Se trata de un conjunto de minas ubicadas en el término de Oiartzun (Gipuzkoa), en la base de las Peñas de Aia. El centro humano de las minas se halla situado según las coord: longitud 1º 52' 55", latitud 43º 17' 00". Para llegar a ellas se sigue por la carretera que lleva desde Oiartzun a Lesaka; una vez pasado Ergoien, cuando la carretera comienza a ascender, hay una bifurcación parocular a la izquierda, que lleva a las minas. La explotación data de antiguo, variando los minerales extraídos según la época. Los filones están insertados en una formación paleozoica compuesta de pizarras silíceo-arcillosas; éstos se extienden en la dirección Norte Noreste - Sur Suroeste con fuerte tendido Sur Sureste y su potencia varía entre los 3 y los 13 o más metros. Se trata principalmente de varios criaderos de minerales de hierro, con blenda y galena. La explotación la podemos dividir en tres partes, según las épocas:
Explotación inicial
La primera referencia histórica proviene de Strabón, al hablar en su "Geographica", de la polis de Oiasso, situada entre Pasajes y Oyárzun; de esta población no ha quedado rastro, a pesar de que se señala como de gran importancia. De aquí se deduce que el interés depende de la explotación minera próxima. Los trabajadores fueron prisioneros aquitanos ya distinguidos en el arte de la minería; los naturales del país no intervinieron por su incompetencia en este trabajo y por estar en paz con Roma. Por el volumen de labor realizada se calcula que debieron intervenir unos 600 hombres durante más de 200 años. La excavación se llevó sin método ni plan fijo: se arrancaba la galena argentífera, único mineral que se explotaba, allí donde estuviese, y se transportaba al exterior por el lugar más cómodo; de aquí que el conjunto de galerías sea una complicada red absolutamente irregular. El procedimiento de extracción variaba según el tipo de roca: los materiales duros se calentaban con grandes cantidades de leña y seguidamente eran resquebrajados con agua fría; los menos duros eran extraídos mediante labor de pico; esto explica la regularidad de las paredes y techo de las galerías.
Explotación histórica
Es probable que después de la marcha de los romanos hayan continuado la extracción los naturales del país para obtener el hierro necesario en las ferrerías. En 1791 obtiene D. Josef Antonio de Sein Real Cédula de concesión para explotar una mina de plomo en término de Oiartzun.
Explotación moderna
En la primera mitad del siglo pasado la concesión de la mina recae en la Real Compañía Asturiana de Minas, quien la conserva hasta la actualidad. El trabajo ha sufrido muchos altibajos en toda esta época y el coto ha sido arrendado sucesivamente a diversas compañías. Fue construido un ferrocarril minero de 8 kms. desde las minas hasta el puerto de Pasajes y se explotaron cuatro filones de carbonato de hierro: San Joaquín, Gaztelu, Cuarenta y Treinta. Se extrajeron en este coto en 1907 57.000 toneladas de mineral calcinado, que en 1908 bajaron a 23.000 Tm. El carbonato se calcinaba en ocho hornos, construidos al pie de la mina, con una capacidad de 25 a 30 Tm. diarias. En 1967 desaparece el ferrocarril que es sustituido por una carretera. Hoy (1969) se aprovecha el plomo y sobre todo el cinc.