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FUSTIÑANA

El entramado arquitectónico de Fustiñana, se encuentra ubicado sobre lo que fue un antiguo asentamiento romano. Dentro de la arquitectura civil, la villa contó con el Castillo de Sancho Abarca, erigido en los últimos años del siglo X. En cuanto a los restos de su arquitectura religiosa, destaca de forma sobresaliente la Parroquia de la Asunción, si bien, Fustiñana también albergó las ermitas de Justo, Pastor y Santa Engracia, no quedando restos de ellas en la actualidad. La Iglesia de la Asunción, antigua pertenencia de la orden de San Juan de Jerusalén, se trata de un conjunto de origen medieval del siglo XII. De este periodo, solamente quedan pequeños fragmentos estructurales que fueron acogidos en la reforma acometida en el templo durante el siglo XVI. La parroquia cuenta con una sola nave que se concluye en el siglo XVI y a la que se añadirán capillas laterales. En la zona de los pies de la nave central, ha quedado parte de lo que fue el antiguo templo medieval con capiteles y pilastras de estilo románico, decorados con motivos fitomorfos. Se añadirán dos tramos a finales del siglo XV y en el XVI, en concreto en la zona de la cabecera, cubiertos con bóvedas de terceletes y ligaduras que parten de una serie de capiteles con decoración propia del estilo Reyes Católicos. En 1842, se incluye en el conjunto la Capilla de la Virgen de la Peña realizada por el arquitecto Villafranca. Esta capilla es de forma rectangular con una nave dividida en doble tramo, cubiertos con bóvedas de medio cañón y de media naranja respectivamente. En el siglo XX también se han realizado modificaciones en el conjunto añadiéndose diferentes naves laterales así como una portada en el lado de la Epístola. En resultado externo del conjunto corresponde con un edificio que cuenta con tres modelos de aparejo. Por un lado el más antiguo de sillería y correspondiente a la fábrica más antigua, de ladrillo en el resto y de mampostería en la capilla de la Virgen de la Peña. Entre la ornamentación interna de la Parroquia, destaca su Retablo Mayor. Realizado entre 1561 y 1569, la mazonería -de estilo plateresco- se debe a Pierres del Fuego y las tablas fueron pintadas por el manierista Pietro Morone al modo rafaelesco. Varias tablas se deben a su colaborador el tudelano Juan de Monzón. Alberga un banco con dos cuerpos que se dividen en cinco calles. Tanto la estructura del banco como la de los cuerpos del retablo presentan tipología decorativa del orden corintio. El retablo está decorado con figuras de santos y escenas de la vida de Cristo. Un retablo de menor relevancia, es el situado en la capilla de la Virgen de la Peña realizado en el año 1926 por Florencio Istúriz. Entre otros elementos pertenecientes al ajuar, sobresale una imagen del siglo XVI. Está dedicada esta talla a la figura de San José y en ella se puede apreciar una clara influencia de Berruguete. Actualmente esta escultura se guarda en la sacristía de la capilla anteriormente citada. Otra imagen reseñable, es la realizada en 1595 por Bernal de Gabadi y dedicada dentro de un estilo romanista a la patrona de la capilla. Entre los elementos de orfebrería de la parroquia, su presencia no es muy variada. Únicamente se encuentran localizados un cáliz de plata de la segunda mitad del siglo XVII, otro de forma neogótica correspondiente al siglo XIX, así como un ostensorio barroco de plata dorada.