Lekaide eta lekaimeak

Larrea y Legarreta, Luis María de

Eclesiástico.Obispo de León y Bilbao. Ugao-Miraballes (Vizcaya), 19-04-1918; Bilbao, 27-05-2009.

Cursó sus estudios sacerdotales en el Seminario de Vitoria-Gasteiz, siendo ordenado sacerdote el 27 de junio de 1943. Amplió su formación en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde se licenció en Derecho Canónico, y en la Universidad Central de Madrid, en la que alcanzaría la licenciatura en Derecho Civil. En Vitoria-Gasteiz fue profesor en el Seminario, fiscal general, defensor del vínculo en la curia de esa diócesis, rector del Seminario y canónigo de la catedral, hasta que el 25 de septiembre de 1971 fue nombrado Obispo de León, donde permaneció hasta 1979. En tierras castellano-leonesas ejercería también el cargo de administrador apostólico de Valladolid (1974).

En febrero de 1979 sucedió a monseñor Añoveros como prelado de Bilbao. Juan María Uriarte, que ejercía en esa diócesis de obispo administrador apostólico, pasó a ser obispo auxiliar. En sus últimos años al frente de la Iglesia vizcaína, el Vaticano designó a Uriarte como obispo de Zamora en 1991, dejando a Larrea sin auxiliar. Éste, con una salud mermada, presentó su renuncia por razones de edad, prorrogándose más de dos años el nombramiento de su relevo. En septiembre de 1995, Ricardo Blázquez le sucedió al frente de la diócesis de Bilbao.

Como obispo de León y de Bilbao, fue miembro de las Comisiones Episcopales de Misiones (1972-1978), Seminarios y Universidades (1975-1978 / 1993-1996), y Límites (1978-1981). Fue, además, presidente (1978-1984) y vicepresidente (1984-1993) de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades. Monseñor Larrea ocupó ese último cargo hasta su jubilación.

No gozaba del carisma de otros prelados, ni destacó por su elocuencia o por su perfil intelectual, pero sí por su intensa labor evangelizadora y humanitaria. Fortaleció su colaboración con las diócesis de Pamplona, Vitoria y San Sebastián, con pastorales comunes de sus obispos.

Entre sus frutos destacan la creación del Consejo Pastoral Diocesano (1988), del Servicio diocesano de Formación de Laicos (1987) y del primer Plan Diocesano de Evangelización (1990-1995). Promovió la implantación del Proyecto Hombre (1983), el Servicio de Pastoral Penitenciaria (1989), el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera (1990) e impulsó la nueva etapa de Cáritas, así como la creación del Museo Diocesano de Arte Sacro (1994).