Gerrillariak

Gambra, Pedro Vicente

Comerciante, empresario y Capitán de Guerra en la Guerra dela Convención. Nacido en 1749 y fallecido en 1820.

Ganadero del Valle de Roncal e iniciador de las explotaciones forestales en gran escala dentro del Valle, tan difíciles en aquel tiempo por la falta de caminos adecuados.

Mantenía tiempos antes este roncalés una estrecha amistad con Pignatelli, el famoso canónigo aragonés que emprendió y llevó a término la construcción del canal Imperial de Aragón, primera obra hidráulica estimada en su época como extraordinaria.

Encendido en el mismo entusiasmo por esta empresa, Pedro Vicente Gambra decidió suministrar a Pignatelli la gran cantidad de madera que para su realización era necesaria, y con este objeto ideó y construyó a sus expensas, a lo largo del río Ezka y de todos sus barrancos afluentes, exclusas o compuertas de madera capaces de producir pequeñas riadas o golpes de agua que permitieran el más fácil transporte de los troncos río abajo.

Capitán de guerra del Valle del Roncal, se distinguió en la lucha contra los franceses de la Convención en 1793. En cuanto el día 25 de junio los convencionales franceses atacaron los puestos avanzados defendidos por civiles roncaleses, Gambra levantó en armas el Valle y comunicó la invasión a los partidos de Salazar, Lumbier, Navascués, Sangüesa y Salvatierra, y Ansó y Hecho en Aragón.

Organizó a los paisanos y cuando se les unieron las tropas del regimiento provincial al frente de las cuales venía el coronel Sigüenza, Gambra decidió de acuerdo con los demás atacar a los franceses que ocupaban el pico de Ginbaleta enviando varias partidas sueltas de paisanos, de las que una de siete hombres atacaría por el escarpe de la Lapiza.

Dos compañías del coronel Sigüenza les apoyarían en la acción. Efectivamente los franceses fueron desalojados de Ginbaleta y demás posiciones que en los altos tenían tomadas, persiguiéndoles los navarros hasta Santa Engracia, al otro lado de la frontera. Trabajo le costó a Gambra aplacar los ánimos de sus paisanos para que no arrasaran Santa Engracia y alrededores y restituyeran el ganado, cuatro vacas y cuatrocientas cabezas de ganado lanar, de que se habían apoderado.

Los convencionales tuvieron aquella jornada medio centenar de bajas entre muertos y heridos. Se retiraron las tropas por entonces. Mas teniendo el 27 de junio noticia de que los franceses intentaban recuperar los puertos, acudieron a su defensa las tropas, los vecinos y hasta las vecinas, armadas de bayonetas y cuchillos, permaneciendo hasta el día 28 en que de nuevo desaparecieron los franceses.

Al invadir los convencionales el puerto de Arrako el 7 de octubre y tratar de penetrar en Belay y Burgui sin éxito, el caudillo de los vecinos, Gambra, intentó cogerlos por la espalda mediante una hábil maniobra, pero los franceses se retiraron a tiempo al puesto de Escantola. No satisfecho Gambra con la retirada, atacó ese mismo día, a las tres de la tarde, el referido puesto, persiguiendo a los franceses hasta Santa Engracia; mataron a once de ellos e incendiaron la barraca que servía de refugio de los soldados y varias casas más. Al anochecer se retiraron a las trincheras que habían sido del enemigo, habiendo cobrado aquel día un botín de 7.000 ovejas.

Determinó Gambra, después de consultarlo con sus hombres, defender el puerto de Belay, aunque en la defensa hubieran de dejar la vida. Sin embargo el 10 de octubre y tras rechazar los roncaleses varios ataques, levantaron los atacantes la bandera blanca, solicitando que el capitán de guerra se entrevistara con sus comandantes. Salió Gambra y al proponerle la paz, la aceptó al estar enterado de que aquella noche llegaría a Santa Engracia el General de San Juan de Pie de Puerto con numerosa tropa. Se firmó así la paz entre Santa Engracia y el Valle del Baztán, conviniéndose que se guardarían los limites anteriores al conflicto.

Cuando estalla la Guerra de la Independencia, cuenta ya una edad avanzada para la milicia activa, no obstante lo cual, se ofrece inmediatamente a Palafox para prestarle cuantas informaciones y servicios le fueran convenientes, al mismo tiempo que le recomienda a sus dos hijos Francisco y Sebastián para posibles oficiales a sus órdenes.

Bajo su influencia se organiza una partida de roncaleses que hostiliza a las columnas enemigas y llega a dar un importante golpe de mano sobre la guarnición francesa de Sangüesa. Tras la capitulación del Valle ve arruinada su hacienda a manos del aprovisionamiento enemigo (cabezas de ganado y maderas).

Fue presionado por los franceses para ocupar la alcaldía de Roncal y la del Valle excusándose por su edad y salud. Aprovechando su red de amigos y agentes entre Olorón y Mauleón organizó el paso clandestino de la frontera y participó en el intento de liberar a Fernando VII de su cautiverio de Valençay.

Ref. Bernardo Estornés Lasa: Erronkari, pp. 50 y ss. y 164; Rafael Gambra: Príncipe de Viana, 1959, p. 187.