Monarkia eta noblezia

Nafarroako Enrike II.a Albretekoa (1979ko bertsioa)

Rey de Navarra de 1517 a 1555. Era hijo de la reina titular Catalina I y de Juan de Labrit o Albret. Nació en Sangüesa - Zangoza el 25 de abril de 1503 en circunstancias tremendamente difíciles para el reino y mientras las Cortes se hallaban reunidas en la ciudad citada. Fueron hermanos suyos, Ana, la primogénita, inteligente aunque coja, raquítica y jorobada; Juan, Andrés Febo, Martín Febo, Bonaventura y Carlos, varones, y Catalina, Isabela, Quiteria y Magdalena, mujeres, rehén esta última de los RR CC en la corte castellano-aragonesa donde falleció. El poder de su madre se hallaba a la sazón contestado por el tío de la reina, Juan de Foix, y por Isabel y Fernando de Castilla-Aragón apoyados en el conde de Lerín. Ya, desde la cuna, Enrique fue prometido, como medida diplomática, a la archiduquesa Isabel, de dos años, hija segunda de D.ª Juana la Loca. Pero, en 1512, al llegar el momento de concretar el futuro vínculo, Fernando el Católico, en vísperas de la conquista por la fuerza de Navarra, eludió el compromiso y trató de que Enrique le fuera entregado a modo de rehén, cosa que también trató el rey de Francia que ofrecía la mano de la princesa Renata. Como se sabe, todo este quehacer diplomático no era más que una cortina de humo para proceder a hacerse con el reino y en dicha carrera contra reloj el ganador fue el monarca aragonés Muy Cristiano y Católico. Orlada de carácter de Cruzada (contra el cismático Luis de Valois) la invasión de 1512, y excomulgada por el Papa la reina de Navarra, Enrique, junto con sus hermanos Francisco -que murió en la travesía precipitada de los puertos pirenaicos-, Ana, Catalina y Quiteria, se estableció con su madre en Salvatierra del Béarn y Orthez. También residía en Pau ya que su madre era además de reina de Navarra, duquesa de Nemours, de Gandia, de Mont Blanc, de Peñafiel, condesa de Foix, de Bigorra y de Ribagorza y señora del Béarn y de la ciudad de Balaguer. En 1515, Enrique y su padre residen en la Corte francesa donde reina Francisco de Angulema, con el que Enrique llegará a anudar una gran amistad y con cuya hermana Margarita casará en 1527. Una carta de 1516 lo describe como "bien sain et gaillart, et se fait grant et tout gentil et est fort aimé en ceste court de toutes gens; entre autres la Royne l'aime plus que chose du monde..:" (Mr de Laussan a Juan II, Lyon, 16 de mayo). El 12 de febrero de 1517, al morir la reina, Enrique pasa a heredar todos los títulos de su madre ya citados más los de Armagnac, Perigord, vizcondado de Tursan, Gabardan, Tartas y Limoges. A los tres años de ostentar la titularidad emprendió Enrique la tercera tentativa armada de recuperar el Reino de su madre. En 1521, aliado al rey de Francia Francisco I, trata de recuperar el reino, invadiéndolo con un ejército formado por navarros y franceses al mando de Andrés de Foix. El ejército liberador entra en la Baja Navarra tomando Donibane Garazi siendo los roncaleses los primeros en alzar la bandera de la independencia. En Donibane Garazi se presentaron al rey todas las fuerzas de la sexta merindad y Navarra entera se puso en movimiento. La ciudad de Pamplona / Iruña presenció escenas de aborrecimiento al usurpador. El palacio del Virrey fue saqueado y arrastrado por el lodo el escudo de los Austrias. Los regidores de la ciudad prestaron juramento al rey en la villa inmediata de Villava/Atarrabia (19 de mayo) y la fortaleza capituló seguidamente. Don Pedro de Navarra, hijo del mariscal prisionero en Simancas, provocó el alzamiento de la merindad de Olite; la de Tudela hizo lo mismo siguiendo a don Antonio de Peralta y los estelleses acometieron a la guarnición española obligándola a capitular. No sólo los agramonteses se juntaron al Rey; "mas aún muchos beaumonteses pasando los Pirineos, le salieron a recibir a tierra de Vascos" (Garibay). El mismo Conde de Lerín tuvo tratos con el Rey; dícese solicitó una entrevista con él y que no se llevó a cabo por no haber podido obtener un salvoconducto de vuelta. Es el caso que se ausentó a Castilla con algunos de sus secuaces, traidores resellados. El ejército liberador no podía encontrar obstáculo ante sí. Pero ahora también la empresa liberadora estaba llamada a fracasar. Álava, Gipuzkoa, Bizkaia y la Rioja se movilizaron en masa para ayudar al rey de España. Dueño Asparrós de Pamplona / Iruña puso sitio a Logroño que estaba defendido por don Pedro Vélez de Guevara, pero no pudiéndolo tomar seguidamente tuvo que levantar el cerco ante la amenaza del ejército que España amasaba en la Rioja y emprendió la retirada por Estella - Lizarra y Puente la Reina / Gares, siendo seguido de cerca por el ejército español cuyo núcleo lo constituían los guipuzcoanos al mando de Juan Pérez de Ainziondo, y los vizcaínos, al de Gonzalo de Butrón. Asparrós podía haberse metido dentro de los muros de Pamplona / Iruña, donde se hubiese juntado con seis mil hombres que venían a reforzar su ejército y dos mil gascones y navarros que acampaban en Tafalla al mando de Iñigo de Echauz y el señor de Olloqui, pero dejándose dominar de su irreflexivo arrojo e informado de que el ejército enemigo, aunque tres veces más numeroso que el suyo, se componía principalmente de milicias de infantería, le creyó capaz de resistir a su caballería pesada en campo abierto y aceptó la batalla. Parece que la caballería española fue pronto tomada por la enemiga, pero la infantería que Asparrós tenía enfrente estaba compuesta de gentes intrépidas. Puestos en vanguardia los guipuzcoanos, atacaron primero de frente y luego de flanco a las gentes de Asparrós y las rompieron cortándoles la retirada. Fue la última vez que en campo abierto ha flotado el estandarte rojo de Navarra. Aún había de tremolar sobre los muros de Amaiur y de Hondarribia, pero serian sus últimos restallidos al viento. Algunos de los navarros huidos del campo de Noáin (30 de junio de 1521) se apoderaron del castillo de Amaiur (Maya). Eran en número de unos doscientos. En julio del año siguiente un ejército del rey de España atacó la fortaleza; en él formaban el traidor conde de Lerín y los guipuzcoanos. Los sitiados, no recibiendo los refuerzos que habían. solicitado a don Enrique y habiendo los cañones y minas abierto brecha en los muros, tuvieron que capitular, agotados todo los medios de defensa y después de haber rechazado varios sangrientos asaltos durante cuatro días. La entrega se hizo según parece el 19 de julio de 1522. Hondarribia había sido ocupada por los navarros y gascones el 18 de octubre de 1521. La poseían en nombre del rey de Navarra. Allí se defendieron durante algún tiempo hasta que el gobernador Franget capituló el 29 de febrero de 1524. Asi perdió don Enrique II de Navarra las cinco merindades meridionales de su reino quedándose dueño de la sexta o tierra denominada Baja Navarra por abandono de la misma por el Emperador Carlos V en 1530. Allí instituye los "Estados Generales", análogos a los de Pamplona / Iruña, que luego se reúnen periódicamente en Donapaleu, Donibane Garazi o Labastide-Clairance. En Donapaleu establece la Corte Suprema de Justicia, la Cancillería del Reino y la Casa de la Moneda. Acompañando a Francisco I de Francia en las guerras de Italia cayó prisionero en la batalla de Pavía (1525) pero logró escapar (1527). Estaba casado con la célebre Margarita de Angulema. Murió dejando como heredera a Juana III de Albret, el 25 de mayo de 1555. Se halla enterrado en la catedral de Léscar. Ref. Boissonnade, P.: La conquista de Navarra. Edic. Ekin, t. III (Buenos Aires, 1961); Ortueta, A.: Navarra y la unidad vasca (Barcelona, 1931); Campión, A.: Navarra en su vida histórica (Pamplona, 1929 y Edic. moderna de Ekin); Magdalena Sáez Pomés: Enrique de Labrit, último príncipe de Viana, "Príncipe de Viana" n.° 21, 1945, 565-590.

Ainhoa AROZAMENA AYALA
v. BAJA NAVARRA, BEARN.