López de Dicastillo Gorricho, Jesús

Jesús López de Dicastillo Gorricho (Barbarín, Navarra, 28 de enero de 1951), es ingeniero, escritor, reportero y aventurero. Considerado uno de los mayores trotamundos que ha dado su país, fue una de las primeras personas del mundo en realizar viajes en bicicleta de larga duración, distancia y en lugares remotos, y el primero de nacionalidad española, recorriendo en 1981 sin dinero y por dos años más de 30 000 kilómetros por la ruta de los conquistadores, desde México hasta Brasil pasando por tierras de 16 naciones. También realizó viajes pioneros a pie, recorriendo en un segundo viaje, desde 1983 a 1985 a través de la cordillera andina, por Perú y Bolivia, siguiendo los caminos de los incas, llegando también a la zona amazónica, y conviviendo con innumerables tribus indígenas, campesinos y mineros, más de 7 000 kilómetros a pie. Seguidamente, se internó en la Amazonia para estudiar los fenómenos chamánicos y sus rituales. Tras esto, y por más de 10 años hasta asentarse en 1995 en Puerto Bermúdez junto a indígenas Asháninka, una pequeña aldea de la selva peruana donde en 1997 fundó el “Albergue Cultural Humboldt”, siguió viajando ininterrumpidamente por toda Latinoamérica, recorriendo sus senderos, escalando sus montañas y navegando sus ríos.

Fue director y presentador del histórico programa Dr. Livingstone, supongo de la EITB, el programa con entonces más audiencia de la cadena. Su trabajo periodístico se desarrolló como redactor jefe del diario peruano Ímpetu y como cronista en otros periódicos peruanos como La República o El Sol así como del Diario de Navarra. Asimismo, ha sido colaborador habitual en programas de radio como Levando anclas de Radio Euskadi en el que participa desde 1984, conferenciante en salas de cultura, escuelas y universidades y director de dos series televisivas sobre Perú y Ecuador: “Esplendor y miseria de los Hijos del Sol" y "Apocalipsis Amazonia". Creó sus propios programas radiales “Cultura y democracia”, “La voz del pueblo” y “La casa de la palabra” en plena selva peruana para promover la cultura, la educación de la población y el respeto por la naturaleza, los bosques y la fauna.

Fruto de sus aventuras publicó tres libros: “Sudamérica, crónica de un viaje en bicicleta”, obra con la que comenzó a consagrarse como uno de los reporteros más incisivos y lúcidos de América Latina; “Los Andes. Crónica mágica de Perú y Bolivia”, libro con el que obtuvo el primer premio del certamen literario Manuel Iradier del Gobierno Vasco y “Ayahuasca, la soga de la muerte. Relatos de la Amazonia”, siendo ésta una de las primeras crónicas sobre la ayahuasca escrita en español. Su pasión por la lectura le llevó a crear el “Club de lectores Humboldt” y a promover certámenes literarios con el objetivo de difundir la lectura de libros entre los jóvenes y adultos, en un entorno donde la población nativa de la selva sufre de una alta tasa de analfabetismo y de drogadicción. Es un defensor acérrimo de los derechos indígenas y de la selva amazónica y ha trabajado por muchos años en colaboración con la Federación de Pueblos Asháninkas para crear modelos económicos alternativos al narcotráfico o la deforestación.

Sus innumerables aventuras y trabajos periodísticos le han llevado a vivir circunstancias de toda índole; ya sea ser acusado de pertenecer al grupo terrorista maoísta Sendero Luminoso, a infiltrarse en un banquete privado entre políticos y altos funcionarios del Perú, a ser secuestrado por la policía boliviana, a lidiar con cocaineros y militares corruptos, a convivir con grupos indígenas de la Amazonia y los Andes, a expedicionarse en la profundidad de la selva en busca de “El Dorado” o “Paititi” siguiendo los planos del padre Polentini, a entrevistar a ilustres personajes como el escritor y ahora premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa, la arqueóloga y matemática estudiosa de las líneas de Nazca María Reiche o la última persona que vio con vida a Salvador Allende y a afrontar las amenazas y censuras de las autoridades por sus denuncias y declaraciones mediáticas. Su obra, sus crónicas e intervenciones mediáticas han influenciado nuevas generaciones de viajeros y aventureros.

Biografía temprana y primer viaje

Amamantado en la época de la postguerra en un ambiente de frailes y militares, estudió ingeniería y consiguió un trabajo como jefe de departamento en la empresa automovilística Citroën de Vigo, trabajando allí durante varios años. Sin embargo, y a pesar de tener un oficio bien remunerado y estable, padecía de graves depresiones derivadas de su plena dedicación a la fábrica, en – como recoge una de las primeras notas de prensa sobre sus viajes publicada en el periódico El País - un ambiente lobotomizado entre cuatro paredes de cemento donde sus compañeros de trabajo se asimilaban más a autómatas que a personas. Jesús, - y como manifiesta en su libro – insatisfecho, harto de la angustia que sentía en una sociedad en la que impera el consumismo y la deshumanización como seña de su idiosincrasia, cansado de la alienación que sufría en una gran fábrica automatizada, decidió un 10 de febrero de 1981 dejarlo todo para encaminarse en un viaje sin fecha de retorno con destino a América.

Acompañado de un amigo, también Jesús, compañero de escaladas pirenaicas, aterrizó en México D. F., compró una bicicleta y comenzó su ruta desde la plaza del Zócalo de la ciudad de México D. F., diciendo adiós a su pasado y dando comienzo a su nueva forma de vida. Este viaje duraría unos dos años, desde comienzos de 1981 hasta el 20 de octubre de 1982, desde México D. F. hasta Brasilia, 30 000 kilómetros y 600 días por tierras de 16 países.

Este fue uno de los primeros viajes de esta clase que se realizaba en el mundo. En ese entonces, los viajes cicloturistas se realizaban cubriendo pequeños recorridos entre regiones vecinas, de unos días o semanas de duración, y se desconocía la existencia de ningún viaje de similares características llevado a cabo por una persona de nacionalidad española. Cabe destacar el gran mérito de este viaje, puesto que con un presupuesto muy limitado (300 pesetas diarias), una bicicleta de la marca Benotto sin sistema de cambios y en unas comodidades muy alejadas a las actuales, la tecnología de alforjas y material de transporte de útiles diarios aún estaba por desarrollar (los útiles fueron transportados sujetos en la parrilla trasera y en una cesta delantera), se logró unir una quincena de países cruzando selvas, altas cordilleras y desiertos sufriendo todo tipo de adversidades climáticas y conflictos políticos.

El viaje les resulta dificultoso, atraviesan toda clase de complicaciones, pero se sienten recompensados por la cantidad de lugares de ensueño que conocen. Jesús López de Dicastillo es el único en poder completarlo, concluyendo el viaje en Brasilia cuando su amada bicicleta se hace pedazos. Desde entonces, su vida quedaría ligada a Latinoamérica y los viajes, sintiendo la especial necesidad de seguir recorriendo aquellos parajes de una forma más lenta y pausada que le permitiera poder admirar la belleza que presenciaban sus ojos.

Sus vivencias quedan recogidas en su primer libro, “Sudamérica, crónica de un viaje en bicicleta”, elaborado a partir de los diarios personales escritos por López de Dicastillo durante el viaje, y publicado en 1985 a escondidas por su hermano Luis cuando Jesús se encontraba en su segundo viaje. Este libro tendría una considerable influencia sobre nuevas generaciones de cicloturistas y le pondría a pie de cañón como uno de los cronistas de América más relevantes de su época.

Segundo viaje

Tras acabar su primer viaje en Brasilia, Jesús regresó a Pamplona para rehacerse y poner miras a su segundo viaje latinoamericano. Con un regusto amargo por no haber podido transitar por la Cordillera de los Andes de la forma que le hubiera gustado, decidió embarcarse en un largo viaje a pie por los Andes de Perú y Bolivia, viaje que duraría 630 días, entre (15-12-1983) y (5-9-1985), recorriendo más de 7 000 kilómetros con sus propios pies como única vía de transporte.

Acompañado de un bastón y una mochila, Jesús siguió los antiguos caminos incas amaneciendo cada día en un lugar diferente, y compartiendo tiempo con campesinos y mineros, llegando a aprender algo de quechua. Este viaje lo iniciaría junto a Alexander Neirgberg, alias Sacha, un ruso nacionalizado belga al que conoció haciendo auto-stop en la ciudad de Vitoria-Gasteiz, el cual abandonó su trabajo como informático en Bruselas para acompañar a Jesús en su viaje.

Durante este periplo, Jesús y su compañero viven todo tipo de experiencias. Las circunstancias en aquel entonces no eran nada fáciles en Perú ya que el grupo terrorista Sendero Luminoso había comenzado una violenta revolución, la cual tuvo especial presencia en las zonas andinas. En tal tesitura, Jesús y su amigo deciden centrar su atención en conocer la cordillera más larga del mundo y en enamorarse de su naturaleza, aunque no sin situaciones críticas. En una de ellas, los viajeros son acusados de ser senderistas, por lo que Jesús y Sacha tratan despejar dichas acusaciones y evitar a toda costa que relacionen a Sacha con la KGB rusa. Afortunadamente, Jesús y Alexander salen airosos pero no mucho más tarde Sacha recibe la desafortunada noticia de que su novia había sido violada en Bélgica por lo que debe dejar solo a Jesús en su viaje. No obstante, Jesús también sufre todo tipo de penurias, como cuando fue secuestrado por la policía boliviana en la ciudad de La Paz. Finalmente, tras 630 días de viaje y habiendo conocido a todo tipo de personajes, (como a Alán García, futuro presidente del Perú) Jesús concluye el viaje en la ciudad de Lima el 5 de septiembre de 1985.

Estas vivencias quedaron plasmadas en su segundo libro, “Los Andes. Crónica mágica de Perú y Bolivia”, publicado en 1986 y con el que Jesús obtuvo el primer premio del certamen literario Manuel Iradier del Gobierno Vasco y con el que se consagró como uno de los reporteros más lúcidos de Sudamérica, y un fiel defensor de los derechos indígenas.

Tercer viaje

Después de un pequeño paréntesis desde su último viaje, el 19 de febrero de 1987 Jesús aterriza de nuevo en Lima, Perú. Era su tercera expedición al país. Su objetivo esta vez era descender el río Amazonas, desde su nacimiento en el Nevado Ampato hasta la ciudad de Belén, la isla de Marajó, 6 800 kilómetros de navegación. Para ello, planeaba construir su propio bote.

Sin embargo, al poco de comenzar el viaje, un alemán le robó todo su dinero y equipo fotográfico, frustrando su plan. Jesús se encontraba en un apuro, ahora necesitaba encontrar alguna forma de subsistir y recuperar el dinero que le habían robado. No obstante, gracias a su astucia y a la ayuda de su amigo Félix Álvarez, Azofra, él y Félix se infiltraron en un banquete privado en una mansión ubicada en una de las zonas más exclusivas de Lima, Las Casuarinas, comandada por Dionisio Romero, en aquel entonces Director del Banco de Crédito de Perú. En dicha reunión, Jesús gracias a su elocuencia consiguió un puesto de trabajo como redactor jefe del periódico Ímpetu. Por lo tanto, Jesús se mudó a Pucallpa, ciudad amazónica y sede del diario en el que ahora trabajaba.

Mientras era redactor jefe, Jesús trató de convertir el periódico en un medio de difusión de la cultura que inspirara la reflexión y promocionara el pensamiento crítico, eliminando las secciones dedicadas a la “prensa rosa” e incluyendo contenido cultural y de crítica en contra de los abusos y la mala gestión de las autoridades. Sin embargo, pronto comenzarían las amenazas, llegando a recibir amenazas de muerte y de quemar la sede del periódico.

De nuevo, con sus planes frustrados, Jesús aprovechó el estar en una ciudad amazónica con una larga tradición de chamanismo y curandería para estudiar estos fenómenos con detalle. Así pues, comienza una serie de viajes e investigaciones por la selva amazónica en busca de los misterios que esconde el brebaje de la ayahuasca, asistiendo a diferentes liturgias e incursionándose en la profundidad de la selva.

Estas investigaciones, recogidas desde un punto de vista etnográfico y antropológico, son recopiladas en su tercer libro “Ayahuasca, la soga de la muerte. Relatos de la Amazonia”, autoeditado en 1992, siendo éstas unas de las primeras experiencias sobre las liturgias de la ayahuasca escritas en español.

Etapa como presentador y reportero

Durante todo este tiempo, Jesús López de Dicastilllo vivió como cronista de viajes para el periódico La República y El Sol del Perú y también para el Diario de Navarra. En 1988 fue invitado a la televisión vasca, al programa Dr. Livingstone, supongo a hablar de sus aventuras y viajes por Sudamérica. Fue presentado como un “avezado aventurero entre iles indígenas en los confines del río Amazonas”. Jesús, colérico por semejante presentación, a su juicio extremadamente banal y prejuiciosa, estalló en furia y redirigió el episodio, haciendo una exhibición de sapiencia y carisma que conquistó a los directores y al publicó, lo que le valió nada más terminar de grabar el capítulo una oferta para dirigir y presentar el programa durante toda una temporada, oferta que aceptó.

A lo largo de su etapa como director y presentador de Dr. Livingstone, supongo, Jesús consiguió elevar el programa al programa más visto de la cadena. En cada capítulo, Jesús, deslenguado y sin tapujos, levantaba ampollas con sus duras críticas y reflexivos discursos. Al día siguiente de la emisión, el programa acaparaba titulares y la mayoría de cartas al director en los periódicos.

No obstante, antes de firmar el contrato, Jesús fue advertido de que no podía criticar determinados colectivos y entidades, o en caso contrario sería despedido. Y así fue, la carrera de Jesús como presentador de Dr. Livingstone, supongo fue estratosférica al igual que fugaz, presentando y dirigiendo 13 capítulos. Algunos de los capítulos fueron rodados durante el verano de 1988 en Perú, donde Jesús junto al periodista Roge Blasco y el cámara José Mari Salinas recorrieron sin parar el país durante cuarenta días y cuarenta noches, por montañas y templos de culturas preincas, y zonas marginales de Lima y Arequipa. En ese tiempo, entrevistaron a ilustres personajes peruanos como la matemática alemana María Reiche que dedicó su vida al estudio de las líneas de Nazca o el escritor y por entonces comprometido con la política Mario Vargas Llosa, además de campesinos, obreros, políticos y sindicalistas.

De igual manera, Jesús fue asiduo conferenciante en salas de cultura, escuelas y universidades, de Perú y España, así como colaborador habitual de diferentes programas radiales. Fue también director de dos series televisivas sobre Perú y Ecuador titulados “Esplendor y miseria de los Hijos del Sol" y "Apocalipsis Amazonia".

Establecimiento en la Amazonia peruana y fundación del Albergue Cultural Humboldt

La estancia de Jesús como presentador de televisión y autor de documentales fue un paréntesis en su dilatada carrera como trotamundos. Tras dejar Euskal Telebista, Jesús reanudó sus viajes por Sudamérica viviendo infinidad de experiencias, hasta que en 1995 con 44 años decidió que era momento de establecer una residencia fija, en la que, al menos, pasar parte de su tiempo.

El lugar elegido para este propósito fue la aldea de Puerto Bermúdez, ubicada en plena Amazonia peruana, en el corazón del Perú. Jesús ya conocía esta pequeña localidad de antes, puesto que en febrero de 1984 cuando remontaba el río Pachitea hacia la tierra de las campas donde se asientan los indios del Gran Pajonal, siguiendo la ruta de Fitzcarrald, topó con ella. En aquel entonces solo se podía acceder a Puerto Bermúdez mediante avioneta o barca, ya que la carretera que se construyó durante el mandato del presidente Fernando Belaúnde que cruza las yungas conectando el municipio de Puerto Bermúdez no sería realidad hasta 1988.

Jesús, maravillado por la exuberante naturaleza y los nativos Asháninka de aquel lugar, pueblo en el que casualmente ya había conocido a otros dos navarros (un desertor de Europa que en Pto. Bermúdez mantenía un pequeño bar y un misionero), adquirió una parcela junto al río Pichis-Pachitea y comenzó a construir junto al bilbaíno Raúl Rubio, un joven aventurero al que conoció y le gustó la idea de asentarse en Pto. Bermúdez, un albergue en el que poder recibir científicos y aventureros de todo el mundo y que sirviera como plataforma para difundir la importancia de la cultura y la protección de la naturaleza.

El albergue fue construido por sus propios medios y utilizando material de la zona, a base de esfuerzo y diversas heridas, hasta que un día especial para cualquier navarro, el día de San Fermín de 1997, dieron su obra por terminada: una casa palafito de madera de dos pisos y arquitectura ashaninka, con vistas al río y la Cordillera San Matías y El Cira. Lo bautizaron como “Albergue Cultural Humboldt”, en honor al célebre naturalista y geógrafo prusiano. Junto a la casa plantaron un frondoso jardín, repleto de exuberante flora, basado en los diseños de los jardines que hizo el propio von Humboldt. En el año 2000, Raúl se enamoró de una canadiense y se fue a Canadá a vivir con ella.

Desde entonces y hasta recientemente, Jesús ha recibido infinidad de científicos y viajeros de todo el mundo. También le ha tocado vivir diversas vicisitudes. Al comienzo, y hasta ganarse la confianza de los nativos, recibió todo tipo de acusaciones; algunos apuntaban a que era narcotraficante, otros a que era un extractor de diamantes, y otros a que era el pishtaco, un personaje mitológico que asesina indígenas para comerse su grasa. Después, vio como el prístino paisaje que hasta entonces conocía era deforestado, y como se fueron asentando las mafias del narcotráfico y las madereras ilegales, al igual que la corrupción política.

Jesús, en contra de esto, y con las autoridades como enemigas, realizó varios programas radiales como “Cultura y democracia”, “La voz del pueblo” o “La casa de la palabra” en los que difundía la importancia de conservar la biodiversidad y la cultura y lanzaba fuertes críticas contra las autoridades y su corrupción. Sin embargo, los programas acabaron siendo cerrados. Las autoridades amenazaron a las emisoras con retirarles la financiación si no daban fin a dichos programas, o directamente los censuraban.

Por otra parte, Jesús ha sido un gran promotor de la culturización de los indígenas y de la población nativa, a través del albergue y del programa radial el “Club de lectores Humboldt”, la plataforma de préstamo gratuito de libros homónima y talleres de lectura en los colegios de jóvenes y niños.

Asimismo, es un defensor acérrimo de los derechos de los indígenas y de la selva amazónica, habiendo trabajado por muchos años en colaboración con la Federación de Pueblos Asháninkas y otras entidades sin ánimo de lucro para crear modelos económicos alternativos al narcotráfico, la deforestación de la selva, el tráfico de animales y en contra del abuso hacia los pueblos indígenas.

Desde 2017, el albergue se encuentra cerrado y solamente recibe visitas de amigos y familiares.

Bibliografía

101viajes (2013). Viajeros en bicicleta de largo recorrido. Artículo publicado en la web de viajes yoquierosercomotu.com, 21 de julio de 2013.
Aguilar-Gómez, César (2020). BIÓLOGO EN SALSA VERDE. VIAJE A LOS BOSQUES
NUBLADOS DEL PERÚ. Logroño: Ediciones Emilianenses. 286 p.
Barandiaran, Alberto (1992). Naturarekiko azken lotura Amazonia da. Jesus Lopez de Dicastillo-ri elkarrizketa. Nafarkaria, 1992ko maiatzak 29, II. Urtea, 26. Zenbakia.

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Biografía temprana y primer viaje

Segundo viaje

Tercer viaje

Etapa como presentador y reportero

Establecimiento en la Amazonia peruana y fundación del Albergue Cultural Humboldt

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