Lurraldeak

Lapurdi. Historia

El período que se inicia en 1870 con la caída de Sedán y la implantación de la III República se va a caracterizar por la hostilidad manifiesta entre republicanos y derecha tradicional católica que constituye en Laburdi la gran mayoría de la población. De todas las elecciones efectuadas, la que más pone de manifiesto esta dicotomía va a ser la de 1889. Monseñor Fleury-Hottot, obispo que tenía una actitud moderada y conciliadora hacia el gobierno, se encontraba, desde hacía meses, enfermo y muy debilitado. Su influencia sobre el clero menguaba y los notables conservadores se aprovechaban de ello. Falleció el 9 de agosto de 1889, y su puesto no fue ocupado hasta marzo de 1890 por monseñor Jauffret. La vacante de la sede episcopal coincidió con la lucha electoral y ello favoreció, quizás, la intervención del clero. En el Béarn, la victoria de los republicanos fue general y relativamente fácil. Los éxitos de L. Say y de Quintàa en Pau, de Barthou en Oloron, de Vignancour en Orthez, eclipsaron el avance conservador de 1885. Lo mismo ocurrió en Bayona, sin embargo en el resto del País Vasco no fue así.

En la segunda circunscripción de Bayona, el diputado saliente, Jules Labat, antiguo bonapartista y católico destacado, se enfrentó al republicano St.Martin-Harriague, llamado "Morrochko". Este era un burgués de Hasparren con una considerable fortuna amasada en Argentina. Duro en los negocios y taciturno, no era practicante, pero hacía gala de su respeto hacia la religión esforzándose en tranquilizar a su electorado. Por su parte, Labat defendía la baza del reformismo y del plebiscito, pero se denominaba ante todo el candidato de la defensa religiosa:

"Católico sincero, elegido por este noble país tan enraizado en su fe religiosa, por estas gentes honradas, tan ahorradoras y trabajadoras, jamás me asociaré con el voto a favor de las leyes opresivas de vuestras conciencias"

(Courrier, 4-set.- 1889).

En el distrito de Mauleón, Harispe no se presentaba, y recomendaba el voto a su pariente Louis Etcheverry. Fundador, en 1886, del periódico conservador "Eskualduna"; discípulo de Le Play, relacionado con los medios católicos-sociales de inspiración tradicionalista, el candidato se autodenominaba portavoz de la restauración del orden social cristiano: "Una ley debe restablecer el carácter claramente católico de la escuela, y encomendar a los padres la elección de los maestros".

El candidato republicano, Henri-Martial Berdoly, nacido en Burdeos en 1843, fue subprefecto de Mauleón durante cuatro años. Rico propietario en Uhart, cerca de Saint Palais, jugaba la baza de la moderación con el fin de tranquilizar el conservadurismo y los sentimientos religiosos del electorado. Denunciaba el carácter aventurero de la coalición antigubernamental y resumía su programa de la siguiente manera:

"Respeto de la religión. Libertades para todos. Defensa de los intereses agrícolas. Fuertes ahorros en materia de finanzas. Terminación de las líneas ferroviarias. Cuidado, arreglo, construcción y reconstrucción de ayuntamientos, escuelas, rectorales, iglesias, etc.".

La lucha de la campaña electoral aparece en la prensa. La conservadora hacía hincapié en las presiones oficiales a favor de Berdoly, "protegido" del prefecto, asistido durante la campaña por un consejero de la prefectura y ayudado por el apoyo de los maestros de escuela. Por su lado, los periódicos republicanos no cesaron de denunciar la actitud militante del clero vasco. Denunciado en el "L'Avenir" por sus declaraciones en el púlpito, el cura de Cambo, Diharassary, defendió en una carta, al periódico republicano, el derecho del clero de llevar la dirección política de los fieles:

"El clero, decía él, tiene siempre, si no el deber, por lo menos el derecho de iluminar la conciencia del elector católico. Porque de hecho, el voto es un acto moral sometido por ello a la dirección y al control de la iglesia... Negar esto, sería negar que toda la verdad haya sido puesta en los libros de la iglesia y que toda la autoridad sobre las cuestiones de conciencia se encuentre en sus manos. Ello supondría la negación de la misión de la Iglesia..."

(Avenir, 19-set.-1889).

En su réplica, "L'Avenir" rechazaba las pretensiones "teocráticas" del cura vasco, y denunciaba el peligro que conllevaban para con la religión misma:

"Nuestras determinaciones, por mínimas que sean, son cuestiones de conciencia. La iglesia debiera de intervenir, en nuestro lugar, en todos los momentos y en todos los asuntos, aun y cuando su fundador dijera: "Mi reino no es de este mundo". Vuestra teoría y práctica conlleva este gran inconveniente para con la iglesia: en cada elección se vota a favor o en contra de ella..."

Durante la campaña "L'Avenir" denunció la intervención del conjunto del clero vasco. "Todo hace pensar que se ha dado una directriz". El periódico bayonés advertía a los curas párrocos que habría sanciones si escogían el ejemplo del cura de Cambo, en vez de los "sabios consejos del tan llorado monseñor Fleury-Hottot". A pesar de los pronósticos de los republicanos, los conservadores ganaron con toda facilidad en las circunscripciones de Bayona y de Mauleón. La victoria de Jules Labat fue clara. Harriague sólo obtuvo la mayoría en el cantón de Bidache, haciéndose distanciar en el cantón de Hasparren, exceptuando a Hasparren mismo y a Bonloc, donde su influencia personal era grande. En Mauleón, Etcheverry ganó ampliamente a su adversario, con 6.909 contra 5.885 votos. Berdoly ganó en los cantones de St. Palais, Maule, Tardets, gracias a los votos en las cabezas de partido, pero el candidato conservador vencía a su adversario en los cantones de Baïgorry, Iholdy, Saint-Jean-Pied-de-Port y por lo general en las localidades rurales.

La cólera de los republicanos fue comparable con su decepción. Se manifestó invalidando a L. Etcheverry y sancionando a los curas párrocos, de los que decían estar convencidos que habían favorecido la victoria de los conservadores. La crisis abierta en la diócesis de Bayona a consecuencia de las elecciones de 1889, constituye un episodio de importancia menor en las relaciones Iglesia-Estado, en el plano nacional. Contemporánea al "brindis de Argel", esta crisis podía haber comprometido la realidad de la alianza, sin embargo no lo hizo de manera grave, con respecto a las relaciones entre el gobierno francés y la Santa Sede. De todas formas, la crisis revela, primeramente, el estado de ánimo de los católicos, y sobre todo del clero en la diócesis de Bayona. Pone al descubierto más que unos sentimientos monárquicos sólidos, un conservadurismo religioso, un "derechismo" de los curas, según la expresión de B. Menou, que por otra parte eran íntegros y piadosos. Este sacerdotalismo se manifiesta como una clara tendencia del clero en inspirar y dirigir todas las actuaciones del cristiano, en tanto que ser social. Se fundamenta en ciertos postulados aceptados por la mayoría de los católicos y en particular por los notables conservadores.

El clero es consciente de que constituye una élite, una "falange sagrada", en quien recae la labor de definir y de preservar, en todo momento, los intereses de la religión, y que sólo debe rendir cuentas a Dios y a la jerarquía. El criterio de justificación es que más vale obedecer a Dios que a los hombres. El magisterio sacerdotal escapa de la órbita del poder temporal, y no se siente aludido por la legislación civil, cuando ésta parece oponerse a la iglesia. Frente a este ambiente clerical- conservador, la crisis revela a monseñor Jauffret como un obispo pro-gubernamental, si no por sus convicciones, sí por sus orígenes, que sólo ve en el asunto de los curas sancionados un problema jurídico, sin percatarse de las consecuencias políticas. Dividido entre la tentación de apoyarse en el gobierno y el miedo a disgustar a Roma, monseñor Jauffret es víctima de su aislamiento y de su carácter indeciso cargado de cierta brusquedad. En definitiva, mientras que el cardenal Lavigerie alienta la "política de la alianza", la diócesis de Bayona, aunque una de las más religiosas, se encuentra dividida. El clero considera, de buena fe, que su intervencionismo es legítimo y conforme a la doctrina de la iglesia. Los conservadores, tanto por convicción como por interés propio, apoyan esta visión. Frente a todo esto, se encuentra un obispo piadoso y deseoso de actuar en favor de la religión pero, marcado por sus simpatías republicanas, aparece ante muchos católicos como un rehén o un instrumento del gobierno anticlerical (Tauzia, 1975).

En un país profundamente marcado por la actitud del clero, en constante estado de animadversión contra un poder civil no bendecido desde Roma, fue decisiva, en 1893, la toma de postura de León XIII a favor de un entendimiento con la República Francesa. Las elecciones de este año también lo son. El Dr. Ernest Lafont y el alcalde de Hasparren, Harriague-Saint Martin, derrotan al sacerdote conservador Mgr. Diharassary en las dos secciones -Bayona I y II- en las que está dividida electoralmente Lapurdi. Habiendo también salido elegido un republicano en la Baja Navarra y en Zuberoa, por primera vez los tres diputados de Iparralde son republicanos. Se inicia la descomposición conservadora y realista impulsada por la actitud de Roma y del obispo de Bayona Jauffret, al que su clero apenas sigue a regañadientes. A partir de esta fecha y hasta el affaire Dreyfus el electorado Lapurdino vota a republicanos de derecha, conciliantes con la iglesia que les ha favorecido

El affaire Dreyfus tuvo, en un principio, pocas repercusiones fuera de París. En 1898 el electorado laburdino sigue en manos de los republicanos moderados, situados en un centro flanqueado, a la derecha, por el legitimismo y los conservadores, y a la izquierda, por un incipiente radicalismo. Los socialistas -que poseen ya un centro en la calle Pontriques de Bayona- son también pocos. La circunscripción de Bayona I cantones de Bayona NE. y NO., Biarritz y Ustaritz- elegirá de 1896 a 1910 a Jules Légrand. La circunscripción de Bayona II -cantones de Bidache, Espelette, Hasparren, Labastide-Clairence y San Juan de Luz- dará sus votos, de 1896 a 1902, a Harriague-Saint Martín y, en 1905, al liberal León Guichenné. Hacia 1900, "L'Avenir" de Bayonne toma partido a favor de Dreyfus mientras que el moderado Courrier lo hace en contra.

A partir de este momento las posturas van perfilándose. La cuestión religiosa vuelve a convertirse en el caballo de batalla al llegar los radicales al poder e instaurar una política abiertamente anticlerical. Contra el radicalismo se irá constituyendo un bloque en el que entran los católicos alineados con la República en 1893, los viejos conservadores y los republicanos moderados. La punta de lanza del radicalismo será Bayona pero sólo desde 1910. La hostilidad del clero hacia todo gobierno republicano redobla pese a la toma de posición del obispo Jauffret que hace dimitir a Louis Etcheverry de la dirección del periódico Eskualduna por seguir la línea refractaria. En 1905 es aprobada la ley de separación de la Iglesia y del Estado que reabre otra vez el foso entre católicos y laicos. La agitación gana hasta las últimas aldeas.

Los incidentes de 1906. La tensión que subsistía entre el Estado y la Iglesia desde la política laica del ministerio Combes y la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Vaticano se agudizó rápidamente con la elaboración y la discusión de la ley de separación de la Iglesia y del Estado. Esta situación se deja sentir especialmente en la diócesis de Bayona, donde el descontento de los católicos se manifiesta sobre todo a propósito del cierre de las escuelas religiosas: A. C. 13 de agosto de 1905, cierre de las escuelas de los Hermanos en Pau y en Bayona. Cierre de escuelas dirigidas por las Hijas de la Cruz. También es el momento de la salida para el exilio de la mayor parte de los religiosos que se retiran sobre todo a zonas próximas a la frontera: San Sebastián o Fuenterrabía en particular: A. C. 10 de septiembre de 1905, el pensionado de San Bernardo de Bayona se reconstruye en San Sebastián. Pero en 1905 el tema que despierta más desasosiego es el de la separación. En este clima de inquietud, las aprensiones de los católicos se vieron reforzadas por la decisión del gobierno Rouvier de proceder a un inventario de los bienes de las iglesias y de las fábricas, término con el que denominaban el "conjunto de personas nombradas oficialmente para administrar los bienes de una parroquia" o el "conjunto de los bienes y de las rentas de una iglesia" (Inventario previsto por el artículo 3 de la ley de Separación promulgada el 9-XII-1905).

En Bayona los incidentes se produjeron a principios del período de los inventarios, el 30 de enero de 1906, impresionando de tal modo a la opinión pública que aparecen mencionados en toda la prensa del departamento. Además de los "Anales Católicos", la prensa conservadora, "El Memorial", "EI Correo" y sobre todo "La Semana de Bayona", les dedican páginas enteras, llenas de detalles, de rectificaciones, de puntualizaciones, pero "El Patriota", "El Independiente", "El Porvenir" e incluso "La Frontera", les dedican también su atención a veces irritada. En Le Boucau y Anglet los inventarios no suscitan ningún incidente y son muy rápidos, sobre todo en Anglet. Biarritz (San Martín): Despliegue de fuerzas mencionado por Los Anales, pero ningún incidente. Biarritz (Santa Eugenia): En Santa Eugenia se produjeron disturbios tras una contramanifestación anticlerical. Un cordón de policías impedía el acceso a la iglesia desde por la mañana. Pero la reina Natalia de Serbia obtiene el permiso de pasar para ir a cumplir con sus deberes religiosos. En el resto de Laburdi y País Vasco: A diferencia de lo que pasa en Béarn los incidentes son numerosos y serios.

Un pequeño número de inventarios se desarrollan en una relativa calma pero en la mayoría de los casos dan lugar a manifestaciones que hacen imposible el inventario o necesaria la presencia de la policía y la intervención del ejército, llegando a verse en la necesidad de tener que abrir por la fuerza las puertas de la iglesia en un clima muchas veces dramático. También se produjo algún que otro incidente curioso como la desobediencia de un oficial por su postura realista, etc. Tauzia, en su estudio publicado en el "BSB" (1972) clasifica así los incidentes: 1° Inventarios efectuados sin oposición: Hasparren, San Juan de Luz, Ustaritz, San Juan de Pie de Puerto, Hendaya, Alos-Sibas, Iholdy, Pagolle, Amorots, Beguios, Luxe, Barcus, Ainhice Mongelos, Bidart, Lacarre-Gamarthe, Ostabat, Ahaxe, Uhart-Mixe. 2° Inventarios impedidos o llevados a cabo mediante efracción: Ciboure, Cambo, Bardos, Larressore, Labets y Biscay, Sara, Sauguis, Baigorry, Mendionde, Briscous, Urcuray, Isturits, Ossés, Arrossa, Arraute, Mouguerre, Helette, Souraide, Oregue, Méharin, Musculdy, San Juan el Viejo, Ascain, Lohitzun, Mendive, San Martín de Arberoue, Urt, Ainhoa, Aldudes, Anhaux, Arbouet, Armendariz, Behaune-Lantabat, Halsou, Irouleguy, Saint-Pée- sur-Nivelle, Urrugne, Lecumberry, Villefranque. 3° Incidentes graves. Violencias: Itxassou, Bidarray. Protestas de carácter especial: Arcangues, San Pedro de Irube. La guerra del clero a la república va a tener otra importante repercusión: un gran porcentaje de la historiografía de Iparralde será escrita por los miembros cultos de este clero refractario que ofrecerán sólo su versión de los hechos. Un verdadero esclarecimiento de los mismos tiene que tener muy en cuenta esta distorsión y procurar superarla.

El período comprendido entre estos años y la guerra de 1914-1918 va a contemplar una bipolarización total de Iparralde. Bayona I elige en 1910 al radical Joseph Garat, alcalde de Bayona desde 1908, mientras en el resto de Laburdi vota a la derecha católica acrecentándose el radicalismo religioso en las otras dos provincias.

El 28 de julio de 1914 Austria declaraba la guerra a Servia dando así inicio a la I Guerra Mundial. En Iparralde, "primera región de emigración del Estado francés" según Garat (Muga n° 25, 1983, 62-75) a quien seguimos, "la insumisión y después la deserción iban a ser, desde el principio de la guerra, la preocupación constante de las autoridades..." Lapurdi acusó este fenómeno que llegó a ser importantísimo. El llamamiento se hizo hasta la quinta de 1887 e incluso anteriores teniendo, pues, en cuenta el factor emigratorio previo a 1914. Días antes de la movilización muchos jóvenes pasaron la frontera y, tras ésta, los informes prefectorales estiman que fue un tercio del número total de insumisos el que escogió la huida a Hegoalde. Luego, comenta Garat, con los primeros permisos aparecen las primeras deserciones pese a la pena de muerte impuesta a los fugitivos. El movimiento llegó a ser tal que, en octubre de 1915, se prohibió a los soldados de permiso, heridos o convalecientes residir en los cantones vascos.

La prensa, bien censurada, especula sobre agencias secretas alemanas que ayudan a escapar al vasco, haciéndose eco de la patraña hasta el mismo diario Lapurdino Eskualduna. En noviembre de 1916 el prefecto ordena el cierre de todos los pasos fronterizos privados de Arneguy y el pasaporte se hace obligatorio. Las cartas -siempre, salvo pocas excepciones, en euskara- son vigiladas férreamente pero los contrabandistas las pasan cuando van a Hegoalde. La sorda inquina del clero al gobierno republicano se traduce en manga ancha a las deserciones y en la interpretación de la guerra como un castigo divino "porque el Gobierno no ha entregado a los sacerdotes el dinero... que le fue robado en el momento de la separación de la Iglesia y del Estado" (Eskualduna, 27 de julio de 1917). Las listas de insumisos son colocadas en las puertas de todos los ayuntamientos Lapurdinos y vascos sin que provoquen sonrojo. La guerra produjo de 6.000 a 7.000 víctimas mortales en todo Iparralde. Cabe preguntarse a cuánto hubiera ascendido esta terrible cifra en caso de no haber desertado y huido los jóvenes en edad militar. En el combate se distinguió el 49 regimiento de Bayona.

A partir de 1914, y sobre todo en la postguerra, Garat e Ybarnegaray polarizan la atención y los votos de Lapurdi, este último merced a su fuerte implantación en la Baja Navarra y Zuberoa y a las demarcaciones electorales establecidas entre 1919 y 1924. Garat será el único obstáculo de la ultraderecha representada por el alcalde de Uhart-Cize, hasta la caída del radical en 1934 debido al affaire Stawisky. Su sustituto, el Dr. Simonet, será derrotado por el abogado Delzangles, con lo que todo Lapurdi, incluida la circunscripción tradicionalmente radical de Bayona I, báscula hacia la derecha. De esta forma, al llegar las elecciones de 1936 que acarrean la llegada al poder del Frente Popular en toda Francia, las tres provincias de Iparralde eligen sendos candidatos del signo opuesto. «Es la afirmación -comenta Larronde, 1983- del País Vasco como bastión conservador y baluarte de la derecha católica frente al empuje de la izquierda en el conjunto francés». Es en este contexto cuando debemos de situar la llegada de los refugiados vascos a la guerra de 1936-1939, llegada rodeada de la hostilidad e incomprensión de los católicos salvo contadas excepciones.

La preocupación por el estado de la lengua -fragmentado en dialectos y en regresión constante- prendió en parte de la intelectualidad vasca de ambos lados de la frontera ya desde el siglo XVII (véase el apartado Enseñanza). A mediados del siglo XIX D'Abadie inicia las Fiestas Vascas y euskerólogos de ambos lados del Pirineo se relacionan para comunicarse y comentar sus búsquedas. En el año 1900 asisten al Congreso Internacional de Estudios Vascos de París Julien Vinson, Charency y Lacombe, entre otros. Un año después se creaba Eskualtzaleen Biltzarra donde podía verse al fundador, Landerretche, Guilbeau, Adema, Ahetz-Etcheber, por lado lapurdino, y a Campión, Urquijo, Guerra, López Mendizábal y siglo Mújica, por Egoalde. En todo ello el impulso aranista, es decir del nacionalismo vasco, es importante aunque no único. En 1918 vascos de ambos lados de la raya se encuentran en Oñate para fundar la Sociedad de Estudios Vascos, asistiendo diversas autoridades lapurdinas y el obispo de Bayona con su secretario, el vascólogo Daranatz.

El éxito popular y electoral del PNV en 1931 suscita el entusiasmo de los vasquistas de Iparralde, entre los cuales Pierre Lafitte, M. Inahauspe, Magdeleine Jaureguiberry, Eugène Goihenetche, etc. De entre todas estas personas es el joven canónigo Laffitte el que va a poner en movimiento un grupo y una revista denominada Aintzina, publicación de carácter regionalista que adopta el lema JEL sabiniano y va a granjearse la animadversión implacable del otro nacionalismo, del nacionalismo francés de Ybarnegaray, que llegará a definir a Lafitte como "pez rojo en la aguabenditera". Hombres como el sacerdote Ariztimuño "Aitzol", los vascófilos veraneantes como Julio de Urquijo, los nacionalistas asistentes al anual encuentro del Eskualtzaleen Biltzarra -José de Eizaguirre, I. López Mendizábal, A. Labayen-, el interés del director del Museo Vasco comandante Boisseul, las visitas asiduas de Ph. Veyrin o Tillac, crean una amistad mutua por encima de las fronteras.

Incluso el Estatuto de Autonomía de 1931, traducido al francés, es publicado en la revista "Gure-Herria" (n.° 6, 1931). "Aintzina" pide un departamento vasco descentralizado mientras adopta los emblemas del nacionalismo de Egoalde. Sin embargo, al llegar las decisivas elecciones de 1936 el "pez rojo" y sus colaboradores, temerosos del Frente popular, darán consigna de votar a los derechistas Delzangles y Coral en Lapurdi y a Ybarnegaray en el resto del país. La llegada de los primeros refugiados católicos antifranquistas vascos va a trastocar estas directrices y sumir a los católicos de Iparralde en un mar de contradicciones. Desaparecida Aintzina, Eskualduna ve en ellos a indeseables. La opinión se retrae, en especial la católica, mientras, por el contrario, los sindicatos se vuelcan en la ayuda a los recién llegados. Sólo personalidades aisladas -Legasse, los Jaureguiberry, Labeguerie, Dassance, Dutournier, el marqués de Arcangues, Goyhenetche- mantienen una postura solidaria.

Durante la II Guerra Mundial la costa lapurdina fue frecuentada con asiduidad por militares alemanes de todos los grados que, convalecientes o heridos leves, eran enviados desde Berlín a este sector de la costa a fin de que se repusieran antes de su envío al frente ruso. Estos alemanes simpatizan con los vascos a los que consideran "tan arios" como ellos. En 1942 vuelve a aparecer Aintzina, casi toda ella con colaboradores lapurdinos (Lafitte, Labeguerie, Legasse, Dubocq, Larzabal, Ospital, Dutournier, Goyhenetche) y una dirección doctrinal que supera el mero regionalismo ya que considera a Egoalde "un hermano de raza". El endurecimiento de la guerra y de las operaciones de resistencia hacen desaparecer a la revista. Labeguerie forma el grupo Irrintzi en Burdeos. La pequeña constelación nacionalista se manifiesta tercamente: reaparición breve de Aintzina tras la liberación, dirigido por M. Legasse, presentación de candidatos nacionalistas vascos en las elecciones cantonales, presentación de un anteproyecto de Estatuto de Autonomía por Etcheverry- Ainchart en la Asamblea Constituyente, nacimiento de Herria bajo la dirección de Laffitte, Sallaberry y P. Larzabal, etc.

En 1953 veteranos y jóvenes convergen en una Asociación de Estudiantes Vascos creada en Burdeos por Michel Burucoa que dará origen a Enbata. Un accidente segó la vida, en 1946, del joven Michel D'Arcangues, otro protagonista importante de la vida lapurdina durante estos años. Vasquista convencido, se puso en contacto en 1942 con la resistencia dedicándose al paso de tanquistas aliados por la frontera. Al año siguiente pasó a Inglaterra y su padre y su hermano fueron arrestados por los alemanes. Participó en el desembarco y en la liberación de París y obtuvo la Cruz de Guerra en Estrasburgo. Mantenía, cuando murió, frecuentes contactos con antifranquistas guipuzcoanos.

Las elecciones se llevarán durante este período a cabo por listas departamentales, razón por la que es difícil aislar el electorado vasco y menos aún el laburdino. En líneas generales y siguiendo a Larronde, diremos que las condiciones cambian algo tras la guerra extendiéndose la sigla MRP (Mouvement Républicain Populaire) encabezada por figuras democristianas como Jean Errecart y Jean Etcheverry-Ainchart mientras el partido gaullista no medra debido a la falta de adhesión de los notables locales. Una figura de la derecha clásica será Guy Petit, alcalde de Biarritz. El comunismo tendrá como bastión el Boucau, personificado por su alcalde Albert Mora.

El cambio del sistema electoral en 1958 permite apreciar con alguna mayor nitidez el voto vasco pero reparte el voto del País Vasco Interior entre bajonavarros, suletinos, cantón de Hasparren y de Espelette, estableciendo además una gran desproporción de votantes inscritos:

III Circunscripción (P. Vasco interior)54.047 i.
IV Circunscripción (Costa laburdina)117.985 i.

De todas formas y pese a la dudosa legitimidad de este desequilibrio electoral, desde un primer momento vemos que Iparralde, y por tanto Laburdi, bascula hacia el partido del general De Gaulle que desplaza a los partidos tradicionales y al MRP moderado. Incluso en el último referéndum celebrado en 1969 y cuya pérdida supuso la salida del general del poder, obtuvo De Gaulle mayoría en el País Vasco. En las elecciones legislativas el dominio del gaullismo ha sido casi total salvo contadas excepciones:

AñoLaburdi interiorCosta laburdina
1958  Camino U.N.R. (gaul.)Thomazo U.N.R. (gaul.)
1962Labeguerie M.P.R. Centr.  Grenet Centr. radical  
1967Inchauspé U.N.R. (gaul.)Marie U.N.R. (gaul.)
1968Inchauspé U.N.R. (gaul.)Marie U.N.R. (gaul.)
1973Inchauspé U.N.R. (gaul.)Marie U.N.R. (gaul.)
1978Inchauspé R.P.R. (gaul.)Marie R.P.R. (gaul.)
1981Inchauspé R.P.R. (gaul.)Destrade P. Socialista

Puede notarse sin embargo que la izquierda va, poco a poco, ganando terreno en la costa, tanto en su vertiente estatalista -PS- como en la nacionalista vasca -EHAS y similares-. El comunismo sigue teniendo en Boucau su plaza fuerte, seguido de Hendaya y Bayona. En el interior el dominio de la derecha es mayor. También ha avanzado aquí la izquierda pero, al partir de un nivel más bajo, es menos notorio el avance. La obtención de un escaño por el centrista Labéguerie se debió al apoyo prestado por el movimiento nacionalista vasco Enbata. Véase Labeguerie, Michel. De la misma forma, Destrade, un socialista, obtuvo por primera vez un acta para este partido en 1981 prometiendo luchar por la consecución de un Departamento Vasco, proyecto que fue presentado por el PS en la Asamblea Nacional Francesa meses antes de las elecciones.

Hacia 1960 y sobre el rescoldo nacionalista vasco, un grupo de estudiantes y de profesionales se reúne alrededor de la publicación Embata, luego Enbata. La primera oleada de refugiados de ETA llega a Laburdi. El movimiento nacionalista que se desarrolla a continuación -contemporáneo al que comienza a esbozarse en Hegoalde bajo el franquismo- va a desembocar en la creación de Enbata fundado en Itxassou en 1963 por S. Haran y otros, posibilitando la elección del diputado centrista Labéguerie. Véase Enbata. Presentará, con relativo éxito, sus candidatos a las elecciones legislativas de 1967 y 1968 así como a las cantonales, siendo disuelto por ukase gubernativo en 1974. Ese mismo año, el ala izquierda del desaparecido movimiento se constituye en EHAS (Euskal Herriko Alderdi Socialista) que se presentó, sin conseguir acta, a las elecciones de 1978. El ala derecha constituyó Izan, mientras, a la izquierda de ambos, aparecen Justice Basque, Hordago y la organización armada Iparretarrak. El voto nacionalista vasco puede definirse como étnico y joven, más rural que costero, más a la izquierda en el interior que en las aglomeraciones urbanas de la costa:

Año  Interior    Costa  
1967  4,6 %4,5 %
19681,8 %1,2 %
19784,8 %3 %

Como consecuencia de esta debilidad electoral, el nacionalismo vasco se ha refugiado en la labor creadora de conciencia: creación de un Departamento Vasco o movimientos pro-ikastolas y los Herri Taldeak, comités de acción local de carácter culturalista. Pese a los reveses, el impacto de Enbata es evidente y está en la base de la Asociación para la creación de un Departamento Vasco que, fundada en 1975, consigue el apoyo de los alcaldes de Guéthary, Espelette, Ustaritz, Hendaya, Arcangues, Sara, Lahonce, Bassussarry, Hasparren, Larressore y personalidades importantes de la vida departamental y laburdina, entre los cuales el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Bayona, Jacques Saint-Martin. En 1979 se crea Izan con el objetivo de popularizar la Asociación que, falta del apoyo de los grupos políticos y mal vista desde Pau-París, languidece. Surge así, en 1980, la Asociación de Electos "Para un Departamento Vasco", a la que se adhieren una cuarentena de alcaldes vascos, con sede en Helette. La derecha y la izquierda francesas no tardan en acusar de separatista a la asociación, que, mediante una carta abierta a todos los candidatos a la presidencia de la República en 1981, les pide se pronuncien sobre el Departamento Vasco. La acción surte efecto y a finales de febrero el PS presenta una proposición de ley para la creación de un Departamento Vasco, por medio de C. Laurissergues, delegado de Identidades Regionales del PS, y sin que los responsables locales socialistas hayan hecho el menor gesto de apoyo. Tras haber facilitado la consecución de un acta al socialista Destrade, el nacionalista vasco profundamente decepcionado por el incumplimiento de las promesas socialistas, desiste en apoyarse o apoyar a fuerzas estatales mientras Iparretarrak redobla sus atentados en especial contra el turismo costero. En los últimos años, la acción de los comandos de extrema derecha contra los refugiados de ETA ha contribuido decisivamente a convertir a Laburdi en uno de los puntos más cálidos de Europa.