Lexikoa

Inundación

Una relación de las riadas e inundaciones de Bizkaia y sobre todo de Bilbao podría servir de índice de lo ocurrido en el resto del país, dada su intensidad en su reducido tamaño. Citaremos, entre otras, las siguientes riadas e inundaciones catastróficas:

    15 de abril de 1380: causó grandes estragos en toda Bizkaia y particularmente en Bilbao y sus cercanías, donde se llevó el puente de la villa y cuantos molinos y ferrerías había en Galdácano y Arrigorriaga de abajo.

    15 de abril de 1402: para calcular lo copioso, y por tanto lo terrible de esta avenida, basta saber que el agua se llevó el puente de Castrejana, que era de tanta luz como el del actual y arrastró el puente.

    29 de abril de 1408: la avenida derribó la mitad del puente y la Rentería de Bilbao.

    27 de junio de 1440: derribó el puente de Bilbao, cuyo arco principal se acabó de cerrar el 14 de septiembre del año siguiente.

    22 de julio de 1447: gran avenida que causó grandes estragos en Durango y Bilbao, cuyas calles se inundaron hasta gran altura.

    27 de julio de 1450: derribó el puente de la villa, parte de la Rentería y "el cay de la cal de la Pesqueria", y el Portal de Santa María. Además arrasó las huertas, hizo cuantiosos daños en las cercas de la villa y otros muchos. Solamente se habla de un hombre muerto cuando pasaba por el puente de Lequeitio que se derrumbó en ese momento.

    2 de septiembre de 1481: otra gran avenida.

    1552: la avenida se llevó los muelles y rampas de la plaza Vieja de Bilbao, que se habían construido en 1402.

    14 de septiembre de 1553: la avenida derribó el arco menor del puente de Bilbao, y entre los fenómenos a que dio ocasión fue uno de ellos el haber arrastrado la casa de Pedro de Muxica, dejándola íntegra en Albia, en un terreno: con cuyo dueño tuvo pleito el Muxica, creyéndose dueño del nuevo solar. El comendador Alonsótegui cantó en 39 octavas reales esta catástrofe.

    28 de octubre de 1578: Baiona se disputaba la desembocadura del río Adur con Capbreton. Luis de Foix había conseguido construir un dique que desviara la corriente pero ocurrió lo inesperado. Cuando el dique estaba acabado, las aguas, en lugar de destruir los últimos bancos de arena que le separaban del mar, se extendieron a lo lejos, formando la inundación una amplia extensión de agua que amenazaba engullir al país entero, y causó los mayores estragos. Se ha pretendido incluso que estuvieron obligados a atar los barcos, en la ciudad, a las ventanas del primer piso de las casas. Todo parecía perdido y el pueblo estaba preparado para rebelarse y reclamar a grandes gritos la destrucción del dique, cuando sobrevino una crecida extraordinaria que, redoblando la fuerza de la corriente, destruyó todos los bancos de arena y dirigió el río al océano, al lugar previsto por Luis de Foix, y llamado después el Boucau-Neuf. Así se estableció la desembocadura actual del Adur.

    Otras inundaciones con incidencia en Bizkaia y en particular Bilbao fueron estas:

    23 de mayo y 29 de septiembre de 1581: grandes avenidas.

    22 de septiembre de 1593: a esta avenida llaman los historiadores "gran diluvio". Los vecinos de Bilbao salieron de sus casas con el agua a la cintura y subieron a refugiarse en el santuario de Begoña; arrastró el agua la calle de Urazurrutia; derribó un arco del puente de San Antón y las casas de la contratación y del ayuntamiento, que estaban contiguas a él. Los buques surtos en la ría rompieron sus amarras y andaban por las calles causando grandes estragos, particularmente uno de sesenta toneladas y una pinaza que se quebró contra una viga, junto a la iglesia de Santiago. El agua inundó la iglesia y el convento de San Agustín. Hay relación de esta gran catástrofe impresa en Bilbao por Pedro Cole de Ibarra.

    8 de septiembre de 1651 : Desde el día 2 de dicho mes empezaron las lluvias, acrecentadas sobre todo el día 8, día en que se desbordó el Nervión de su cauce invadiendo la villa a las tres de la tarde inundando las siete calles y el Arenal midiéndose seis codos de altura a las cinco, en la calle Somera. Se cita como episódica la situación de 87 personas en la iglesia de Santiago, beneficiados y fieles, que se hallaban en vísperas. Se vieron en la imposibilidad de salir de la iglesia al terminar el acto religioso. El cabildo recogió el Santísimo y lo puso en el coro, donde se refugiaron todos los que se hallaban en el templo, y permanecieron hasta el amanecer del día 10 por la tarde. Para invadir las aguas el coro faltó solamente una crecida de un codo de altura. Las 87 personas se sustentaron con cuatro panes que se les pudo suministrar desde las tribunas. Cuéntase que, bajándose la Virgen de Begoña hasta el convento de la Cruz, empezaron a descender las aguas.

    15 de junio de 1762: las aguas subieron hasta los pisos principales de las casas de Bilbao. Los estragos en toda Bizkaia fueron grandes.

    21 de junio de 1775: grandes estragos por las avenidas en las Provincias Vascongadas y Rioja.

    23 de junio de 1778: enorme cantidad de piedra y agua y un huracán que acabó de asolarlo todo.

    25 de mayo de 1801: la señal que subsiste en el estribo del puente colgante manifiesta lo terrible que fue la avenida.

    19 de abril de 1876: el agua arrastró las obras que se llevaban a cabo en el puente de Atxuri. Arrancó los pilotes el día 15, así como los andamios, las tiendas, piedras y otros materiales almacenados en los muelles.

    10 de septiembre de 1906: la inundación de Bilbao comenzó llevándose los tenderetes del Mercado de la Plaza Vieja. En algunos barrios las aguas inundaron las plantas bajas. El nuevo túnel de la línea Las Arenas sirvió de cañería de desagüe a la enorme cantidad de agua que desde los montes de Artxanda se precipitaba en la hondonada de Matauko. Nuevas oleadas rompieron puertas y tabiques de tal modo que los objetos flotaban a la altura de los primeros pisos.

    Hubo frecuentes inundaciones de mayor o menor importancia como las de 1912 y 1915.

    16 de junio de 1933: tuvieron una incidencia grande en Rentería (Guip.). Se producen la noche del 16 al 17 de junio. Hacia las dos de la madrugada comenzó a caer una tromba de agua muy prolongada agravada por el desbordamiento del río Oyartzun y la invasión de la población por las aguas. Los vecinos iniciaron rápidamente los trabajos de salvamento y limpieza cuando a las diez de la mañana se produce otra todavía mayor. El agua alcanzó hasta cinco metros de altura produciéndose escenas de pánico y algunas víctimas, entre ellas un joven de 22 años que fue arrastrado por la corriente. Al atardecer cesó la violencia de la inundación dejando todo el comercio completamente destrozado. Hubo grandes pérdidas en las fábricas e instalaciones. Así y todo el día 23 de octubre se produce otra inundación todavía mayor subiendo las aguas 50 cm. más que en la anterior. Se encomendó un proyecto de encauzamiento del río Oyartzun al ingeniero don Juan Matximbarrena pero entre trámites y otros requisitos la subasta no salió hasta el 9 de mayo de 1935 después de soportar todavía otra inundación el 5 del mismo mes. Las obras fueron tan lentas que no se habían terminado todavía en 1953.