La iglesia parroquial de San Esteban es una realización de planta rectangular y cabecera ochavada. El inicio de su construcción sería anterior a 1540, asumiendo en ese primer momento la responsabilidad constructiva Ascensio de Larrumbide y Ansola. Tras su fallecimiento, acaecido con anterioridad al año 1543, sería Pedro de Apalasagasti quien le sustituiría, terminando de erigir éste las paredes diez años más tarde. En cuanto a la cubrición, las bóvedas de crucería fueron realizadas por Miguel de Idogárate entre 1553 y 1555. El propio maestro sería el autor de la bóveda plana que cubre el coro, obra efectuada entre los años 1571 y 1582. Por otro lado, la torre fue erigida en el último decenio del siglo XVI, labor efectuada por Domingo de Larrumbide. Por último, además de otras reformas en el exterior, conviene señalar que la nueva sacristía fue realizada ya en el siglo XIX. Como resultado de todo lo expresado, nos hallamos ante una modesta construcción de planta rectangular y cabecera ochavada. Como acceso principal dispone de un sencillo arco apuntado, imponiéndose en general el macizo sobre el vano.
En el interior del templo parroquial sobresale el retablo delineado en su cabecera, obra pincelada en torno a 1560. Consta de banco, cuerpo de tres calles entre pilastras y un ático muy destacado, provisto a su vez de columnas corintias y aletones en volutas, rematándose el conjunto con un frontón. Destacables son las imágenes del ático, la Virgen y San Juan, que acompañarían en su momento a una imagen de Cristo en la cruz. Tanto María como San Juan son realizaciones manieristas de acusado expresivismo que denotan una calidad aceptable.
Próximos al edificio señalado se encuentran la Casa Cural, erigida en 1831, tal y como puede leerse en el acceso del edificio, y el caserío Arpidene. En cuanto a la casa consistorial, es una realización reciente -se acabó de erigir en 1990-, cuyo proyecto correspondió a los arquitectos Lucas Echebeste y José Antonio Martínez Salazar. Con todo, reproduce un esquema harto frecuente en la provincia, no faltando incluso el frontón triangular con el cual se corona la parte central de su fachada principal.
Fuera del centro urbano, el caserío Zabaleta mantiene una pequeña ventana con un arco conopial. En Larrunbide hay igualmente un conjunto de caseríos que ejemplifican las características de la arquitectura tradicional en la zona. El caserío Beobide Azpi fue construido hacia 1530 siguiendo el modelo de caserío lagar, ampliándose la crujía delantera en el siglo XVIII, para finalmente, en el siglo XX, unir a su cara posterior la vivienda. Posee planta rectangular de cinco crujías, obtenidas por sucesivas ampliaciones. Por otro lado, en el valle de Usarrabi abundaron las instalaciones hidráulicas, conservándose en algunos casos diferentes elementos de esa actividad.
Bibliografía:Arrázola Echeverría, María Asunción: Renacimiento en Guipúzcoa. I, Arquitectura, Donostia, Diputación Foral de Guipúzcoa, 1988 (1ª ed., 1968), 268 pp. Echeverría Goñi, Pedro Luis: Contribución del País Vasco a las artes pictóricas del Renacimiento, Donostia, 1999, 80 pp. Isasa, Pedro; Linazasoro, Iñaki: Gipuzkoako Udaletxeen Marrazkiak = Dibujos de las Casas Consistoriales de Gipuzkoa, Donostia, Kutxa, 1995, pp. 122-123. Santana, Alberto; Larrañaga, Juan Ángel; Loinaz, José Luis; Zulueta, Alberto: Euskal Herriko baserriaren arkitektura = La arquitectura del caserío de Euskal Herria, Vitoria-Gasteiz, Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, 2001, vol. II, pp. 100-105 y 432-437. Urteaga Artigas, María Mercedes: Guía histórico monumental de Gipuzkoa, Donostia, Diputación Foral de Guipúzcoa, 1992, pp. 189-190. Usabiaga Oruesagasti, Hipolito: El valle de Aiztondo: Asteasu, Irura, Anoeta, Aduna, Aleiza, Larraul, Zizurkil, Ernialde, San Sebastián, Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián, 1974, 158 pp.
Ignacio CENDOYA ECHÁNIZ
Profesor de la U.P.V.-Euskal Herriko Unibertsitatea
En el interior del templo parroquial sobresale el retablo delineado en su cabecera, obra pincelada en torno a 1560. Consta de banco, cuerpo de tres calles entre pilastras y un ático muy destacado, provisto a su vez de columnas corintias y aletones en volutas, rematándose el conjunto con un frontón. Destacables son las imágenes del ático, la Virgen y San Juan, que acompañarían en su momento a una imagen de Cristo en la cruz. Tanto María como San Juan son realizaciones manieristas de acusado expresivismo que denotan una calidad aceptable.
Próximos al edificio señalado se encuentran la Casa Cural, erigida en 1831, tal y como puede leerse en el acceso del edificio, y el caserío Arpidene. En cuanto a la casa consistorial, es una realización reciente -se acabó de erigir en 1990-, cuyo proyecto correspondió a los arquitectos Lucas Echebeste y José Antonio Martínez Salazar. Con todo, reproduce un esquema harto frecuente en la provincia, no faltando incluso el frontón triangular con el cual se corona la parte central de su fachada principal.
Fuera del centro urbano, el caserío Zabaleta mantiene una pequeña ventana con un arco conopial. En Larrunbide hay igualmente un conjunto de caseríos que ejemplifican las características de la arquitectura tradicional en la zona. El caserío Beobide Azpi fue construido hacia 1530 siguiendo el modelo de caserío lagar, ampliándose la crujía delantera en el siglo XVIII, para finalmente, en el siglo XX, unir a su cara posterior la vivienda. Posee planta rectangular de cinco crujías, obtenidas por sucesivas ampliaciones. Por otro lado, en el valle de Usarrabi abundaron las instalaciones hidráulicas, conservándose en algunos casos diferentes elementos de esa actividad.
Bibliografía:
Ignacio CENDOYA ECHÁNIZ
Profesor de la U.P.V.-Euskal Herriko Unibertsitatea