Esta localidad fue una antigua encomienda-hospital, designada por el cartulario de Bayona con el nombre de Ecclezia de Bono-Loco, en 1186 En varias cartas del cabildo de Bayona se le cita, en 1498 y 1518, como Notre-Dame de Bonloc. La casa Serorateia acogía a los peregrinos rumbo a Compostela. En el siglo XVIII la encomienda de Bonloc constaba de veintiún casas que poseían, a título de colonos, una porción de tierra cada una. La parroquia dependía de la abadía de Roncesvalles. El comendador, en nombre del abad de dicho monasterio, presentaba al párroco de Hasparren, hasta el cambio concertado, entre los obispos y cabildo de Bayona por una parte, y los abades y cabildo de Roncesvalles por otra. Por bula de Clemente XI del 25 de febrero de 1711, el cargo de párroco fue declarado de nominación del obispo de Bayona. Era párroco de la localidad, al estallar la Revolución, Martín Derthayet de Macaye. Habiéndose negado a prestar el juramento constitucional, sus bienes, tanto muebles como inmuebles, fueron confiscados (H.).