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Irun. Historia

Siglos VI, VII y VIII. Después de la caída del Imperio Romano hasta la fundación tardía del Reino de Pamplona la historia no nos habla sino de vascones, en derredor de los Pirineos y ya desde el Garona. Se han borrado las viejas denominaciones específicas de várdulos, vascones, caristios, autrigones, etc. En tiempo de los romanos el poblado que había en Irún era indudablemente de la tribu de los vascones, su salida al mar desde el Bidasoa hasta quizá San Sebastián. Ahora, en los siglos VI, VII y VIII se habla solamente de vascones. Las invasiones prefirieron siempre el paso de Roncesvalles dejando a un lado el de la costa. En las ofensivas contra el Ducado de Vasconia los godos y luego los musulmanes cruzaron el Pirineo por el puerto de Ibañeta, en Roncesvalles.

Constituido el Reino de Pamplona el año 824 no se sabe hasta dónde llegaban sus primitivos límites en dirección al mar, y, en concreto, a la entrada vascona Oiartzun-Irun-Hondarribia. El Bidasoa no sería una frontera muy rígida donde lo es ahora en las cercanías marítimas. De todos modos Irun siguió la suerte de Gipuzkoa aunque no fueran sus habitantes iputzak como eran los demás guipuzcoanos. Por eso, para conocer los azares políticos de esta comarca, hemos de referirnos siempre a las andanzas de los guipuzcoanos pero teniendo en cuenta que se hallaban muchas veces incluidos en la denominación Alava lo mismo que los Vizcaínos. En 843 hubo una gran batalla junto a Pamplona en la que participaron todos los vascos occidentales ya que el historiador musulmán Ibn Haiyan nos refiere que acudieron a la defensa las gentes de Alava y Alquilé, los yillikiyyin o yalaskiyyin, seguramente los de la Galia Comata que cubría esa parte de Gipuzkoa además de Álava y Laburdi hacia el interior, y los sarataniyyin (Cuenca del Deva, río Sertania) además de los pamploneses. Desde esa fecha, más o menos, se estabiliza la frontera del Reino en el Bidasoa irundarra. Gipuzkoa fue parte del mismo desde aproximadamente el año 870 al 1076 o sea 206 años y desde, también aproximadamente, el 1112 al 1200, o sea 88 años más, dando un total de 294 años, casi tres siglos. Rota la unidad nacional del Reino de Pamplona por la invasión castellana de 1200, la frontera se convierte en castellano-inglesa.

Los ducados de Aquitania y de Wasconia estaban regidos por Leonor, esposa de Luis VII rey de Francia. Esta unión personal sembró en Francia el ansia de poseer esas nacionalidades para su reino. La frontera del bajo Bidasoa lindaba, pues, con Wasconia bajo Leonor. Pero ocurrió lo imprevisto: el divorcio de Leonor y Luis VII y el casamiento de aquélla (1151) con el que iba a ser rey de Inglaterra, Enrique II (1154-1189). La frontera, ahora, delimitaba los dominios de la Corona inglesa por esta parte de Irún. Ambos reyes tuvieron dos hijos, Ricardo Corazón de León y Leonor, llamada así como su madre. Ricardo hereda la Wasconia y Aquitania y Leonor casa con el rey de Castilla Alfonso VIII. La frontera con los ingleses duró hasta 1450.

En 1199-1200 Castilla había invadido el Reino de Pamplona por la parte de Alava cercando a Vitoria que se defendió durante largo asedio. En 1200 las tropas castellanas invadían Gipuzkoa que se rindió con el Duranguesado sin apenas resistencia. Así cayeron San Sebastián, Hondarribia, Beloaga (en el valle de Oiartzun), Zaitegi, Arlucea, Aizorroz, Vitoria la Vieja, Marañón, Ausa y Ataun. Muerto Ricardo Corazón de León en 1199 le había sucedido su hermano Juan Sin Tierra (1199-1216). Aprovechando las luchas francoinglesas, Alfonso VIII de Castilla invade Laburdi, cercando a Bayona que se resiste. Sus tropas siguen adelante internándose en la Wasconia tomando Dax. Un donativo suyo a la catedral lleva la fecha 1204 y la inscripción Alfonso regnant en Gascogne. La guerra contra Juan Sin Tierra duró hasta 1206. No fue larga la ocupación castellana. En 1214 moría Alfonso VIII y le sucedía en el Ducado el duque de Wasconia Enrique que luego, en 1216, iba a ser rey de Inglaterra.

Uno de los caminos de peregrinos a Santiago de Compostela venía de la Wasconia, pasaba por Bayona, San Juan de Luz, Urruña, Irun, que dependía de Hondarribia, Oiartzun, Hernani, Tolosa, Villafranca, Segura, Zegama, túnel de San Adrián, Vitoria y de ahí a Burgos. El otro camino seguía por la costa. Entraba en Irun por donde aún se llama "paso de Santiago" y también "barrio de Santiago". Desde 1203, en que Alfonso VIII dio a Hondarribia el fuero de San Sebastián, dependió de aquella villa, hasta que en 1766 se constituyó en municipio aparte y propio. Por eso, cuando se habla del paso de peregrinos por Hondarribia ha de entenderse más bien por el propio Irun.

Desde que Alfonso VIII de Castilla concedió a Hondarribia en el año 1203 el término jurisdiccional comprendido entre los ríos Oiartzun y Bidasoa, la tierra de Irun perteneció al mismo distrito municipal. En el privilegio, expedido al efecto, dice Gorosábel, sólo se le da a esta villa la denominación de Irun; pero después se le conoció constantemente con el aditamento de Uranzu, sin que conste con claridad su origen o primera introducción. Bajo el expresado concepto, Irún era población dependiente de la jurisdicción de Hondarribia y como tal una aldea de esta ciudad con título de universidad. Esto no obstante, tenía su gobierno municipal propio en todo lo político, económico y militar, sin dependencia de Hondarribia; para cuyo efecto sus vecinos constituían concejo, y nombraban anualmente diputados, de los que el primero se titulaba capitán y el segundo alférez. Irun tenía también sus términos propios amojonados y separados de los de dicha ciudad; sin que los dos pueblos tuviesen en común más terreno que el monte de Aizola, en cuyos productos se interesaba el primero en cincuenta y nueve partes de sesenta.

De aquí se ve que a Irun sólo faltaba la jurisdicción civil y criminal con alcalde que la ejerciese; pues la tenían en ella los alcaldes de Hondarribia a prevención con el corregidor. Así se rigió y gobernó esta villa desde la remota antigüedad indicada hasta que se segregó de la dependencia de dicha ciudad como se dijo antes. Las pretensiones de Hondarribia se extendían todavía a más; pues solicitó que se demoliesen algunas casas que se habían empezado a construir de piedra en Irun, y faltó poco para que consiguiese aun tan incalificable medida. En efecto, parece que el ministro de la reina Doña Isabel la Católica llevó extendido a su firma el decreto que así lo ordenaba: pero tanto debió chocar esto a su majestad, que preguntó de dónde era el lugar de Irun. Respondiéronle que pertenecía a sus dominios; oído lo cual, no quiso autorizar este hecho. Así que la real provisión que se libró se limitó a disponer que no se labrasen ni edificasen en adelante casas de piedra en Irun; antes bien que todo estuviese sobreseído en el mismo estado en que estuviesen cuando fuesen requeridos con ella. Para la ejecución del contenido de esta determinación se dio comisión a D. Juan de Gamboa y a García de Alvarado; por cuya mediación capitularon Hondarribia e Irun que en esta universidad hubiese carnicería. panadería y taberna, donde no se pudiese vender sino de la cosecha de la primera mientras la hubiese; pero que en falta de ello, pudiesen hacerlo de otra parte.

El fundamento que tuvo la provincia para hacer dicho acuerdo referente a la prohibición de la carga y descarga de mercaderías en Irun, así como el gobierno de su majestad para su confirmación, consistía en lo siguiente. Dábase entonces una gran importancia a la plaza de Hondarribia, cuya conservación se quería a toda costa contra las invasiones siempre temidas de la Francia. Creíase al mismo tiempo que de aumentarse la población de Irun por medio del comercio, debía resultar la disminución de la de Hondarribia; y la consecuencia que se sacaba era que llegaría el caso de faltar en esta plaza la gente necesaria para su defensa, la cual por lo ordinario dependía de sus propios vecinos.

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