Toponimoak

INDURÁIN

Las casas de Induráin se distribuyen a ambos lados de la calle principal con edificios que se remontan al siglo XVI. Son varias las que resaltan por su estructura, escudos e inscripciones como la casa de Alcuacena que luce en la fachada un escudo barroco del siglo XVIII y junto a ella otra casa con portada adintelada con enmarque de pilastras y florón decorativo con la fecha 1678. A las afueras del pueblo se sitúa una fuente de arco de medio punto inscrito en un muro de grandes sillares.

Se conocen las ruinas de la ermita de los Santos Justo y Pastor.

Aislada y sobre un pequeño montículo se eleva la iglesia de la Purificación. Perteneció a la orden de San Juan de Jerusalén y hizo funciones de hospital de peregrinos. Posee ábside románico y nave protogótica que ha llegado hasta hoy prácticamente intacta y pudo servir de modelo a otras del valle con las que forma grupo como las de Ardanaz, Zuazu, Reta e Iriso, entre otras. La planta, de logradas proporciones, se define como nave rectangular con cuatro tramos y ábside semicircular con bóveda de horno. Una capilla se abre después en el lado de la Epístola. La nave se cubre con bóveda de cañón apuntado sobre potentes arcos fajones, siendo dobles los que corresponden al arco triunfal, que descansan en pilares con imposta que recorre todo el perímetro de la nave en tanto que en el ábside se recurre al taqueado. La nave cuenta con dos claves decoradas una con la cruz de Jerusalén y otra con un escudo liso. A los pies se levanta el coro de madera que apoya en sencillas ménsulas medievales. Una sacristía cuadrada con cubierta de cañón corrido se adosa por el lado de la Epístola en el tramo que antecede al ábside con el que se comunica a través de un dintel con gran crismón.

Al exterior se marcan los contrafuertes, reforzando uno de ellos el ábside semicircular, zona ésta donde se conserva una cornisa con bolas y canes lisos. La portada formada por tres arquivoltas rectas sobre pies derechos en imposta se abre en el segundo tramo de la nave por el lado de la Epístola. Esta portada está protegida por un pórtico de madera sobre pilares y arcos rebajados. A los pies se alza una torre prismática con saetera y alero de remate con canes lisos. A ella se adosa una escalera de caracol obra del cantero de Lumbier Antón de Nasarte en el siglo XVII.

En el sotocoro de la parroquia se conserva una gran pila bautismal con doble grada circular, fuste cilíndrico corto y taza semiesférica de gran tamaño lisa.

Un retablo mayor renacentista, de traza manierista, fechado en la década de 1550-1560 preside la iglesia. Su ordenación es similar a la del retablo de Santa María la Real de Sangüesa y al de la parroquia de Orcoyen, por lo que según algunos autores, se podría atribuir a Juan de Flandes, pintor vecino de Sangüesa durante la primera mitad del siglo XVI. Presenta tres cuerpos con tres hornacinas de concha cada uno, con escenas de la Vida de la Virgen. Un alto banco con cinco calles y dos cuerpos también con cinco calles. En conjunto, esta obra no alcanza el nivel de los retablos de Sangüesa y Orcoyen pero sí que llama la atención por su simplicidad e ingenuidad. Otro retablo dedicado a la Virgen de Nieva se cobija en la capilla del lado de la Epístola, de estilo barroco del siglo XVIII.

Junto a la puerta se sitúa una pila de agua benditera con pie abalaustrado y taza avenerada. Se conservan unas pocas tallas entre las que destacan un Crucificado con un buen estudio anatómico, de comienzos del siglo XVII localizado en el lado del Evangelio y una Virgen de vestir situada dentro de una hornacina barroca en el coro. Además en la sacristía se conservan una talla de San Juan Bautista y otra de Santa Catalina, ambas barrocas del siglo XVIII.

También en las dependencias de la sacristía se conserva una colección de orfebrería, en la que destacan cuatro cálices de plata. Uno de ellos presenta estructura gótica de primer tercio del siglo XVI alterado posteriormente. Dos de estos cálices ofrecen un estilo purista de logradas proporciones que se enmarca dentro del barroco del siglo XVIII, uno de ellos con la doble P de Pamplona y la marca de AGUI/NAGALDE. Se conserva también un copón de plata del último cuarto del siglo XVI al que se le añade una copa en el barroco y presenta la marca del platero M/VIDAX que se identifica con el maestro sangüesino Martín de Vidax, hijo de Felipe, que trabaja durante el último cuarto del siglo XVI. Esta misma marca la lleva un bello incensario de plata y una sencilla naveta de traza austera que prescinde de toda decoración. El incensario además de por su esmerado diseño, tiene una importancia especial por ser uno de los escasos ejemplos de este tipo conservado en Navarra. Presenta base circular, brasero con gallones y cuerpo de tramos escalonados, entre tornapuntas y Hermes y decoración calada de temas geométricos y mascarones, todo ello dentro del lenguaje bajo renacentista. Dentro de la misma época pero algo más sencillo es un hostiario de plata del tipo de caja cilíndrica con cubierta plana. Lleva la marca del taller de Sangüesa SANG con el escudo superior. Por último queda mencionar un copón de plata del siglo XVIII, otro fechado en el siglo XIX, dos viriles barrocos y una cruz procesional neoclásica.

Carmina RIUS SALETA