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Lopidana

  • Parroquia de la Purificación de Nuestra Señora

La parroquia de Lopidana es un templo románico tardío de planta de salón de dos tramos y una cabecera recta, levantada originalmente en el primer tercio del siglo XIII, pero como todas las iglesias, intervenida en los siglos posteriores. Exteriormente es una construcción sobria con una rústica torre cuadrada. Lo más interesante de la arquitectura son los magníficos ventanales y una portada románica, que se encuadran dentro de la órbita de trabajo del taller escultórico de la Basílica de Nuestra Señora de Estíbalitz.

La portada, ubicada en el lado sur y cobijada bajo un sencillo pórtico, es de arco ligeramente apuntado y tiene varias arquivoltas: dos baquetonadas y otra decorada con unas hojas de acanto geometrizadas realizadas con detallismo y finura. El arco se apoya en tres columnas a cada lado con capiteles vegetales perforados con trépano, cuyos fustes están esculpidos con encestados y retículas de flores, motivos decorativos éstos que podemos encontrar en Estíbalitz y en todas las iglesias encuadrables en su estilo, como Luko, Nanclares de Gamboa, Argandoña o Hueto Arriba, entre otros. Estos encestados tienen una talla muy fina y profunda, lo que crea un efecto de claroscuros de gran valor plástico.

Las ventanas de la cabecera son de arco más apuntado y más ligeros en cuanto a su decoración, ya que la escultura se reduce a los capiteles y a las ménsulas. En ellas se pueden ver unas aves libando de unas copas, unos animales comiendo de un árbol, algunos seres híbridos entre animales y humanos y unos rostros humanos con tallos salientes de su boca, motivo éste que se repite en las iglesias románicas anteriormente citadas. También se han tallado rostros humanos masculinos y femeninos enfrentados, ellos con el pelo suelto y ellas con un barbuquejo.

Otros elementos románicos de la arquitectura se encuentran en el interior del templo. Se trata de los capiteles del arco toral, que representan a un hombre sentado entre ramaje, un toro atacado por varios perros, y al otro lado, un jabalí y otro hombre sentado.

Las bóvedas que cubren el espacio interior son algo posteriores al templo. La de la cabecera es sexpartita, y en los tramos, crucería simple en el primero y de terceletes en el segundo. Todas ellas tienen unas claves interesantes que a pesar de estar repintadas, conservan aún sus cualidades escultóricas y restos de policromía original. La clave de la cabecera representa a la Virgen con el Niño y dos ángeles, éstos sujetando unas cartelas con inscripciones en letras góticas, y en el primer tramo se encuentra la clave con el relieve del apóstol San Bartolomé, portando un gran cuchillo y un libro y pisando al demonio. Estas dos claves debieron ejecutarse hacia 1500 y aunque se desconozca el nombre del escultor se le ha atribuido al llamado "Maestro de las alas de alambre", autor asimismo de las claves de Arbulo y del coro de San Juan de Laguardia.

Las claves de la bóveda del segundo tramo son posteriores y representan a San Pedro, San Pablo, Santiago el Mayor y San Andrés, y ostentan además unas armas de los Lopidana, sin duda fruto del patrocinio que ejercieron algunos miembros de este linaje en su construcción.

Lopidana

El retablo mayor de la cabecera es en su mayor parte de principios del siglo XVII y de estilo romanista, pero muy intervenida en 1774, fecha en la que se le añadieron el nicho de la Virgen titular y el ático de tableros pintados que desmejoran el conjunto. En este ático se ubica el Calvario, compuesto por Cristo Crucificado, la Virgen Dolorosa y San Juan, buenas tallas del siglo XVI y seguramente procedentes de un retablo inacabado. La titular de este retablo es una Andra Mari sentada en su trono con el Niño en brazos, notablemente repintada y con coronas postizas, fechable en el siglo XIV. Por lo que se ve, el retablo se compone de elementos de diversas épocas, lo que es indicativo de los escasos medios económicos de los que disponía esta parroquia.

La parte romanista del retablo es la arquitectura del banco y del primer cuerpo, el sagrario, los relieves del banco y los del primer cuerpo. En la estructura arquitectónica destacan las columnas entorchadas y con éntasis, y las ménsulas ganchudas decoradas con una hoja y motivos geométricos entrelazados, plenamente romanistas.

El sagrario es un mueble litúrgico de dos cuerpos, el inferior cerrado a modo de relicario para conservar la Eucaristía, y el superior abierto para exponerla ante los fieles, tal y como dictaron las disposiciones del Concilio de Trento que potenció la devoción eucarística. En la puerta del sagrario se encuentra el tema de Cristo Eucarístico en el que la figura aislada de Cristo, sentado ante la mesa, bendice el pan y el vino e instituye el Sacramento de la Eucaristía acompañado de dos ángeles arrodillados. A los lados tiene relieves de San Pedro y San Pablo. El mueble es una microarquitectura de planta curvada y sus columnas presentan decoración vegetal en bajorrelieve.

En el banco del retablo están los cuatro evangelistas emparejados. A un lado San Lucas y San Mateo, y al otro San Juan y San Marcos, concentrados en la redacción de los Evangelios. En el primer cuerpo, a los lados de la Andra Mari, se encuentran relieves narrativos de la vida de la Virgen, como son la Anunciación y la Visitación. Todos estos relieves, plenamente romanistas, tienen la fortaleza física y la exaltación anatómica que caracteriza a este estilo. Los plegados de las vestiduras son amplios y algodonosos, los rostros serios y con los labios apretados, los cabellos voluminosos y acaracolados, y las composiciones son las repetidas por los artistas de esta cronología en toda la geografía alavesa.

En la nave del templo hay dos retablos laterales de estilo neoclásico realizados en 1780 y policromados en 1782 por Manuel Rico, dedicados uno a San José y el segundo a San Isidro, patrón de los labradores. Ambos retablos tienen traza idéntica. Se componen de un único cuerpo de columnas jónicas acanaladas y un ático rematado en frontón curvo.

  • LÓPEZ DE OCÁRIZ ALZOLA, José Javier. "Románico". GONZÁLEZ DE SAN ROMÁN, Miguel (dir.). Vitoria-Gasteiz en el Arte. Vitoria-Gasteiz: Gobierno Vasco, Diputación Foral de Álava, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, 1997, vol. I, pp. 190-191.
  • LÓPEZ DE OCÁRIZ, J. Javier. Pays Basque Roman: Álava, Biscaye, Guipúzcoa. La Pierre-qui-Vire [Francia]: Zodiaque, 1997. (La Nuit des Temps; 87). Pp. 265-266.
  • PORTILLA VITORIA, Micaela Josefa. Catálogo monumental Diócesis de Vitoria. La llanada alavesa occidental. Vitoria-Gasteiz: Obra cultural de la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria, 1975, tomo IV, pp. 487-490.
  • UGALDE GOROSTIZA, Ana Isabel. Una mirada al cielo. Iconografía de las claves de bóveda de la Diócesis de Vitoria. Vitoria-Gasteiz: Arabako Foru Aldundia, Kultura, Gazteria eta Kirol Saila = Diputación Foral de Álava, Departamento de Cultura, Juventud y Deportes, 2007, p. 408.

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