septentrional del transepto hay se encuentra el retablo de Santa Bárbara, obra barroca del siglo XVIII. Su arquitectura se compone de banco, un único cuerpo y ático con aletones y rematado por remate curvo. Esta traza se organiza mediante dobles columnas salomónicas, y lleva abundante decoración vegetal, de tosca factura. Alberga una talla de bulto de Santa Bárbara, renacentista del XVI y que por tanto fue reaprovechada para este retablo. En el ático hay también una imagen de Santo Domingo, obra barroca muy popular.

Bajo el coro se encuentra la pila bautismal, del siglo XVI, de la que tan sólo es original la taza, semiesférica y gallonada. En la sacristía, por último, se custodian diversas obras de arte, como un Crucificado barroco algo tosco y varias piezas de orfebrería.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)