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LA FERRETERA VIZCAÍNA

Sociedad Anónima. Centenaria empresa ubicada en Durango (Bizkaia), especializada en la transformación del hierro y del acero en los productos de ferretería que se han demandado en cada época.

La sociedad se constituyó el 21 de julio de 1908 ante el Notario de Bilbao Celestino Mª del Arenal que actuaba como sustituto de José M. Carande, con la denominación de Sarrioandia, Santisteban y Cia. S.R.C. , por una duración de veinte años. Los socios fundadores fueron Ambrosio Sarrionandia Garro y Pedro Santisteban Zubizarreta, ambos industriales, así como Jesús Arroita-Jauregui Larragan, Abogado, y Pedro Ibieta-Torre Mendia, propietario. El capital social se fijó en 240.000 pesetas, aportando cada partícipe 60.000.

Resulta de interés destacar, como se dice en la clausula primera de la escritura de constitución, "… Sarrionandia y Santisteban se venían dedicando (al menos desde el 1 de enero de 1894) al negocio de fabricación de sartenes y objetos de ferretería, teniendo instalado en la antigua ferrería llamada de Murueta, propiedad de José María Ampuero y radicante en la Anteiglesia de Abadiano y, con objeto de explotar el preindicado negocio, establecieron una sociedad tácita que ha venido girando con la denominación de Sarrionandia y Santisteban …" y que valorada en 120.000 pesetas " "… aportaron por mitad e iguales partes …" a la nueva entidad.

En esta época finales del siglo XIX la industria de Durango básicamente la formaban las ferrerías, los talleres del Ferrocarril Central de Vizcaya que había llegado poco antes y la empresa Mendizábal y Heredia, más tarde Hijos de Mendizábal, dedicada a la fabricación de artículos de ferretería, actividad en la que llegó a ser una de las más importantes del país. Originaria esta última del Alto Deba, en su traslado a Durango, pudo influir la mejora de las comunicaciones que supuso la conexión con Bilbao por la nueva ya citada vía férrea.

Sin embargo esta sociedad tuvo una vida corta -diecisiete meses- pues se disolvió el 21 de diciembre de 1909, constituyéndose la Ferretera Vizcaína S.A. , operaciones ambas que se llevaron a cabo también ante el mismo Notario. La sociedad a lo largo de su vida sufrió importantes modificaciones societarias, siendo la más destacable la toma del 80% de su capital social por el grupo inglés Wagon Industries, lo que fue posible por acuerdo de la Junta General Extraordinario de Accionistas de 23 de diciembre de 1988, que se amplió al 100% en 1994 (Junta General Extraordinaria de 12 de abril).

La empresa se ubicó inicialmente en los terrenos que al constituirse adquirió a Domingo de Ormaechea y en los que se asentaba una fábrica de hilaturas y trencillas. Posteriores compras y alguna venta llevaron a la situación actual, en la que la Ferretera Vizcaína comparte el solar con Formex Metals S. L. (Forjanor).

La Ferretera Vizcaína continuó produciendo artículos de ferretería hasta principios de la década de los años treinta del siglo XX en que empezó a fabricar ruedas para automóviles. Sin embargo, los productos adaptándose a la demanda de cada época y las sartenes, cogedoras, calderos martillados y braseros estampados de la primera época, se completaron y en algunos casos se sustituyeron por arandelas (1921), parrillas estampadas (1922), cubos, poleas y palanganas (1923), abrazaderas para tubo y mangos para sartenes (1929). En 1931 se inicia la producción de ruedas para automóviles, continuando con piezas para arados (1932) y máquinas para hacer surcos en la tierra, conocidas como "triki-traka". También se producía laminación para terceros y canjilones.

La guerra civil española supuso la militarización de la empresa y la producción de bombas para la aviación, así como ruedas. Los años siguientes la demanda de los bienes fabricados por la Ferretera Vizcaína creció fuertemente, lo que unido a la política autárquica de la dictadura hizo que las producciones subieran espectacularmente, a pesar de que las dificultades para su fabricación, por la carencia de materias primas, incluida la energía, fueran muy importantes. Las ruedas (de camión y turismo) y las llantas de moto ganaron entiedad y empieza la fabricación de accesorios de automóvil (tapacubos y parachoques). A finales de la década de los años cincuenta del siglo XX se inició la fabricación del ángulo "permar", con la licencia del grupo inglés Link. En 1966 se inicia la producción de máquinas de lavandería con licencia francesa Dubix, actividad que se abandonó a comienzos de los años setenta del siglo XX.

La empresa de Durango fue adaptando dentro de sus posibilidades los medios productivos a los bienes que en cada época ha producido.

La Ferretera Vizcaína S. A. de hondas raíces locales e incluso comarcales constituye otro ejemplo de la obligada transmisión al capital foráneo al cambiar las circunstancias en que debe desenvolverse, fundamentalmente el aumento de la competencia. El capital social llegó a los 500 millones de pesetas en 1988.

Carmelo URDANGARIN ALTUNA (2006)