Udalak

KORTEZUBI

En la cueva de Santimamiñe, situada en la vertical occidental del monte Ereñusarre, en Cortézubi, fueron descubiertas por un grupo de niños, en el año 1917, pinturas y grabados murales prehistóricos, del magdaleniense inferior y medio. Refiere Iturriza que en 1776 fue hallado en una cueva el esqueleto de un gigante con una enorme espada a su lado. El cráneo «era del tamaño de un cántaro o errada y lo hiceron pedazos a pedradas los muchachos».. En el testamento que en 1416 otorgaron en su torre de Butrón, Gómez González de Butrón y su mujer, D.ª María Alfonso de Mújica, dispusieron que el monasterio de Cortézubi con sus rentas, derechos y pertenencias fuera heredado por su hijo, Gómez González de Butrón, segundo de este nombre. A comienzos del s. XVII, en las elecciones generales del personal del regimiento general del Señorío de Vizcaya, Cortézubi votaba por la parcialidad gamboína. El 17 de abril del año 1624, la Junta general del Señorío de Vizcaya, ante el peligro de un ataque de naves holandesas, decidió fortificar las costas y puertos de Vizcaya, y nombrar capitanes en todas las villas y ante-iglesias del señorío. Fue nombrado capitán de Cortézubi, así como de Navárniz, D. Pedro Urtiz de Olaeta y Zubiaur, señor de ambos solares. Estos nombramientos de capitanes dieron lugar a un pleito entre las villas y el señorío, revocando el rey Felipe IV los nombramientos en noviembre del mismo año. El rey Felipe IV solicitó en el año 1637 diversas tropas al señorío de Vizcaya, en concepto de ayuda en la guerra que a la sazón España sostenía con Francia. El señorío contestó procediendo a la. formación de un tercio propio de mil hombres. Con este fin se realizó un repartimiento de soldados entre todas las localidades del señorío, correspondiéndole a Cortézubi contribuir con tres soldados. [Labayru: «H.G.S.B.», t. V, p. 260]. El señorío de Vizcaya, entre otras medidas adoptadas para defender sus costas de una posible agresión por parte de naves francesas, decidió el 20 de abril del año 1639 designar los puntos a los que debían acudir las gentes armadas del interior del señorío en caso de alarma. Los hombres armados de Cortézubi, así como los de Nachitua, Bedarona y Ereño, recibieron la indicación de acudir en caso de agresión en socorro de Ea. [Labayru: «H.G.S.B.», t. V, p. 281]. Cortézubi contaba en el año 1704 con 75 hogueras, como se desprende de un fogueramiento efectuado en el año citado en toda Vizcaya por decreto de la Junta general del señorío de fecha 28 de junio, a fin de poder hacer los repartimientos de los gastos generales del señorío. [Labayru: «H.G.S.B.», t. VI, p. 24]. Dichas fogueras en 1798 habían aumentado a 82 y media. [Labayru: «H.G.S.B.», t. VI, p. 679]. El 23 de agosto de 1794 un grupo de soldados de Cortézubi llegaba a Ondárroa, con el fin de contribuir a su defensa contra un posible ataque de los franceses.