Monarkia eta noblezia

Fernando VII

La vuelta al régimen absoluto se instauró en 1823 con represión y exilio. El paseo militar del de Angulema tropezó con resistencia sólo en la guarnición de Pamplona que será bombardeada el 3 de setiembre y capitula el 6. Paralelamente a esta ocupación comienza la purga. El 24 de abril el corregidor de Bizkaia hace saber las medidas que se tomarán contra los que traten de ocultar a los constitucionalistas y prohibe a éstos todo género de movimiento. Se constituyen tribunales "calificadores" por miembros del clero dispuestos a tomarse la revancha. El obispo y el clero de Navarra piden el restablecimiento de la Inquisición el 12 de agosto. En enero del año 24 se erigen las Comisiones Militares encargadas de velar por la ortodoxia y los expedientes relativos al pasado de las personas. El Consejo de Navarra hace acopio en 1826 de actas constitucionales, listas de voluntarios liberales y "asociaciones secretas de masones, comunistas, carbonarios y otra cualquiera misma clase". La creación del Cuerpo de Voluntarios Realistas de Navarra el 26 de febrero de 1829 será la consecuencia de esta marea contrarrevolucionaria, consecuencia plena de responsabilidades ya que en ella se incuba el movimiento que en 1833 intentará destronar a la hija única del monarca. A partir de la asonada de Mina y Jauregui en 1830 el clima de agitación será otra vez permanente; sólo cambian los protagonistas de la sedición.