Kontzejuak

EUGI

El pueblo de Eugi se extiende por uno de los lados del pantano que lleva su mismo nombre. Las casas son grandes construcciones que dejan espacios abiertos entre ellas, formando amplias calles y plazas. Son edificios de dos o tres alturas con tejados a dos aguas y alero saliente en madera y muchas veces con bonitos acabados. Los muros se presentan por lo general encalados, lo que produce un gran juego cromático con el sillar rojizo que enmarca los vanos y desarrolla las cadenas en las esquinas, algunas de ellas casi forman contrafuertes entre los que la fachada queda enmarcada. Las puertas de entrada son, por lo general, grandes portalones con arcos de medio punto con grandes dovelas. En alguno de los pisos es fácil encontrar también balcones corridos. Son muchas las casas que llaman la atención, alguna fechada en 1589 y otras del siglo XVIII y XIX que cuentan con la presencia de elementos tanto decorativos, como inscripciones o escudos. Entre éstas destaca la llamada casa Txantxoterena que luce en su fachada un escudo barroco del siglo XVIII.

En las cercanías del pueblo, a cuatro kilómetros al Norte, cabe destacar la antigua presencia de dos fábricas de armas con la que contó Eugi y de las que en la actualidad sólo quedan unas ruinas y que fueron anteriores a la Real Fábrica de Armas de Orbaiceta que mejoró en mucho la organización de las de Eugi. Ya en el siglo XV contó Eugi con un establecimiento destinado a la producción de armaduras de hierro y un siglo más tarde se emplea en la fabricación de armas. En el siglo XVII, concretamente en 1637, se traslada la fábrica a Tolosa pero a finales del siglo XVII se comienza a restaurar y en 1776 se acomete su definitiva reconstrucción. La organización racional en zonas o áreas espaciales distribuidas paralelamente en distintos niveles con los llamados "portales" que dan acceso a los distintos núcleos, como el palacio, una posible capilla y los establecimientos propios industriales y carboneras, supone la transformación del modelo tradicional de industria rural de las antiguas ferrerías en modernas Fábricas Reales consecuencia de la nueva mentalidad racionalista propia del siglo XVIII. Actualmente solo se conservan ruinas que dejan ver la antigua planta rectangular, dividida en tres naves con una serie de arcos transversales, al quedar, muy destruidos, tres de los muros abriéndose en uno de ellos un arco de medio punto.

En el casco urbano se levanta una moderna iglesia de San Gil, construida en 1898 pero muy reformada entre los años 1961-1963. Parece que sustituye a otra iglesia de la que sólo se poseen datos documentales y en la que pudieron trabajar a finales del siglo XVII los canteros Joan de Garaicoechea y Oiz y Miguel de Barrechea que realizarían trabajos en la torre, campanario y sacristía.

La iglesia actual presenta una planta de cruz latina algo desproporcionada con un crucero bastante desarrollado y cabecera pentagonal. Una nave relativamente pequeña se divide en tres tramos rectangulares. La nave se cubre con bóveda de aristas que apoya en una cornisa moldurada, excepto en el crucero que lo hace en los pilares que lo enmarcan. La cabecera se cubre con una cubierta gallonada. El coro se sitúa a los pies de la nave y se prolonga en pequeñas tribunas laterales. La sacristía rectangular y con cubierta plana adosa a la cabecera por el lado de la Epístola.

Al exterior, el templo es un conjunto noble en piedra rosácea en el que destaca el pórtico y la torre, que actúan como fachada. El pórtico es una arcada de medio punto que sirve de base a una torre de planta cuadrada con huecos de medio punto para las campanas y chapitel de remate.

Salvo dos piezas de orfebrería en plata que datan una de primera mitad del siglo XVII, un cáliz con esquema purista liso y marca de platero sin identificar, y otra de 1886 que corresponde a un copón de plata con la marca de su autor GARCIA, el resto de piezas y pinturas que se conservan en la iglesia son modernas. Entre ellas se encuentran las pinturas al fresco del Presbiterio realizadas por el artista Lozano Sotés, su esposa Francis Bartolozzi y el hijo del matrimonio, Rafael.

En la remodelación que sufre la iglesia en 1961 se quita el retablo mayor y los colaterales, todos ellos barrocos fechados en 1686 procedentes de la parroquia de San Cernin de Pamplona.

Carmina RIUS SALETA