El castillo altomedieval. Apenas existen citas documentales altomedievales referidas a los antecedentes históricos de la villa de Falces. Abella, en el DGHRAH, da cuenta del hallazgo, en pleno siglo XVII, de diversas monedas romanas encontradas en un subterráneo, sin que pueda inferirse de ello noticia de un viejo poblamiento. Su castillo, al que se han referido historiadores tales como Madrazo, Argamasilla, Arigita, Yanguas y, en nuestros días, J. Altadill, es conocido ya desde el siglo IX y a él debe de referirse el cronista musulmán Ibn-Al-Athir cuando cita Falahsan, como fortaleza tomada en el año 860 por Mohammad I, nombre que Levi Provençal indica debe de ser leído Falchas. No debió de permanecer mucho tiempo en poder del Islam ya que en el año 924 aparece como fortaleza tomada por Abderramán III a los vascones de Sancho I Garcés. Nada certero se sabe, a continuación, sobre la fecha de reinserción al Reino vasco, sólo que debió de ocurrir en el reinado de Sancho el Mayor (999-1034), tras la guerra civil interislámica que da fin al califato. Lacarra (H. del Reino de Navarra, CAN, 1972) sitúa la línea de recuperación de fortalezas en la zona del río Onsella y, tal vez, en el Valle de Funes, y, a finales del reinado de Sancho III, da como seguro ya el establecimiento de gobernadores militares en Arlas, Falces y, sobre todo, Caparroso, a la orilla izquierda del río Aragón (p. 191). Respecto al emplazamiento del castillo que resultó destruido en las guerras de bandos del siglo XV, éste, según Altadill, debió de estar "en una eminencia leve, desde la cual se dominaba el gran soto y el molino", entre la basílica del Salvador y la localidad misma. En 1052 hallamos la donación efectuada por Ramiro I de Aragón de dos hombres de la villa de Falces al Monasterio de San Victorián. Por estos años se sitúa la erección de la iglesia parroquial.