Udalak

Estella - Lizarra

La aljama de Estella. La protección real otorgada por los reyes de Navarra en 1090 animó a judíos de otras poblaciones a establecerse en Estella en la parte superior del barrio de los francos en el escarpe que sube hacia el castillo. Allí construyeron los judíos sus casas y sinagoga llegando a rodear de murallas y torres la aljama. Sus ocupaciones más características eran las relacionadas con el escaso numerario medieval, lo cual no era óbice para que vivieran también del comercio, muchas veces de lujo, y de la artesanía. Algunos de ellos llegaron a ser juglares célebres como, en el siglo XIV, Bonafoux y su hijo Sento Bonafoux; otros astrólogos; otros médicos de prestigio, como Juce Horabuena, funcionarios regios, como Abrahan Medelín, Acaz Horabuena o Judas Leví; teólogos hebraicos, como Menahem Aben-Seraf, que pereció en la matanza de 1328 de la que escapó el escritor Rabbi David. En abril de 1135 García Ramírez el Restaurador donó a los barones de Estella la población denominada Olgacena, que fue de los judíos, sobre la iglesia del Santo Sepulcro y la fraxineta situada junto a San Nicolás, para entrada, salida y pastos de sus bestias y de las del castillo (Moret: Anales..., t. II, p. 360). No se conocen las intenciones que movieron al rey a desposeer a los judíos de este término ni si los compensó por ello de alguna forma. En 1145 García el Restaurador constriñe a los judíos de la aljama a que entreguen al obispo de Pamplona su sinagoga para dedicarla al culto de Santa María y Todos los Santos. En el siglo XII era ya la aljama el barrio más rico de Estella; Sancho el Sabio de Navarra, conceptuándolo en tal forma, lo ofreció en prenda en el convenio que hizo con Enrique II de Plantagenet en 1156. Su ayuda era tenida en cuenta en los asuntos del reino, así cuando prometió su apoyo a la causa de la reina Juana, hija heredera de Enrique I de Navarra, ayuda que llegaría hasta la defensa personal del castillo. A finales del siglo XIII, la aljama de Estella era lo suficientemente importante como para que se tuviera en cuenta su aprobación del matrimonio de la reina D.ª Juana con el hijo del rey de Francia, aprobación otorgada, junto con el juramento de fidelidad y obediencia a la reina el 5 de mayo de 1276.