Militarrak

Mazarredo y Gómez de la Torre, Francisco

General del ejército español nacido en Bilbao en 1772. Murió en Madrid en 1845.

Tomó parte en la guerra contra la República Francesa en 1793 al mando de una compañía de los tercios de Vizcaya, pero muy especialmente a las órdenes del General Gabriel de Mendizábal en su ataque en las proximidades de Bergara. Apenas desaparecidos los efectos de esta guerra sobreviene la invasión napoleónica en 1808 donde Mazarredo da de sí no solamente su persona sino también su fortuna, ya que contribuyó poderosamente a cubrir los gastos de guerra, incorporándose al regimiento de Infantería de Africa. Levantó a sus expensas un regimiento de tres batallones que denominó "Voluntarios de Borbón". Tomó el mando de un regimiento con la categoría de coronel con previa renuncia al sueldo correspondiente. Corrió además a su cargo el gasto de vestuario, correaje y armamento.

Al mando de uno de sus batallones concurrió a la defensa de la Puerta de Alcalá y Buen Retiro de Madrid evitando gracias a su acción que pasaran a cuchillo a unos 2.000 hombres entre tropa y paisanaje, mediante firma de una capitulación. En cuanto a Mazarredo atañe, salió al mando de la retaguardia del ejército dedicándose en Málaga a la reorganización de su tropa, lo que le ocasionó gastos enormes a su cargo. En agosto de 1809 pasó a Cádiz al mando de su regimiento uniéndose al duque de Alburquerque. En 1810 es ascendido a brigadier. En 1815 se veía precisado a recibir sueldo por el estado lamentable de su fortuna. En 1822 se le ve en Bizkaia como mando militar. Una de sus primeras intenciones fue batir a una poderosa facción realista en Legutiano.

Se le ve después al mando de una brigada. No dura mucho su estancia en Bizkaia pues se le ve de nuevo en tierras andaluzas, en Granada, mandando una división volante que sofoca en Cazorla una rebelión importante de por lo menos una división. En 1823 tiene lugar el combate de Guarda-Ortuna donde sufre una caída de su caballo y fuertes contusiones. Todavía le toca desempeñar algunos importantes cargos culminando sus andanzas militares con el ascenso a mariscal de campo.