Museo fundado en 1941, reorganizado en 1963 por la Diputación Foral de Álava; primitivamente instalado en el palacio de Ajuria-Enea, fue trasladado posteriormente al palacio de Agustí. Gestionado por el Servicio de Museos de la Diputación, cuenta con una plantilla de 20 personas, siendo su director Pedro Sancristóval (1987). En unas instalaciones de 1.700 m.², cuenta con servicios de Documentación, Biblioteca, Talleres y Salas de Conferencias. Los servicios de restauración y difusión dependen de los centrales de la diputación. Publica catálogos, revistas, carteles, libros y folletos. Entre sus colecciones destaca la capilla; las series de arte sacro; las tablas flamencas, que atestiguan las relaciones económicas y culturales entre Álava y Flandes en los ss. XV y XVI; la colección numismática, que abarca del s. III a.C. hasta el s. XIX y el «tesorillo» de Otaza (ss. XII-XIII). Respecto a la pintura, contiene interesantes muestras de las escuelas española e italiana de los ss. XVI y XVII. En cuanto a las escuelas vascas, destaca la obra de los pintores vitorianos Díaz de Olano, Gustavo de Maeztu y Uranga. La Fundación Amárica custodia la obra que Fernando de Amárica le legó. Se trata prácticamente de toda su obra. El Patrimonio Nacional del Estado español tiene depósitos notables, sobre todo de Salaverría; quizá la obra más importante del artista guipuzcoano: La Procesión del Corpus en Lezo. La Diputación Foral de Álava ha ido completando la colección primitiva. Sobresalen la obra de Juan de Echevarría, con figuras, paisajes y bodegones. Obras de los hermanos Zubiaurre, Regoyos, Baroja, Arteta, Uranga, etc., han ido incrementando la colección hasta convertirla en una de las más importantes del país. Contempla la colección del Museo toda la pintura de vanguardia que se produce en España desde los años cuarenta hasta nuestros días. Cataluña, representada por su maestros universales Miró y Tapies, entre otros. El Grupo «El Paso» de Madrid con obra importante de todos sus componentes tanto pintores como escultores, Saura, Canogar, Feíto, Millares, Viola, Ribera, etc. La obra figurativa de la Escuela de Madrid, tiene su sala: Palencia, Lozano, Redondela, etc. Y los independientes, Palazuelo, Aguayo, L. Muñoz, Guerrero, y tantos nombres imprescindibles en la historia del arte de la postguerra; Mompó, Julio Hernández, Sempere, etc. Por último, citaremos El hombre de la pipa de Picasso. Junto a ellos, el arte vasco de vanguardia. Los nombres entre otros de Balerdi o Zumeta, por Gipuzkoa; Ibarrola o Ramos Uranga por Bizkaia; Manterola o Salaberri por Navarra, dan idea del interés de la muestra pictórica. Mendiburu, los Alberdi, Basterrechea, entre los escultores más conocidos. Por último los alaveses, con el deseo de que no falte ninguno de los que han hecho las grandes rupturas: Ortiz de Elguea, Mieg, Plágaro o Álvarez Vélez entre los pintores. Josetxu Aguirre, Jesús Echeverría, entre los escultores. Ref. «Censo de Museos del País Vasco», (1987).