Udalak

MURUZÁBAL

En Muruzábal hay costumbre de celebrar desde tiempo inmemorial una fiesta infantil, el 6 de diciembre, día de San Nicolás. Los niños de la escuela recorren las casas del pueblo precedidos de uno de ellos, que, vestido de obispo, representa a San Nicolás, con dos de sus acólitos. Es costumbre que los niños de más edad, que asisten a la escuela, sean los protagonistas de la fiesta. El mayor de todos será el obispo, que irá tocado por una mitra y cubierto con capa pluvial. Al obispo le sigue un acólito, con el acetre de agua bendita y el hisopo, y otro más con la hucha de lata, para recoger los donativos de los vecinos. Este día, después de misa mayor, se revisten los chicos de sus hábitos, con gran alborozo, en la sacristía de la iglesia. Después de despedirse de San Esteban y de la Virgen, salen al exterior del templo, donde posan para los fotógrafos espontáneos, e inmediatamente se dirigen a la primera casa del trayecto; la Casa Parroquial. Allí hacen sus regalos y reciben los primeros donativos en metálico, cantando a coro esta canción: "San Nicolás coronado Arzobispo muy honrado, si no nos dan, no nos den, aquí no nos detendrán, porque somos escolanos, del Santo San Nicolás. Aleluya, Aleluya, celebremos todo el día, y en honra a San Nicolás, la meriendica caerá". Después, en medio de la chiquillería, siguen camino acercándose a todas las casas del pueblo, donde pasan la hucha, con la leyenda de "quien dé por San Nicolás cien años vivirá". Si en la casa hay animales, el cortejo festivo baja a la cuadra, y San Nicolás los bendice con el hisopo. En cada visita reciben nueces, castañas, manzanas, pastas y dinero. Rezaban un Padrenuestro ante la casa, San Nicolás bendice los animales, vuelven a cantar y dirigen sus pasos a otro sitio. Después celebraban la fiesta "sacándose" entre ellos el dinero al juego de "las chapas". (Ref. M. A. Beguiristáin; F. J. Zubiaur: La celebración de San Nicolás..., en "C. E. E. N.", 28, 1978).