Udalak

GÓRLIZ

Repartido en cinco barriadas: Andra Mari, Arenal, Gandias, Uresarantze y Elexalde, siendo esta última el centro neurálgico de la anteiglesia, Gorliz es un pueblo eminentemente costero que aunque sigue teniendo un enfoque rural en gran arte del municipio las áreas residenciales y de veraneo van ganando terreno al ámbito agrícola y pesquero de antaño.

Arquitectura religiosa

La iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción es un templo de una sola nave con cinco tramos marcados por fajones de medio punto, cuatro capillas laterales dos a dos y cabecera poligonal con arco triunfal apuntado. Está abovedada con lunetos que aportan iluminación a la nave y tiene coro de madera y forja a los pies . Al exterior se muestra muy rotunda y hermética, construida en sillarejo, con escasos vanos en medio punto abocinado y numerosos estribos dando aún más imagen de contundencia. Destaca su torre a los pies de corte defensivo, sin apenas aperturas. Ésta presenta tres cuerpos, el más bajo tiene triple acceso en arcos de medio punto enmarcados entre contrafuertes que forman un pequeño pórtico, el de transición solo salpicado por estrechas aspilleras y el campanario cubierto a cuatro aguas y vanos campaniles en arcos de medio punto. Al mediodía tiene pórtico corrido que alberga un ingreso lateral también en medio punto. Aunque con algunas reformas, en su estructura general data de la segunda mitad del siglo XVIII. Con respecto al arte mueble hablar de los retablos de Nuestra Señora del Rosario y de San Antonio de Padua, ambos neoclásicos, de un piso con tres calles y ático, del retablo de Santiago, este con dos pisos y ático y del retablo de San José, de estilo rococó. Todos se encuentran en las capillas laterales.

La ermita de Nuestra Señora de las Nieves de Agirre, en Gandias-Andra Mari, es un templo de ciertas dimensiones, construido en mampuesto y cubierto a dos aguas con pórtico corrido en tres de sus muros sobre antepecho y pies derechos. Sobre el acceso tiene óculo y espadaña de un vano con frontón clasicista. La fábrica dataría de mediados del siglo XIX, aunque son muchas las referencias que la sitúan como una de las ermitas más antiguas de Bizkaia, ostentando la condición de parroquia de Gorliz, Plentzia, Gatika y Laukiniz hasta la construcción de sus respectivas iglesias. Existen referencias a ermitas dedicadas a San Facundo y San Martín, hoy desaparecidas.

La ermita de Ntra. Sra de las Nieves contiene una Andra Mari en madera policromada que, aunque retocada con algunos elementos modernos, mantiene básicamente su cuerpo central de época bajomedieval.

El cementerio es de 1907 y vino a sustituir a uno anterior de estilo neoclásico. Básicamente se trata de un recinto rectangular flanqueado de muros, con capilla en el lado norte, con cierto aire neogótico por el arco apuntado de su interior. El acceso al conjunto es en arco rebajado bajo arquitrabe, frontón y cruz de piedra, el cual se enmarca en dos pilastras adosadas.

Arquitectura civil

El ayuntamiento es de factura moderna, construido en 1988 y se trata de un edificio de tres plantas con aire revivalista, el cual esta cubierto a cuatro aguas flanqueadas por acroteras de bolas. En su fachada principal se distinguen tres cuerpos, el central en piedra vista en el que se insertan el acceso elevado mediante escalinata, balcón y frontón albergando reloj. Destaca el último de los pisos a modo de desván, con vanos en medio punto y trabajado en ladrillo. El diseño se hace eco de los palacetes barrocos vizcaínos.

El Sanatorio Marino es uno de los emblemas de la anteiglesia, un gran proyecto de principios del siglo XX que en su origen se trataba de un hospital costero dedicado a tratar niños de clase obrera afectados de tuberculosis. Es de destacar que fue el primer proyecto en España en el que se empleó el Hormigón armado en toda la estructura. Constituido por un conjunto de edificios al borde de la playa, destaca el bloque principal, un mastodóntico edificio de tres plantas simétrico en su desarrollo y con un cuerpo central adelantado a los laterales. Estos últimos están constituidos por balconadas corridas soportadas en columnas, mientras que el medular, más hermético cuenta con un acceso principal elevado mediante escalinata. Todos los vanos son adintelados y sus fachadas en las que se usa de forma masiva el azulejo, con cierto aire modernista, combinan el blanco de las paredes con el azul de los elementos decorativos como colores fundamentales. Además de este edificio principal se añaden otras dependencias menores detrás de él. Hablar también de dos esculturas integradas dentro del conjunto y ambas realizadas por el escultor Moisés de Huerta: el monumento al Doctor Areilza, frente a la entrada principal, de aire clásico y realizada en mármol rojo, y el busto de Laureano de Jado, en el interior del complejo, sobre pedestal y en mármol gris.

Un edificio interesante es el casino, fruto del diseño del arquitecto Antonio de Araluce en 1927. De tres alturas y sótano y cubierto a cuatro aguas, se plantea ecléctico en la variedad de su decoración y podríamos calificarlo de regionalista. Se apareja en mampuesto encalado en gran parte de su estructura, salvo las partes de sillería y actualmente ha perdido parte de su aspecto original convirtiéndolo en bloques de viviendas.

Pocos ejemplos de arquitectura culta presenta este municipio. El más destacado sería el denominado palacio Iturritxi, palacete rural neoclásico que sigue los parámetros de este tipo de construcciones en Bizkaia, léase, planta cuadrada y volumen cúbico, tres alturas, cuatro aguas, vanos en dintel perfectamente diseminados en retícula y ausencia total de decoración, si exceptuamos la línea de imposta que separa los primeros pisos. Su acceso centrado y bajo balcón es de sillería al igual que todas la ventanas y en arco escarzano. Sus paredes están encaladas y se podría situar su construcción a principios del siglo XIX. De similares características sería la casa de Ajeos número 9, aunque algo menos noble que la anterior. La diferencia principal sería su planta algo más profunda y su ingreso en arco rebajado. De nuevo estamos ante un edificio claramente neoclásico y por la similitud de formas con el anterior sería de la misma época. Destacaremos de forma somera las dos villas Itxasbide, construidas a principios del siglo XX como residencias de verano y que representan la aparición de la burguesía en una zona de costa que se ponía de moda en esta época por el reclamo del sanatorio. Ambas historicistas, una de ellas muy clásica, con gusto renacentista, mientras que la otra bebe de las influencias neovascas tan de moda en esos momentos.

Con respecto a la vivienda popular hay algunos ejemplares dignos de reseña, aunque como ocurre habitualmente con estos edificios en general han sido muy retocados a lo largo de su historia. Todos poseen como característica común su planta rectangular y tejado a dos aguas, maneras extendidas en la gran mayoría de las viviendas rurales vascas. El caserío Zabales es uno de lo más antiguos de la anteiglesia, fechable en el segundo cuarto del siglo XVI, sería de los denominados de estructura de postes y además de espolones en sus extremos destaca por su desván en voladizo sobre jabalcones. Tiene horno de pan. Lopategi sigue el mismo estilo, también del siglo XVI y con bonitos jabalcones tallados. Ibaiagagoikoa, de nuevo datable en el siglo XVI y con postes de madera sustentantes en toda la estructura. Su piso alto se tapaba con tablazón lígneo, aunque actualmente se ha remodelado como vivienda bifamiliar. Arteagabekoa es de principios del siglo XVII y presenta añadido para cuadra, algo muy extendido en Gorliz entre los edificios de tipo agrícola, no diseñados en origen para albergar ganadería. Esta característica afecta a su tamaño, menor que en otras comarcas más ganaderas y con acceso individualizado para personas. También de los primeros momentos del siglo XVII es el caserío Bekoetxe, enfoscado en sus paredes y muy retocado, es de dimensiones muy mesuradas con soportal adelantado. Artaza Goikoa presenta un volumen mayor y destaca por una superior calidad constructiva. Tiene soportal sobre pie derecho de madera y comparte cronología, mediados del siglo XVII, con sus vecinos Erdikotxes y Boskotxes. Artenetxiki de nuevo vuelve a estar enmarcado por espolones en una fachada principal cerrada en su planta alta con ladrillo y viguería vista. Presenta soportal lateralizado sobre ménsulas, característica que comparte con Okendo. Sertutxes y Zabale Bekoa por su parte se sustentan sobre pie derecho, este último además tiene acceso lateralizado a la parte alta en patín. Fanos Aurrekoa, de mediados del siglo XVIII, tiene espolones y cuadra adosada en su zaguera, además de horno y pajar. Algo más tardío es Amezaga, con soportal arquitrabado y asociado a él el molino del mismo nombre, con planta en forma de ele, dos pisos y dos estoldas en arco. Ya centrados en la última etapa constructiva del caserío, demostrando mayor calidad e incluso contando con elementos de arquitectura culta tendríamos Mandoño, de 1896 e Irak-Biñe, dos años anterior en el tiempo. De claro estilo neoclásico por su perfecta retícula de vanos adintelados en su fachada, son de piedra en toda su fábrica, mantienen espolones y aparecen ménsulas molduradas en portal y espolones.

Existen las ruinas del fortín el castillo, fuerte costero al borde del litoral que dataría de fines del siglo XVIII y que sustituiría a otro anterior, menos funcional y ubicado en una cota más baja sobre el nivel del mar. Poco queda de él, salvo el muro de mampostería que protegía el recinto rectangular, con un acceso en plano inclinado al noreste y dos troneras en su lado contrario. A escasos metros hay restos de una construcción que posiblemente fuese el polvorín. También existen tres baterías de defensa que datarían de la Guerra Civil y que se encuentran unidas mediante galerías subterráneas al puesto de mando en un punto más elevado. Todo el conjunto se encuentra en muy mal estado.

Manu CASTAÑO GARCÍA (2006)