Sailkatu gabe

Gipuzkoa. Historia (1984ko bertsioa)

1937: Ocupación de Gipuzkoa.

Frente Intxorta-Elgueta-Eibar (1 de octubre al 26 de abril de 1937). La línea defensiva Intxorta-Elgueta-Eibar se estabilizó y se sostuvo, con tenacidad, hasta el 26 de abril del año siguiente. Entraban en acción los batallones de gudaris del nuevo Gobierno Vasco. Los rebeldes, unos 40.000 hombres, constituían un mosaico de españoles, marroquíes, italianos y legionarios protegido por 140 aviones de bombardeo alemanes de la Legión Cóndor. El batallón de gudaris "Martiartu", a las órdenes del comandante Pablo Beldarráin, sostuvo la defensa de la línea Intxorta-Elgueta, y otro batallón, también de gudaris, el "Kirikiño", las posiciones entre Basalgo y Elgueta. Beldarráin reorganizó el sistema de defensas de arriba a abajo según su propia estrategia. Ahora las trincheras se cubrían unas a otras, entrelazadas y en sesgo. Además se hallaban disimuladas hábilmente bajo el césped y camuflaje adecuado. Se trataba de evitar la eficacia de los bombardeos aéreos. Además cerró con minas todos los pasos por los que se podían mover los tanques. El 20 de abril se inició la ofensiva enemiga. 24 bombardeos atacaron Elgueta. Todos los amagos de la IV Brigada de Navarra fueron rechazados con fuertes pérdidas. Los días 21 y 22 se renovaron los bombardeos impunemente. El 23, nuevo ataque, y nuevo rechazo. La heroica y eficaz resistencia de los gudaris resultó inútil porque dos batallones de milicianos de la CNT abandonaron el frente de Udala dejando paso libre hacia Elorrio en forma envolvente. Elorrio ocupado, caían también en poder enemigo Intxorta y Elgueta. Fue una resistencia contra fuerzas inmensamente superiores y dotadas de gran número de bombarderos y mercenarios. Roto el frente la suerte de Eibar estaba echada. El 24 un bombardeo causó 70 muertos y numerosos heridos. El día 25 el nuevo bombardeo de Eibar fue con bombas incendiarias. El 26 de abril entró el enemigo en Eibar finalizando así la campaña de Guipúzcoa. En una de las calles de la villa se encontró los cadáveres de 200 gudaris.

Guipúzcoa ocupada. Desde setiembre de 1936 una cruel represión, incomparablemente más dura que la ejercitada durante el dominio "rojo", se abate sobre Guipúzcoa en gran parte abandonada por gentes que huyen a Vizcaya. La cárcel de Ondarreta reúne el mayor contingente de presos que durante la noche son objeto de temibles "sacas", la mayor parte de las cuales desembocan en Oyarzun, Hernani u otro lugar cercano, tal como Galarreta, entre Hernani y San Sebastián. En Hernani, el cementerio, contra cuyas tapias se fusila a sacerdotes tales como Celestino Onaindía, P. Adarraga, J. de Ariztimuño y otros, a políticos célebres como Carrasco Formigueira o a simples lugareños, cuenta con varias fosas comunes en las que yacen alrededor de 200 muertos anónimos de esta época. Aquellos guipuzcoanos en edad militar que habían permanecido en territorio guipuzcoano creyendo que no tenían nada que temer, son obligados a alistarse en Falange o en el Requeté y enviados al frente. De voluntarios -15.000- de este tipo se nutrieron los tercios de Oriamendi, Zumalacárregui, San Ignacio, San Miguel y San Marcial. En la retaguardia el orden nuevo se organiza alrededor de los puestos de mando y de las emisoras y periódicos incautados de los que salen "La Voz de España" y "Unidad". Las mujeres son también objeto de presión afeitándoseles la cabeza cuando no pierden la vida. Desde la radio las homilías del P. Errandonea instan a los vencidos a arrepentirse mientras las escuelas se militarizan. El nuevo alcalde de San Sebastián, José Múgica, es destituido y desterrado por salir al paso de tanto atropello siendo sustituido por José M.ª Angulo (3 febrero 1937). Tal vez pocas cosas puedan resultar tan elocuentes como las listas de funcionarios purgados en el "Boletín Oficial de Guipúzcoa". El 23 de junio de 1937, tras la caída de Vizcaya, ambas provincias son declaradas "traidoras" y privadas del Concierto Económico.