Udalak

IGANTZI

Predomina en Igantzi la arquitectura popular de la zona, con viviendas de estructura de madera de dos alturas. En algunos casos, estas construcciones también disponen ático, y se rematan generalmente, con una cubierta a dos aguas de teja roja.

Arquitectura civil

Entre los motivos de arquitectura civil que se extienden sobre el sinuoso relieve de Igantzi destacan los localizados en torno a la parroquia de San Miguel. Destaca, en este sentido, el antiguo ayuntamiento, localizado en la Plaza de los Fueros. Se trata de un noble edificio del siglo XVIII, que repite el esquema de la arquitectura popular de la localidad. En este caso, tiene una fachada principal de tres cuerpos, restaurada durante el año 2006. Destaca el inferior, formado por un gran portalón adintelado que tiene en el centro como soporte, una esbelta columna de orden dórico. Un arco de medio punto, situado en el costado izquierdo, sirve también como acceso desde la mencionada plaza. Sus dos cuerpos superiores, sobre sencillas ménsulas de madera, albergan cada uno de ellos, tres ventanas adinteladas. En uno de los laterales de este solemne edificio se halla un escudo de piedra, de considerable tamaño, datado en 1719. Justo en frente se localiza el Ayuntamiento nuevo. Es un edificio cúbico de tres alturas levantado en el siglo XIX. En cada uno de los cuerpos superiores se abren tres ventanas adinteladas, que aparecen rematadas por cadenas de sillar. El mismo esquema de sillería aparece en cada uno de los flancos del edificio. Los niveles de la fachada principal se separan, unos de otros, por impostas lisas. Se cubre el resto de superficie de la fachada con revoque de color blanco. En la parte baja se alberga un local destinado al servicio de hostelería. La fachada trasera, del nuevo ayuntamiento, sirve de frontón para el municipio. En torno a la misma, se ha organizado una espectacular estructura de hierro para la nueva arquitectura del frontón. Es un recinto abierto compuesto por ocho esbeltas columnas dobles de hierro, de color verde, que soportan una moderna cubierta de madera con luceros. La desafortunada envergadura del recinto deportivo supera, con creces, a la del propio ayuntamiento. Desentona con el mismo y con el resto de arquitectura civil repartida en el municipio. Se repiten en el caserío de Igantzi varios edificios que mantienen el esquema de arquitectura popular. Destaca la casa Garro del siglo XVI. Cuenta en el cuerpo inferior con un arco de entrada de medio punto, con escudo de piedra, sobre el que se superponen un cuerpo central y otro superior. El central dispone de tres ventanas adinteladas y el superior de tres balcones de idéntica forma. En su conjunto la fachada aparece revocada de color blanco. Similar estructura repite la casa Arrozbidea, en las inmediaciones de la parroquia de San Miguel. Tiene una fachada de tres alturas, de sillarejo enlucido, y cubierta a dos aguas. El cuerpo inferior dispone de un gran arco de medio punto de acceso a la vivienda, acompañado de sendas ventanas adinteladas a cada uno de los lados. En el cuerpo central destacan tres ventanas adinteladas con cadenas de sillar, estructura que se repite en el último cuerpo pero en ventanas de menor tamaño. La cadena de sillar también es el motivo utilizado para el remate de las esquinas del edificio. A la salida del municipio se encuentra una antigua fuente o abrevadero. Es un sencillo edificio con noble y remozada cubierta de madera a dos aguas. En el interior, destaca un muro de sillería rematado por una cornisa corrida, así como varias pilas para el suministro de agua y antigua labor de lavado de la ropa. Un ejemplo de arquitectura industrial lo constituye, en la carretera hacia las Ventas de Iantzi, la Central de Yanci erigida en 1913.

Arquitectura religiosa

Muy cerca del Ayuntamiento se encuentra la iglesia de San Miguel. Configura el edificio más representativo de la localidad. Se trata de una construcción de estilo gótico tardío levantada durante el siglo XVI. En su totalidad, el conjunto está izado en piedra de sillería, a excepción de los brazos del crucero realizados en sillarejo. Un aspecto general de robustez medieval envuelve armoniosamente el conjunto en su exterior. A los pies, sobre dos sólidos contrafuertes, presenta una sencilla torre con función de campanario organizada en torno a dos arcos de medio punto. Se remata la fachada en forma de espadaña coronada con un frontón recto. Bajo un moderno pórtico de cemento con cubierta a dos aguas, se localiza la bella portada del siglo XVII. Consta de un arco de medio punto, entre columnas pareadas de fuste liso y orden dórico. Destaca el intradós del arco, decorado con motivos vegetales. Sobre una cornisa lisa aparece un frontón triangular sin motivo de decoración alguno. El interior presenta una tradicional planta de cruz latina, con nave de triple tramo y crucero de brazos laterales. La capilla mayor se remata de forma recta. La cubierta de las naves es de nervios para los tramos de la nave y estrellada la del crucero. La bóveda de la cabecera es de media estrella. El interior aparece ornamentado por una rica colección de retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII. Destaca el retablo mayor fechado en el siglo XVII. Se trata de una pieza barroca dedicada a San Miguel. Presenta dos cuerpos estructurados en torno a columnas salomónicas, sobre los que se disponen tres calles centrales y dos laterales. El conjunto lo remata un ático con columnas y aletones. Las imágenes que aparecen albergadas en su estructura son contemporáneas a la construcción del mismo. Es el caso de las referentes a San Miguel, San Fermín y San Francisco Javier. La pintura del conjunto data del siglo XVIII. Otros retablos menores aparecen en el lado de la Epístola y del Evangelio. En el primero de ellos destaca una pieza del siglo XVII dedicada al Sagrado Corazón. Sobre un banco con ménsulas se alza un cuerpo estructurado en torno a columnas salomónicas. Aparece rematado por un sencillo ático. De similar alzado es el retablo situado en el lado del Evangelio, pero dedicado a la figura de San Juan Bautista. En este mismo lugar se halla también un pequeño retablo de estilo rococó del siglo XIX dedicado a Cristo crucificado.

En la carretera que comunica Igantzi con Arantza, junto a la regata Arrata, se localiza la ermita de San Juan Xarr. Sobre una zona muy frondosa y accesible, a pie, desde el mismo nivel de la carretera se accede a esta gruta protegida por el entorno natural. De la misma, brota un manantial que, según la tradición, posee efectos curativos. En esta gruta natural se guarda culto a una moderna imagen de San Juan Bautista.

Fernando GARCIA NIETO (2007)