General carlista navarro, nacido en 1795. Fusilado en Estella el 18 de febrero de 1839.
Era capitán de infantería cuando se produjo la muerte de Fernando VII y el llamamiento de D. Carlos a sus partidarios. García abrazó la causa carlista. Tomó parte en las batallas de Argudin y Arguijas al frente del primer batallón de Navarra. Fue herido en la batalla de Orbiso. Fue ascendido a brigadier por su bravo comportamiento en las Amescoas. Participó también en las batallas de Estella, Montejurra y Puente la Reina. Nombrado comandante general de Navarra, vence a los isabelinos en Larrasoaiña, Tirapegui y Guendulain. El año 1836 se enfrenta en la línea de Zubiri a los generales Barón de Meer y Fernández de Córdoba y vence a Bernelle. Derrotado en Arróniz, se desquita en las acciones de Estella y Allo, de 8 de diciembre de 1836.
Estaba al mando de 12 batallones, un regimiento de lanceros, 2 baterías de artillería y 2 compañías de ingenieros. El año 1837 cae enfermo y se ve obligado a retirarse del campo de operaciones. Una vez restablecido, toma Peralta y derrota en Lodosa al general Zurbano. Vence asimismo en las acciones de Unzué, Biurrun, Estella, Orbaiceta y el Perdón, donde vence a los generales Alaix, Ezpeleta y Bayona. Al enterarse en 1839 de las bases del Convenio de Vergara que negociaba Maroto, se pone de acuerdo con los generales carlistas Guergué, Sanz, Carmona y otros y algunos miembros de la camarilla apostólica de D. Carlos, planeando detener y fusilar a Maroto en cuanto llegara a Estella. Enterado sin embargo el general Maroto, entró en Estella con tres batallones navarros y ordenó el fusilamiento inmediato de los generales citados y del intendente Uriz. El general García trató de huir disfrazado de sacerdote pero fue reconocido y, sin darle tiempo a despojarse de la sotana, fue fusilado con los demás, de rodillas y por la espalda, al pie del muro de la iglesia del Puy.