Kontzejuak

OCHOVI

Urbanismo y construcciones civiles

Sin duda alguna el elemento más destacable de la localidad es el antiguo palacio de cabo de armería, que se sitúa en un nivel más bajo que la iglesia, incluso algo apartado de ella, pero que busca hábilmente un emplazamiento desde donde dominar la zona baja del valle y, muy especialmente, el camino que conduce hacia Pamplona. Mantiene, a tal efecto, contacto visual con otros relevantes palacios de la zona, como el de Sarasa, de manera que así podían establecer señales visuales entre sí y con otros como los de Aldaz y Ordériz, configurando un resorte defensivo para el cierre estratégico de esta importante zona de paso.

En la actualidad, el palacio presenta un cuerpo de planta cuadrada, cubierto con tejado en pabellón, que constituye la zona residencial por excelencia. Lleva delante otro cuerpo de planta rectangular alargada, adaptada al desnivel del terreno, que constituye la fachada del palacio, y que parece datar del siglo XVI. Presenta muros en sillería, unida a hueso y muy bien escuadrada, con dos alturas más desván. En los dos extremos los muros se prolongan unos metros en altura, conformando dos torres de planta cuadrada. Son elementos totalmente suntuarios, de prestigio, cuyo valor no va más allá de lo puramente simbólico, y que han perdido su funcionalidad medieval. Se cubre con tejado a dos aguas en el paño central, y con tejados a cuatro vertientes en ambas torres. En altura, la planta baja se abre con un arco de medio punto, con trece dovelas largas, que llevan la rosca moldurada. Encima de la clave hay un escudete circular, que reproduce las armas que el Libro de Armería del Reino de Navarra da para el palacio de cabo de armería de Ochovi (L.A.R.N. nº 84). En el campo se representan dos lobos, armas que parecen proceder de una traducción, muy simple y seguramente errónea, del nombre vasco del linaje, Ochovi = otso bi = "dos lobos". Va flanqueada esta puerta por algún tragaluz, así como por una ventana recta, con reja de forja, en el extremo derecho, el más escarpado. En el piso noble se alinean cuatro ventanas rectas, con antepechos labrados, y en alto hay otros tantos tragaluces. El palacio presenta además una ampliación lateral, con planta cuadrada, muros de mampostería con cadenas de sillar, acceso con arco rebajado y ventanas rectas, todo bajo un tejado a cuatro aguas. Parece ser que albergaba la capilla del palacio, a veces registrada como ermita, dedicada a San Martín.

A la entrada del pueblo hay además un caserón de planta cuadrangular muy desarrollada y marcada horizontalidad, al que denominan "casa Jauregi", a pesar de la proximidad del palacio propiamente dicho. Presenta dos alturas, una más en la parte más escarpada del terreno, y tejado a cuatro vertientes. Los muros van enlucidos, con cadenas de sillar en esquinas, enmarques de los vanos y en el paño inmediato al acceso. Las ventanas son rectas, y la puerta de medio punto, y en la parte que da hacia el valle presenta una elegante balconada de madera, sostenida con jabalcones y con su propio tejadillo. Es un tipo de casa que anuncia ya proximidad al modelo más generalizado en la zona de Sakana y Arakil.

Al otro lado de la carretera hay una casa adaptada a la fuerte pendiente, con muros enlucidos, con las sabidas excepciones, dos alturas y desván, bajo tejado asimétrico a dos aguas. Se accede por un pequeño medio punto, siendo el resto vanos rectos. A continuación hay una casa de similares características, aunque en este caso con la fachada en uno de los lados largos. Los muros muestran cadenas de sillar en los puntos acostumbrados, y aunque los paños muestran hoy una mampostería menuda, es evidente que fueron concebidos para llevar un enlucido que ha sido suprimido, siguiendo modas recientes y poco afortunadas. Otra casa, adaptada al terreno y a la irregularidad del solar, muestra predominio del macizo sobre el vano, con una fachada en la que se abre una ventanita y el medio punto del acceso.

Cerca de la iglesia hay varias casas que se alinean formando calle. Una de ellas carece hoy de revoque en los muros, siguiendo, en lo que a tratamiento de vanos se refiere, características ya reseñadas. Ya junto a la iglesia, la casa parroquial es un volumen prismático de planta cuadrada, cuatro alturas y tejado en pabellón. Los muros van enlucidos, y se abre con un medio punto, norma de uso general en el lugar, flanqueado por una ventana de buen tamaño. Encima hay tres balcones, y los dos pisos superiores por dos ventanas rectas en cada uno.

Ermitas

Según recuerda Pérez Ollo, en la visita registrada en el año 1796 por el obispo Igual de Soria se anotan las de San Miguel, Santa Lucía y Nuestra Señora de Artiza, que tenía la advocación de la Virgen del Rosario. Por entonces amenazaba ya ruina la de Santa Lucía, de la que no ha quedado memoria a día de hoy, aunque la imagen titular se conserva en la iglesia de Ochovi. También se citaba la ermita de San Martín, que se consideraba capilla propiedad del palacio de cabo de armería del lugar.

La ermita de San Miguel se encuentra sobre el paso de Oskia. Presenta una nave rectangular, con cabecera también recta, aunque algo más estrecha en planta, y está parcialmente excavada en la roca. Los muros van en sillar bien aparejado, y se perforan por una ventana recta, abierta en el muro de los pies, y por una puerta adintelada practicada en el mismo muro. La cubierta es plana y con vigas de madera en la nave, aunque en la cabecera hay una bóveda apuntada.

La ermita de Nuestra Señora de Artiza se cita ya para el año 1074, y en 1078 figura como villa que un tal Eneco Fortuniones legaba al monasterio de Irache en su testamento. En 1350 contaba con ocho fuegos u hogares, que pasan a diez en 1366, aunque parece que se hallaba ya despoblada para el año 1427. La ermita tiene una planta rectangular, con una única nave y cabecera recta. Lleva adosada una sacristía de planta cuadrada, y el acceso se practica por el lado de la Epístola. Los muros son de mampostería y sillarejo, acusando reconstrucciones. La cubierta, hoy perdida, era un simple tejado a doble vertiente, con estructura de madera. Tiene una ventana de medio punto y con derrame interior en el eje de la cabecera, y la puerta consta de arco apuntado gótico, con tres arquivoltas de sección rectangular, con molduras a modo de capiteles corridos. La imagen titular está recogida en el Museo Diocesano de Pamplona.

Parroquia de San Juan Bautista

Se trata de un templo medieval, ejecutado en estilo gótico hacia el año 1200, al que en el siglo XVIII se hizo alguna reforma, al tiempo que se rehicieron las cubiertas. La planta consta de una única y muy larga nave, articulada en cuatro tramos, que salvo el primero son iguales, y de los que el último ejerce como cabecera, rematada en testero recto. El acceso se sitúa en el muro meridional, a la altura del segundo tramo, y va protegido por un vistoso pórtico que ocupa prácticamente la totalidad de la longitud de la nave. En el muro del Evangelio, por otro lado, encontramos una escalera intramural para acceder al coro y a la torre.

Los muros son de buena sillería, que acusa algún cambio de material en altura, y se abren por ventanas rebajadas en los tramos segundo, tercero y en la cabecera, siempre por el lado de la Epístola para captar la mayor luminosidad posible. A los pies de la nave se levanta un coro, añadido en el siglo XVI, con arco de embocadura rebajado, con la rosca moldurada y en cuyo centro, de manera destacada, figuran los lobos pasantes que conforman el escudo del palacio de cabo de armería de Ochovi.

Recibe el templo varios tipos de cubriciones. El primer tramo, que soporta la torre y que data del tiempo de la construcción del templo, recibe un tramo de bóveda de cañón apuntado, con un arco fajón del mismo perfil, que apea en ménsulas encastradas en los muros perimetrales. Las bóvedas elevadas en el siglo XVIII, que afectan al resto de la nave, son de arista y separadas igualmente por arcos fajones. El bajo coro presenta una bóveda de crucería tardogótica, en cuya clave figura el Agnus Dei o Cordero Místico.

Al exterior, la torre, levantada sobre el primer tramo de la nave, muestra planta rectangular, fuste corto y macizo, y cuerpo de campanas perforado con los correspondientes huecos. Se puede destacar además la presencia de un interesantísimo pórtico gótico, que sigue la tradición románica de Gazólaz, Larraya, Eusa o Sagüés. Se adosa al muro sur del templo, en la práctica totalidad de su longitud, y se divide en cuatro tramos, situados entre contrafuertes, que se identifican con otros tantos tramos de la nave. Uno de ellos, el correspondiente al segundo tramo, está ocupado por el acceso, mientras que en el resto se abren ventanales. En el muro oriental hay otro acceso secundario. La entrada principal del pórtico consta de un arco apuntado y abocinado, decorado con un crismón trinitario en la clave, y arquivoltas que apean en baquetones con molduras corridas a modo de capiteles, que llevan decoración vegetal muy menuda. En cuanto a los ventanales, rematan igualmente con arco apuntado, e inscriben un vano geminado trilobulado, con pilar central y enjutas con rosetas polilobuladas caladas. Los capiteles llevan decoración vegetal muy simple. El acceso lateral situado en el lado este consta también de arco apuntado con capiteles de decoración similar a la ya descrita. En el interior del pórtico, los tramos se cubren con tramos de crucería de gruesos nervios, moldurados, que apean sobre ménsulas encastradas en el muro. Las claves lucen decoración escultórica representando el Agnus Dei, algunos animales y astros muy esquematizados. En cuanto a las ménsulas, figuran pecados capitales como la lujuria o la avaricia, y algunos tormentos apocalípticos, aunque las imágenes, de tamaño considerable, aparecen muy mutiladas. La puerta de la iglesia luce arco apuntado y abocinado, cuyo derrame se soluciona con cinco arquivoltas, que apean sobre otras tantas columnillas, con basas y capiteles individualizados, decoradas con hojas y pomas. En la segunda clave se representa un crismón.

Al interior del templo, el presbiterio va ocupado por un retablo rococó, propio de la segunda mitad del siglo XVIII, bajo la advocación de San Juan Bautista. La traza consta de banco, un cuerpo de tres calles y remate en cascarón muy decorado. En cuanto a la escultura, contemporánea de la mazonería, en el primer banco vemos la Virgen del Rosario, San Juan Bautista, titular del templo, y San José, al que falta el Niño. En el ático está San Martín de Tours, así como dos lienzos pintados representando a San Lorenzo y a San Vicente mártir. En el lado del Evangelio vemos una lauda sepulcral que reproduce, de nuevo, las armas del palacio de cabo de armería del lugar de Ochovi.

En el bajo coro hay una talla de Santa Lucía, procedente de la ermita del mismo nombre, hoy desaparecida, que es gótica del XIV, y hay así mismo una pila sacramental medieval, de piedra, que presenta capitel decorado con pomas y copa gallonada. En la sacristía se conservan varias piezas de orfebrería, y debemos anotar el traslado de tres imágenes de la Virgen con el Niño, llevadas al Museo Diocesano de Pamplona desde este lugar. Entre ellas se encuentra la de Nuestra Señora de Artiza, de la ermita homónima, que aunque imita modelos románicos es, según Clara Fernández-Ladreda, obra del barroco. Otra de las tallas es gótica de fines del XIII, mientras que la talla de la Virgen del Rosario es del XVII.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)