Kontzejuak

Etsain

El casco urbano se dispone en dos barrios bien diferenciados, más el núcleo de la iglesia, que se encuentra en alto y separado del resto. Empezando por este último, la casa parroquial se adosa a la torre de la iglesia, formando ángulo y componiendo un evocador atrio. Se trata de un edificio sin demasiadas pretensiones, y que adopta la forma de un caserío de la zona. Los muros son de mampostería, enlucida y con cadenas de sillar en esquinas y enmarques de los vanos. Presenta dos alturas más ático, bajo tejado a dos aguas. El acceso es una simple puerta adintelada, y el resto de los vanos son también rectos. Otra fachada lateral presenta arco de medio punto y balconada moderna.

Descendiendo por la empinada cuesta encontramos un primer grupo de casas, adaptadas a una curva de la carretera, que en el casco urbano recibe el nombre de calle de San Juan. Una primera casa, en regular estado de conservación, presenta planta irregular por adición de diferentes elementos, y fachada enlucida con acceso de medio punto y tres ventanas encima. Siguen dos casas unidas formando un conjunto en "L". Presentan muros enlucidos, salvando esquinas y enmarques de los vanos, y tres alturas que se adaptan al irregular terreno. En la intersección de ambos edificios se aprecia la bovedilla enlucida de un horno exterior volado. Las ventanas son rectas en ambas casas, mientras que las puertas se abren con arcos rebajados. Uno de ellos lleva en la clave la inscripción "AÑO DE 1848", junto con dos cruces. Enfrente vemos un imponente caserón exento. Su planta es rectangular, muy desarrollada, con muros en mampostería sin enlucir y cuatro alturas, bajo tejado a doble vertiente. Su fachada va parcialmente edificada en sillería, y se plantea con planta baja con dos ventanas que flanquean el acceso de medio punto, con quince dovelas que tienen la rosca muy moldurada. La primera planta lleva tres ventanas rectas con antepechos labrados, encima tres ventanitas simples, y desván abierto con un único tragaluz. Sobre la clave de la entrada, una inscripción informa: "AÑO DE 1781". Una ampliación lateral de este bloque aloja un hermoso horno panadero y una galería balconada con antepecho de madera y tejadillo soportado por dos pilares de piedra de sabor clasicista.

Al otro lado de la carretera, la casa Legarrea es un bloque de planta rectangular muy desarrollada y adaptada al desnivel. Presenta muros enlucidos, con las sabidas excepciones, y cuatro alturas bajo tejado a doble vertiente, con el caballete formando parte de la propia fachada. Esta se abre, en planta baja, por un arco de medio punto con la rosca moldurada, e inscripción en la clave que reza: "IUAN DE IE/ GAO/ IRRE/ A/ Y MAR/ IA DE ETU/ LAYN/ YE(?)/ QUEIE PATER/ Y AVE MARY/ A OY ANO DE/ 1727".

En el tramo final de la calle encontramos tres casas con parecidos planteamientos. Tienen planta rectangular con fachada en uno de los lados cortos, que dan a la carretera. Los muros van enlucidos, con cadenas de sillar en esquinas y enmarques de los vanos, y grandes tejados, con caballetes en la propia fachada. La primera de ellas, Iriartea, presenta tres alturas, y un hermoso horno para cocer pan, en uno de los hastiales laterales, con su propio tejadillo y sostenido por jabalcones. La fachada se abre por un portalón de medio punto, con trece dovelas cortas que llevan la rosca moldurada. En la clave luce una cruz, y el salmer va resaltado por sendas molduras clasicistas. Encima hay una ventana con antepecho moldurado, y junto a ella una preciosa balconada de madera, primorosamente tallada y en la que una inscripción nos da la fecha de su construcción: "AÑO 1696". Sigue otra casa de similares planteamientos, aunque con menor empaque, y cierra el grupo la llamada casa Landakoa, a la que ya se refiriera Caro Baroja, dándole el nombre con la variante Landakoetxea, que viene a ser lo mismo. Se trata de un caserón dieciochesco, con tres alturas más desván. Su fachada se abre con un arco similar al de Iriartea, con un medio punto de trece dovelas cortas que presentan rosca moldurada, y que arrancan de dos molduras labradas a modo de capiteles. La clave lleva la siguiente inscripción: "POR MIGU/ EL DE UR/ TASUN/ I GRAZIA/ NA DE LANDA/ ANO/ 1680". Por encima, el piso noble se abre con tres ventanas rectas molduradas y con antepechos también moldurados, y corona una airosa balconada de madera, con su propio tejadillo. Sobre el arco de entrada hay una cartela de cueros retorcidos, sin leyenda en la actualidad, aunque según nos informan los actuales dueños, Carlos Amat y Beatriz Alemán, antiguamente llevaba la labra superficial de un caldero, que tal vez pudiera ser alusión al escudo del palacio de cabo de armería de Etsain (LARN nº 136), que además de una cruz trebolada lucía una moldura con ocho calderos. El interior de este caserón presenta un hermoso zaguán con suelo de guijarros, en el que figura una inscripción: "AGUR MARIA SORTZEZ GARBIA".

De camino hacia el barrio bajo encontramos un aska de abrevar con planta en "U", situada junto al riachuelo del que se nutre. Tiene paredes de mampostería y tejadillo simple sobre estructura de madera, en la que figura la fecha de su última restauración, 2007. Más adelante encontramos un caserón dieciochesco de planta rectangular y tres alturas más ático. Los muros van enlucidos, con cadenas de sillar en esquinas y enmarques de los vanos. La fachada se ubica en uno de los lados largos, con un acceso que consta de arco de medio punto con quince dovelas cortas que llevan la rosca moldurada. Va flanqueada por dos ventanitas rectas. Encima se abren tres ventanas con antepechos moldurados, y coronan otras tres ventanas. En una fachada lateral se ven dos balconadas de madera.

Más adelante hay una casa aislada de planta irregular. Sigue los parámetros ya descritos, pero incorpora, como elemento novedoso, un escudo barroco con yelmo empenachado por timbre, cartela de cueros retorcidos entre follaje carnoso y tosco mascarón inferior. En el campo tan solo figura una cruz, y una inscripción muy perdida, en letra cursiva. Tiene además este edificio, remetidos en sus muros, dos vanos tardogóticos. Uno es una ventanita con arquillo conopial simple, que lleva la rosca moldurada con una doble media caña. La otra es una ventana geminada, compuesta igualmente por arquillos conopiales. Nos remiten a modelos de fines del XV o principios del XVI.

En la calle Ibarren vemos varias casas que repiten modelos y características ya reseñadas, y que reciben nombres como Mikeltorena o Martintxorena. Otra, con contrafuerte que prolonga uno de sus muros, luce una airosa balconada de madera con tejadillo propio, aunque se encuentra en precario estado de conservación.

Parroquia de San Juan Bautista. Se trata de un templo protogótico de hacia el año 1200, aunque con intervenciones posteriores. La planta consta de una única nave, dividida en cinco tramos, con terminación en testero recto. El acceso se ubica a la altura del segundo tramo, por el lado de la Epístola, y va cobijada por un pórtico sobre pilares. En el muro del Evangelio se aprecia el volumen de una escalera para acceso al coro y a la torre. A la cabecera se adosa una sacristía del siglo XVI, de planta casi cuadrada.

Los muros son de sillería, con tamaños y formatos irregulares, y al interior van enlucidos. Para dar luz al interior se perforaron con tres ventanas, dos en el muro de la Epístola y otra en el muro hastial. A los pies de la nave se dispuso un coro del siglo XVI, con arco de embocadura rebajado.

La fábrica se cubre con una bóveda de cañón apuntado, sostenida por cuatro fajones de sección cuadrangular, que apean sobre ménsulas lobuladas situadas sobre una cornisa que recorre todo el perímetro del templo. El sotocoro recibe una bóveda estrellada del XVI, y la sacristía una bóveda de crucería simple.

Al exterior llama la atención el volumen de la torre, que se levanta sobre el primer tramo de la nave. Es de planta rectangular, con fuste corto y macizo, y se abre por los medios puntos de las campanas, bajo tejado a dos aguas con limas. La puerta de acceso es un arco apuntado con tres arquivoltas lisas, y va cobijada en la actualidad por un pórtico de madera sobre pilares. A este, no obstante, se adosa un segundo pórtico de sillarejo, abierto en su frente por tres arquillos de medio punto doblados, y una puerta también de medio punto. Al interior se aprecian los cuatro arcos fajones que sostenían la primitiva bóveda de cañón, hoy perdida y sustituida por un techo plano.

El interior del templo va presidido por un retablo rococó, propio de la segunda mitad del siglo XVIII, más dos colaterales de la misma época. Destaca la talla de la Virgen de la Paloma, renacentista del siglo XVI y obra de un artista de segunda fila. Señalaremos también un San José y una Santa Bárbara del mismo siglo, y un Calvario barroco. En el sotocoro vemos un crucificado barroco del siglo XVII, así como una pila bautismal de gran rusticidad. En la sacristía, por último, se conservan diversas piezas de orfebrería.

Ermitas. Pérez Ollo cita tres ermitas, las de San Bartolomé, Santa Cruz y Nuestra Señora de Basagaitz, aunque la primera está hoy desaparecida. La ermita de Santa Cruz se encuentra sobre un alto, cerca del pueblo, y parece que ha sido refugio de ganado desde hace tiempo. Tenía planta rectangular simple, con muros de sillarejo menudo, y el acceso se practicaba por el lado de la epístola, a través de una puerta simple adintelada, cuya luz se limitaba mediante dos ménsulas sin decoración. Para iluminar el interior había dos ventanitas rectas, situadas en el muro meridional y a los pies de la nave. La cubierta era un tejado a doble vertiente sobre estructura de madera.

La ermita de Basagaitz fue iglesia del desolado homónimo. Se ubica en una elevación cercana a la localidad de Sarasibar, y es un edificio de carácter rural y gran simplicidad. La planta consta de una única y larga nave, terminada en testero recto. La sacristía es una pequeña estancia de planta casi cuadrada, adosada a la cabecera por el muro testero, y a los pies de la ermita se abre una estancia a modo de atrio, cubierto a dos aguas. Los muros del conjunto van en sillar enlucido, y se abren en primer lugar por una puerta recta abierta en el muro de los pies, así como por dos ventanas, una en el muro de la Epístola y otra en el de los pies. El conjunto se cubre con tejado simple a dos vertientes, sobre viguería de madera.

El interior va presidido por una estructura moderna de madera, rematada por columnitas, que enmarca a una talla de la Virgen con el Niño de cierta calidad, gótica de la primera mitad del siglo XIV. María se representa sentada, con el Niño sobre su rodilla izquierda, en actitud de bendecir. Se trata de una talla de marcada frontalidad, con pliegues angulares y policromía muy retocada. La doctora Fernández-Ladreda señaló su parecido con las tallas de las localidades de Orrio y Úcar.

  • CARO BAROJA, J. La casa en Navarra, Pamplona. Vol. II, C.A.N. 1982, pp. 297-299.
  • FERNÁNDEZ-LADREDA, Clara. Imaginería medieval mariana. Pamplona: Gobierno de Navarra, 1988, p. 354.
  • GARCÍA GAÍNZA, M.C. (et. alt.). Catálogo Monumental de Navarra, vol. V*, Merindad de Pamplona, Adiós-Huarte Araquil. Pamplona: Gobierno de Navarra, Arzobispado de Pamplona, Universidad de Navarra, 1994, pp. 717-723.
  • LACARRA DUCAY, Mª Carmen (et. al.). Navarra, guía y mapa. Estella: C.A.N. 1983, p. 138.
  • MENÉNDEZ PIDAL, Faustino; MARTINENA, Juan José. Libro de Armería del Reino de Navarra. Pamplona: Gobierno de Navarra, 2001, pp. 140-141.
  • PÉREZ OLLO, Fernando. Ermitas de Navarra. Pamplona: C.A.N., 1983, p. 89.

JAS 2011.