Udalak

MUTILOA

La iglesia parroquial de San Miguel es una construcción fundamentalmente barroca. Iniciada a fines del siglo XVI y continuada a principios del siguiente por Miguel de Apaeztegui, el hecho de que la construcción se hallaba en mal estado hizo que en 1739 se otorgara la pertinente licencia para las reformas planteadas por Ignacio de Ibero, consistentes en la erección de una torre, además de las portadas, bóvedas y coro. Martín José de Zumeta y Martín de Carrera serían los maestros que se encargarían de las obras. El fallecimiento del primero haría que en 1747 el propio Ibero y Miguel de Salezan examinaran lo ejecutado. Con posterioridad a esa fecha se concluiría la torre, además de efectuar las bóvedas y el arco del coro, encargándose de esas labores Atanasio de Izaguirre, quien las finalizaría en 1759. La iglesia presenta planta de salón, con bóvedas de crucería estrelladas. La torre, situada a los pies de la iglesia en su eje central, cuenta con un primer cuerpo que coincide en altura con el tejado de la iglesia, disponiéndose después un cuerpo intermedio y, finalmente, el campanario. Formada por cuerpos cuadrados superpuestos, en su concepción se impone el macizo.

El retablo mayor fue realizado por Francisco de Azurmendi entre 1771 y 1773. El propio autor modificaría los colaterales de Nuestra Señora del Rosario y San Pedro, confeccionados en 1678 por Domingo de Viquendi, a partir de 1773. Finalmente, sería en 1775 cuando Manuel Ignacio de Murua examinaría lo efectuado. Por lo que al primero se refiere, adopta planta curva y cuenta con un único cuerpo y remate. La escultura queda relegada a un segundo plano, toda vez que su calidad no es muy estimable. Se impone, por tanto, el desarrollo arquitectónico, hallándonos ante una obra de transición entre el barroco y el neoclásico, si bien se imponen los principios propios de este último periodo. Algo similar puede señalarse con respecto a los retablos colaterales, que se conciben casi como una extensión del mueble principal.

La casa consistorial es una construcción del siglo XIX. Es una sencilla construcción. Por otro lado, Etxezuri, Izuztei y la Casa Cural son también realizaciones destacables. En la localidad hay un molino, conocido como Errotatxo. En cuanto a las construcciones de carácter rural, conviene citar los caseríos Iparraguirre, que mantiene en su acceso un arco carpanel, Gaztañari Goikoa y Ugalde. Finalmente, conviene citar también la ermita de Liernia, donde se venera la Virgen de idéntica denominación.

Bibliografía:
  • Astiazarian Achabal, María Isabel: Arquitectos guipuzcoanos del siglo XVIII. Ignacio de Ibero, Francisco de Ibero, Donostia, Diputación Foral de Guipúzcoa, 1990, pp. 63-69.
  • Astiazarian Achabal, María Isabel: Arquitectos guipuzcoanos del siglo XVIII. Martín de Carrera, Manuel Martín de Carrera, Donostia, Diputación Foral de Gipuzkoa, 1991, pp. 11 y 13.
  • Cendoya Echániz. Ignacio: "Erretablo neoklasikoaren hasiera Gipuzkoan", Boletín de la Real Sociedad Bascongada de los amigos del País (1989), pp. 355-373.
  • Cendoya Echániz, Ignacio: El retablo barroco en el Goierri, Donostia, Kutxa, 1992, pp. 249-251.
  • Iparraguirre, Ignacio S.I.: Cinco villas del Alto Goyerri: Cegama, Cerain, Mutiloa, Idiazabal, Ormaiztegui. San Sebastián, Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián, 1975, 88 pp.
  • Isasa, Pedro; Linazasoro, Iñaki: Gipuzkoako Udaletxeen Marrazkiak = Dibujos de las Casas Consistoriales de Gipuzkoa, Donostia, Kutxa, 1995, pp. 142-143.
  • Peña Santiago, Luis Pedro: Las ermitas de Guipúzcoa, Navarra, Txertoa, 1975, 200 pp.
  • Urteaga Artigas, María Mercedes: Guía histórico monumental de Gipuzkoa, Donostia, Diputación Foral de Guipúzcoa, 1992, pp. 218-219.

  • Ignacio CENDOYA ECHÁNIZ
    Profesor de la U.P.V.-Euskal Herriko Unibertsitatea