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MONTEAGUDO

Restos romanos. Inscripción dedicada a Marte, que se encuentra actualmente en el Museo de Navarra. Es un ara de piedra de 0,72 por 0,37:MARTI INVICTO STATVTVS ARQV IO VSL M Taracena y Vázquez de Parga la interpretan así: MARTI IN/ VICTO. STAT/UTUS ARQU/IO/ V(OTUM) S(OLVIT) L(IBENS) M(ERITO). "A Marte invicto, Statuto Arquio cumplió gustoso su voto". Altadill en su obra "Vías...", p. 477-478 alude a construcciones romanas y a la calzada romana que va desde Cascante hasta Tarazona. [Ref. "P. de V.", 1946, n.° XXIV p. 432, 458].

Aforada por Alfonso el Batallador. Monteagudo fue conquistada a los árabes en 1114 por Alfonso I de Navarra y Aragón, quien le incluyó en el Fuero de Tudela, Cervera y Gallipienzo otorgado en 1117.

Acuerdo entre Aragón y Navarra. El 10 de febrero de 1209 se celebró en Monteagudo una conferencia entre Pedro II de Aragón y Sancho el Fuerte. En ella se acordó que cada uno de los reyes no recibiera como vasallos suyos los del otro sin previo consentimiento del rey respectivo, y que se ayudarían mutuamente en caso de que algún magnate se alzara con su castillo o diera lugar a algún conflicto.

Alcaides del castillo. Durante el siglo XIII se registran como alcaides de Monteagudo a Pedro Périz de Desojo (1270), Semeno de Montagut (1277) y, en 1294, Bernardo Berreres y Juan de Villanova. Durante el siglo siguiente figuran Juan de Agorreta en 1348 y Juan de Ulloz (1394).

El Señorío en la Baja Edad Media. Según consigna Yanguas y Miranda, en 1380 el rey Carlos II dio a Gonzalo Sánchiz de Mirafuentes, para durante su vida, toda la pecha y rentas que tenía en la villa de Monteagudo, con el bailío y con las calonias que acaesciesen de 60 sueldos abajo, en compensación de las 120 libras que tenía asignadas por sus caballerías. En 1423 el mismo rey, considerando que las mortandades habían reducido a los moros del lugar de Monteagudo de 50 ó 60 casas que solían ser, a ocho, les perdonó la mitad de ocho libras 8 sueldos y 6 dineros que le daban de pecha en cada año sobre las casas que habitaban, y la mitad de 6 cahices de trigo y 5 de cebada que también le pagaban de pecha. En 1429 Juan II, considerando los servicios que el Maestrehostal Mosen Floristán de Agramont había hecho a la reina en Sicilia, en Castilla y "en otras partes del mundo", le dio el castillo y lugar de Monteagudo, con todos sus términos, homicidios, sisantenas y multas foreras y arbitrarias, y la jurisdicción baja y mediana, excepto el mero imperio y alta justicia, para él y sus sucesores. Al mismo tiempo decía que estando tratado matrimonio entre Floristán y Leonor Franger, doncella de la reina, daba a la novia la tierra blanca, sotos y viñas, que tenía el rey en Cascante y los censos y quintas, y otros provechos, para hacer de ellos a su voluntad. En 1454 el mismo rey volvió a donar a Mosen Floristán de Agramont, y a Violante de Agramont su hija, el lugar y castillo de Monteagudo con todas sus rentas ordinarias de dineros y pan, las cuales había tomado el rey a su mano para pagar el sueldo de la gente de armas la cantidad de 1.000 florines, a Mosén Juan Pérez Calviello, señor de Malón.

El paso de las Grandes Compañías. Durante las luchas civiles entre el rey castellano Pedro I y el pretendiente a la corona Enrique de Trastámara, las compañías de mercenarios de Bertrand Dugesclin, alquiladas por Trastámara, pasan por el sur de Navarra en 1366, como aliados de Carlos II, saqueando a su paso, no obstante, varias villas de la Ribera, entre ellas Monteagudo, que dejaron asolada.

La Guerra Civil en Monteagudo. Tras la sublevación militar del 18 de julio de 1936, a fines de mes llega a Monteagudo la Guardia Civil; el día 25 destituye al Ayuntamiento, nombrando una Gestora presidida por Manuel Jarauta de Goicoechea. A instancias de la Guardia Civil es elegido jefe de las milicias locales el ex-alcalde Azagra; el Centro Obrero es asaltado, las tres maestras-Concepción Adrián Arévalo, Suceso Cano Aguinaga y Leonor Gómez de Quintana- son destituidas, acusadas de apoyar a la UGT.Azagra renuncia a su puesto y se forma una Junta de Guerra compuesta por Fermín Sola, Mariano Ochoa y Tomás Azagra. En agosto, la represión llega a su punto más alto. Son asesinados, entre otras muchas personas, Emilio Jarauta; Tomás Clavijo, responsable de UGT; Pablo Planillo, de la Junta de UGT; el concejal Francisco Muñoz y Jesús Jarauta. La Junta de Guerra se quedó con la cosecha que los socialistas habían obtenido de las pocas tierras del marqués de San Adrián que habían conseguido trabajar. [Ref. J. J. Virto y V. M. Arbeloa: "La Cuestión Agraria en Navarra", "P. de V.", 1985; Altaffayla Taldea: "Navarra 1936", Tafalla, 1986].

Fusilamientos. Como consecuencia de la represión fueron asesinadas 15 personas de esta localidad: Tomás Clavijo Soria, Tomás Clavijo Ullate, Cecilio Cornago, Emilio Jarauta Rodríguez, Bonifacio Marcínez Tabuenca, Aquiles Morales, Javier Muñoz Torrellas, Francisco Muñoz Torrellas, Cecilio Muñoz Ullate, Eugenio Muñoz Martínez, Pablo Planillo García, Ramiro Planillo Jiménez, Demetrio Planillo Jiménez, Julio Tomás Ochoa y Santiago Ullate Ochoa. (Ref. NGI).