Toponimoak

Estados Unidos de América. Oeste americano

El incremento demográfico, el descontento y desazón producidos por las guerras carlistas, el descubrimiento de yacimientos auríferos en California, las trabas interpuestas a la trashumancia de los pastores vascos tanto de Francia como de España, etc., empujan a los vascos de ambos lados del Pirineo a emigrar. Otro hecho importante había sido la implantación de las Aduanas en el Pirineo, en 1841. Hasta entonces el País Vasco había sido un área de libre comercio, sin aduanas con Francia y España. Esta medida sería un fuerte golpe para la ganadería ovina de los valles citados pues cortaba la ruta libre de la lana a los mercados de Francia. Del documento Representación hecha por el Valle de Roncal al Ilustrísimo Reyno de Navarra, 1840-41, publicado por Bernardo Estornés Lasa en Erronkari, Zaragoza, 1927, anotamos:

"Que del establecimiento de las aduanas pudiera resultar su más funesta ruina es bien fácil el conocerlo sentando por cierto que la población del Valle siempre ha subsistido mediante la posesión y grangería del ganado menudo (ovino). El que por lo común suele haber en las siete villas, pasa de 100.000 cabezas, las cuales se mantienen cuatro meses de verano en las yerbas de su territorio, y en los otros ocho, en las dehesas de la ribera, por obligar a ello el rigor del frío excesivo de la montaña. (...) La lana vendida en Francia daba para suplir y pagar las yerbas de invierno y para otras necesidades".

En el citado documento se hace constar "que los dichos inconvenientes vienen aún a ser mayores en los Valles de Roncal, Val de Baztán, Val de Salazar y Val de Aezkoa, que están en los confines de este Reyno". Y nos da un dato revelador de la importancia de la ganadería vascopirenaica: "...en las dichas quatro Valles hay más de trescientas mil cabezas". Hacia 1860 ganaderos vascos de Argentina y Uruguay también emigraron al Oeste americano: California, Nevada, etc., en busca de nuevos horizontes para su sistema de trashumancia ganadera. Llevaban consigo la gran experiencia del sistema pirenaico de crianza ovejera adaptado ya al clima físico y humano de las pampas del cono Sur.

Pero ya en el Oeste americano se encontraron con ganaderos vascos que habían Ilegado directamente del País Vasco, de la zona pirenaica milenariamente cuna de ganados trashumantes que aportaban su clásica cultura pastoril. También estaban presentes pastores de la Zona vasco-cantábrica, habituados a cortos rebaños y cercanos pastos veraniegos y no larga trashumancia. Los pirenaicos de Zuberoa invernaban en las Landas bordelesas. Los procedentes de los valles pirenaicos euskaldunes, Aezkoa, Salazar y Roncal, donde los grandes rebaños invernaban en los desolados de las Bardenas Reales, alargando su busca de pastos hasta las cercanías de Soria por un lado y Lérida por el otro. Volvían a sus pastos nativos por las Cañadas Reales, bien señaladas en su longitud y anchura. De esta escuela ganadera salían los emigrantes, llevando no sólo la cultura relativa a la crianza y comercialización del ganado ovino, sino además la experiencia de trabajar en sociedad con el dueño, cobrando su salario en ovejas que criaban en el seno del gran rebaño. Esto le permitía crear su propio patrimonio.

Cuando su hatajo había crecido lo suficiente y dominaba la técnica del negocio se asociaba con otro pastor que estaba en su misma situación. Cuando el gran rebaño alcanzaba su zenit se dividía en dos, independizándose los dos socios o los que hubiere. Y los nuevos rebaños seguían la misma política económica. Así se formaban los grandes ganaderos al modo vasco. Este mundo, esta forma antiquísima de trabajar y prosperar desarrollando las cualidades personales, alcanzaba también a otros valles pirenaicos de la órbita del reino de Navarra. Hemos conocido personalmente ganaderos de Isaba, villa del valle de Roncal, que hicieron fortuna en el Oeste americano principalmente. Muchos vascos, aunque procedentes de los valles pirenaicos, milenariamente pastoriles, llegaban a las Américas ignorando la cría de ganado ovino. Esto puede explicarse debido a dos modos de vida dominante: el pastoreo y la explotación forestal. La gran emigración a América, tanto del sur como del norte, duró todo el siglo XIX.

Pero el proceso de urbanización fue eliminando a los pastores de California obligándolos a emigrar a los demás estados circunvecinos o a adoptar nuevos géneros de vida. El pastor Yanzi recordaba la crisis de 1900 cuando masas de hombres en el Oeste, el caso de los vascos, no encontraban trabajo. Habla el ovejero Yanzi:

"Los patronos circulaban entre ellos como tratantes de ganado en el ferial. Iban palpando los músculos de los hombres más apuestos. Si el examen era satisfactorio los pasaban a su capataz. Yo era tan fuerte como cualquiera, pero mi pequeña talla impedía que se fijaran en mí. Me contentaba con comer la sopa popular sin poder ganar un real, y eso era terrible".

Los que huían de la Gran Guerra no encontraban un ambiente tan favorecedor como sus predecesores. Gachiteguy escribe:

"Entonces la llegada de vascos es lenta pero continua hasta 1916, pues los vasconavarros huyendo del servicio militar -francés-, que significaba la guerra en aquel tiempo, no creían que defender la France fuera defender su tierra y pasaban a Estados Unidos a través de España".

Sabemos, además, de supuestos pastores que llevaban esta etiqueta para enrolarse en las agencias de tráfico de "pastores". Estos pastores de "papel" fueron muy numerosos y aprendieron en América lo que no quisieron hacer en su país de origen.

  • Aguirre, Amezti e Irigoyen

En 1845 este país era aún un estado perteneciente a México. En este año el navarro Irigoyen, empujando su carreta, pasa de México a California. Ya estaban allí José Aguirre, dueño del "Tejón Ranch", y José Amesti en su "Corralitas Ranch", donde hizo funcionar la primera serrería mecánica de California.

  • Conquista de California por los USA y fiebre del oro

Perteneciente a México desde su conquista, el 4 de julio de 1847 proclamó California su independencia. Un mes después era incorporada a los EE.UU. y el 24 de junio de 1848 el descubrimiento de un yacimiento aurífero en Sutter's Mill, cercano a Coloma, iniciaba el célebre "rush" o invasión de buscadores llegados de todas las latitudes. La mayoría de los vascos que llegaban al Oeste no se dejó seducir por la "fiebre del oro".

Meterse en aquella aventura donde los bandoleros asesinaban y robaban el oro extraído con gran trabajo les pareció un mal negocio. Tenían a la vista los pastizales frescos de las montañas tanto en verano como en otoño, las colinas verdes en invierno y primavera y los desiertos cálidos en invierno. Ante esta maravilla se lanzaron a la cría de ganado ovino, un trabajo que conocían bien. Se labraron grandes fortunas y se asentaron en pueblos y ciudades que ellos mismos potenciaban. Toda esta vida plena de actividad era un señuelo más brillante que el oro. Esta vida rica en experiencias creó un surtido anecdotario que realmente descubre el temple de este pequeño pueblo vasco.

  • Expediciones desde Sudamérica a California

Recogemos el testimonio: Adrien Gachiteguy (op. cit.): "Pero he aquí que en 1848 estalla la gran noticia: "oro a flor de tierra en California". Es el "Golden Rush", la fiebre del oro. Los vascos, lanzados ya en la aventura, se arrojan en ésta que quizá va a superar a todas las precedentes. Dieciocho vascos, al mando de un Etchart, dejan Buenos Aires hacia California. "Por tierra y agua", emplean año y medio para llegar a los campos auríferos. La tradición conservada en las familias de la rama americana, dice que todos estos hombres eran de a caballo, esto es, que hicieron todo el viaje montados, excepción hecha de los ríos que debían atravesar. ¡Qué fantástica novela de aventuras hubieran podido dejarnos con un sencillo diario de viaje! Imaginemos lo que debió ser la vida de estos dieciocho vascos subiendo hacia el Norte a través de países tan temibles como desconocidos.

Un grupo tan importante de caballeros debía imponer respeto a las poblaciones más o menos acogedoras para el extranjero. Y también despertar sospechas en las autoridades de ocupación, pues eran de categoría suficiente para poder ser una expedición militar. Seguramente atravesaron la inmensa pampa argentina para llegar al zócalo costero de Chile tras haber franqueado los enormes paisajes y climas siempre diferentes, pueblos siempre nuevos a través de Chile, Perú, Ecuador, Colombia, de donde pasaron -no existía aún el Canal de Panamá- a Costa Rica, a Nicaragua, a Honduras, Guatemala y México, para llegar a California. Probablemente ninguno de ellos descubrió oro. También probablemente no lo intentaron: pero siguiendo el ejemplo de los compatriotas ya establecidos estimaron que la fortuna más segura estaba en la crianza de "toisones blancos" -vellones blancos- de merinos.

De todos modos el jefe lo juzgó así y hecha la fortuna se volvió al País Vasco para fundar una gran familia en su pueblo de Aldudes que vio edificar una de sus más bellas casas: Miguel artzainainea. Allí, nuestro Etchart vivió con tanta sencillez como los demás labradores de este pueblo montañés, sin sospechar siquiera que era el héroe de una aventura que muchos famosos exploradores hubiesen deseado". El relato de A. Gachiteguy, hijo de pastor vasco del Oeste, adolece de falta de documentación y nos sume en la duda respecto a la realidad del fantástico viaje. Pasaportes con apellidos vascos expedidos por la intendencia de Valparaíso a personas con destino a California. Con este título, en Apéndice n.° 3 -Obra "Amerikanuak. Los vascos en el Nuevo Mundo", op. cit.-, se publica la documentación proporcionada por Santiago de Zarranz "Pasajeros salidos De Valparaíso (Chile) para California: salieron, sólo entre los años 1849-1852, un total de 268 personas de apellidos vascos, la mayoría de la época colonial: Araya, Eyzaguirre, Aguirre, Luco, Oyarzun, Vidaurre, Carrera, Loyola, Lecaros, Araos, Olea, etc. Y los Larrain, de la sonada familia de los trescientos, los Aldunate, apellido del más famoso obispo de Chile. Los de estos dos apellidos aparecen algunos con criados y trabajadores propios.

  • Apogeo y declive del ganado lanar

Por los años de 1860 a 1880 los ovejeros han aumentado sus rebaños, han solicitado más pastores vascos, y han ido cada vez más lejos por las llanuras y las montañas a la búsqueda de pastos y agua. Los rebaños se multiplican tanto que en 1876 ya hay en California seis millones cua trocientos mil ovinos. Pero la oveja comienza a ser amenazada en California -Gachiteguy- y con ella el vasco. Los bovinos han ocupado mucha parte del llano y de las colinas. Y aparece también el más implacable enemigo, el cultivo. Las sequías de 1850-1851, de l855-1856, que hicieron perecer decenas de miles de ovejas, la inundación de 1861-1862 que exterminó doscientas mil, habían descorazonado a muchos ganaderos americanos que entonces se lanzaron al cultivo de cereales. La vía férrea Soutthern Pacific unió en mayo de 1869 California con los lejanos Estados del Este. California se convirtió en el granero de USA.

Los PP. misioneros, que fueron los primeros agricultores de California, había demostrado en sus Misiones que con abundante regadío el desierto se convertía en paraíso. El padre Juan de Ugarte, el primer sabio agrónomo de California, había introducido toda clase de frutos y de plantas forrajeras. En 1888 los trenes se equiparon con ciento setenta y cinco mil vagones frigoríficos. Ante el avance impresionante de la agricultura retrocedió hasta el ganado vacuno. Los vascos fueron los únicos que aguantaron con sus ovejas "en los escondrijos inservibles para los demás". En 1900, los dos tercios de los ovejeros de California son vascos.

  • El ovejero Mendiburu transforma el desierto

El desarrollo de la agricultura, principalmente algodonera, traía consigo un gran cambio en la vida del ganadero ovejero vasco. La agricultura ocupaba los llanos y los servicios forestales controlaban casi toda la montaña. El problema grande era alquilar alfalfares para otoño e invierno, o desierto para invierno y primavera. El algodón invadía los campos de alfalfa. Los ovejeros acosados buscaban una solución a este gran problema. Y fue Mendiburu, uno de ellos, él que la encontró. En pleno desierto de Cantil (California) creó extensos prados de alfalfa, gracias al agua bombeada del subsuelo. (Gachiteguy, op. cit.).

  • San Francisco y los vascos

Esta ciudad que actualmente es la ciudad más bella de los USA tuvo mucho que ver con los vascos. Ya en 1542 había navegado Juan Rodríguez Cabrillo, desembarcando en las islas Farellón, actualmente parte de San Francisco. En 1579 había penetrado en la gran bahía el pirata Francis Drake. En 1602 era Sebastián Vizcaíno quien navegaba en condiciones adversas que le impidieron entrar en su bahía. En 1776 J. Bautista Anza fundaba la misión Dolores y el presidio o fuerte en la actual San Francisco. Esta fortaleza impidió que, en 1812, los rusos se apoderaran de este lugar. Los terrenos de la actual ciudad eran excelentes pastizales y los vascos se habían establecido allí. Mme. Yparaguirre, urepeldarra de noventa y cuatro años, habitaba San Francisco desde 1880, había regentado un hotel para los vascos hasta su vejez. Los conocía a través de toda California y una buena parte de Nevada.

"Si supiera qué numerosos éramos entonces: zinurriak bezala -como hormigas-. Broadway era una calle vasca. ¡Qué movimiento y alegría! ¡Las fiestas que hacíamos entre vascos! Pelota, partidas de cartas, danzas y cantos! Cómo nos manteníamos todos unidos entonces"!

Gracias a esta aldudarra Gachiteguy encontró a sus parientes de Madera. Hacia 1900 fue la época del apogeo de vascos en San Francisco. En 1906 se produjo el terremoto e incendio. El hotel de los Yparraguirre, como tantos miles de edificios, fue destruido y la familia tuvo que huir a Nevada donde poseían algunas tierras. Pero volvió y reconstruyó el hotel. Después, la agricultura y la industria desalojaron a los pastores de ovejas y la crianza de bovinos de los valles montañosos costeros, hasta del mismo desierto. Y así desaparecieron las aglomeraciones de pastores vascos de las calles de San Francisco.

  • El oficio de ordeñador

Esta crónica de Gachiteguy (op. cit.), es de mediados del siglo XX. "Las enormes lecherías, establecidas alrededor de Los Angeles, solicitan actualmente abundante mano de obra. Rebaños, compuestos sobre todo por lecheras holandesas que viven encerradas en lugares cercados de una línea continua de pesebres, donde la alfalfa en verde o en harina, granos, heno y concentrados, son vertidos por los camiones. El estiércol, recogido por "caterpillar", forma una montaña en medio de cada cercado". Las vacas pasan por grupos a una sala encementada y desinfectada. El trabajo consiste en ordeñar mecánicamente. Se aprende con una larga experiencia. Existen primas para el ordeñador que más produce.

Parece que el vasco tenía facilidad para convertirse en ordeñador. Pero, "no se puede aguantar más de cinco o seis años", le informan los ordeñadores. No era sencillo ordeñar de 120 a 150 vacas diarias, con un día de descanso por semana y dos por quincena. Y no alcanzaba a dormir más de cinco horas diarias. Este durísimo trabajo, presionado por el sistema implacable de llegar al gran rendimiento para la empresa, no sería aceptado por ningún vasco en su propio país. Otras faenas que no se divulgan son la parición y la esquila de la lana. Esta última nos la figuramos al estilo australiano". Los nativos de la Zona ganadera pirenaica de Navarra-Zuberoa sabemos lo que es la esquila y el ordeñar ovejas en julio, pero en rebaños que generalmente no pasaban de mil ovejas.

  • Los jardineros vascos de San Francisco

Desaparecidos los pastores, quedaron en esta gran ciudad los vascos que trabajaban en lavanderías, hoteles, etc. Hasta 1930 el grupo de suletinos y bearneses constituía un núcleo importante. Luego, los bajonavarros descubrieron que numerosos parques familiares de San Francisco estaban a falta de jardineros. Los escasos jardineros de 1930 se convirtieron pronto en más de 100. Los montañeses vascos acostumbrados a sus rudos trabajos se convirtieron súbitamente en delicados jardineros. Van llegando jóvenes que se colocan bajo las órdenes de antiguos jardineros que hacen de asentadores, enseñándoles los secretos del oficio y colocándolos. El trabajo era duro y a veces se llegaba a renunciar a los domingos, etc. A pesar de todo, era remunerador. Respecto al origen de estos jardineros se operó un cambio: los bajonavarros no se renovaban por jóvenes de la misma procedencia sino por vizcaínos y navarros del antiguo reino.

  • El último ovejero de Hollywood, 1950-1955

Antiguamente los pastores vascos eran numerosos en los terrenos que ocupa esta ciudad del cine. Todos fueron desapareciendo barridos por las grandes construcciones y la instalación de la industria del cine. Sólo quedó un ovejero que llegó a ser indispensable para prestar sus ovejas como figurantes en las películas.

  • Pedro Altube, "Palo Alto"

Nació en Oñate en 1831. A los 19 años se lanza hacia el Oeste y llega hasta Nevada. Con su hermano Bernardo que llegaba más tarde organiza el "Spanish Ranch" en el territorio de Elko. En torno a los Altube y el bajonavarro Garat se forma una colonia vasca. Le llamaban "Palo Alto" por su gran estatura. También "Padre de los vascos del Far West". Había llegado a Nevada antes de la invasión masiva de esta tierra por los otros blancos.

  • Expansión navarra

En 1860 llegan a Nuevo México numerosos navarros de ambos lados del Pirineo y desde allí penetran en Colorado y California. En l890 se desbordan por Arizona y Nevada, donde se unen a vizcaínos y guipuzcoanos establecidos al norte del Estado. Su avance llega hasta Idaho, Wyoming y Montana. En esta aventura suenan los Ezponda, Oronoz, Etchart y Etchepare. La expansión continúa, sobre todo de bajonavarros, a través del centro de Nevada y norte de Utah donde se establecen con los vizcaínos. La crisis de 1932-1936 los mueve hacia las montañas del Colorado buscando pastos gratuitos o baratos para sus ovejas. Todos estos movimientos de los emigrantes vascos están condicionados a sus necesidades más perentorias, el pasto para sus rebaños.

· Relato del urepeldar Etchebarren, en Puente, California Sur

La casa de este vasco, al pie de una colina, escondida entre limoneros, naranjos y aguacates, es el punto de unión de un fresco barranco y las laderas escarpadas de la colina con el llano. "Sólo había pastizales cuando yo vine aquí, me decía Etchebarren". Aquí mismo planté mi tienda. Una vez que hube reunido un poco de dinero, traté de establecerme en otra parte. Pero no encontré nada mejor que mi antiguo rincón. Compré la tierra y planté árboles frutales. Durante este tiempo el monte me permitía, y me lo permite aún, apacentar algunas ovejas. Bien podría vivir en mi hotel vasco del pueblo, pero yo prefiero entretenerme en mi rancho y dejar a mis hijos en el hotel". [A. Gachiteguy, op. cit.].

  • Vizcaínos y guipuzcoanos

Llegaron en gran número hacia 1888. Unos por San Francisco, los otros por Ogden. Se detienen en el norte de Nevada y de Utah e invaden el sur de Idaho a lo largo del recodo del Snake River. Los guipuzcoanos, "más montaraces que los vizcaínos (Gachiteguy), se dirigen a las montañas y luego algún núcleo pasa al sudoeste de Montana".

· El guipuzcoano Mendiola

Desembarcado en Nueva Orleans hacia 1860 cree que el Mississipi es un buen camino para acercarse al Oeste y usa el medio de transporte fluvial. Remonta el gran río de chalana en chalana, trabajando en estas barcazas chatas que trafican hasta el Missouri. Sus medios de subsistencia son su trabajo a bordo y su arte para divertir a las tripulaciones con sus cantos y danzas vascas. De Missouri debió llegar hasta Omaha para tomar la ruta del desierto con destino a Idaho. En sus cuatro meses con los marinos americanos aprende un inglés sui generis que haría las delicias en sus relaciones americanas.

  • Wyoming

Antes que los ovejeros se habían establecido en Rook Springs obreros industriales vascos en las minas de carbón. Los ganaderos, viendo la imposibilidad de vivir dependiendo únicamente de las tierras alquiladas para pasto, compraron tierras, más de 300 Ha., dotadas de agua. Los mineros eran vizcaínos y los ganaderos bajonavarros.

"Aquí, el 95,5 % del total de la colonia vasca de Rock Spring vive de la cría de ovejas. La posesión de quinientas a mil vacas no es sino un arrimo al lado de las diez a veinte mil ovejas de cada patrón ganadero"

(Gachiteguy, op. cit.).

  • Los vascos en Nevada

A grandes rasgos, aparecen como colonia urbana en Reno, industrial en Susanville, agrícolas en Elko, Eureka y Ely. Los que son agricultores también se ocupan del ganado bovino, cosa que siempre ha ocurrido en los caseríos vascos, con la diferencia de que lo dedican a carne. En la primavera se les suelta en los desiertos. Cuando la nieve desaparece suben los animales a los pastos. En setiembre suben los cow-boys a reunir el ganado disperso, ya medio salvaje, se marcan los terneros, etc. Gigantescas metas de heno se guardan delante de los ranchos para el invierno. En Nevada la mayoría de los vascos eran vizcaínos. Muchas familias vascas viven del trabajo en serrerías, minas y hostelería. Pero siempre conservaba su importancia el ganado lanar.

· Vascos e indios

Algunos indios trabajan temporalmente en los ranchos, de Elko County. Y se decía que algunos aprendían la lengua vasca y que también había vascos que sabían el vocabulario básico para entenderse en lengua india.

· Norte de Nevada

Además de los pastores aparecen mineros vascos. Dos hermanos suletinos descubrieron una mina tan rica que se la quitaron por papeleo de la administración. Pero aún persiste su nombre: "Basque mine". La mayoría de los vascos mineros eran vizcaínos. El más importante fue el bilbaíno Azcuénaga.

  • Los Ezponda

En 1902, el baigorriar Jean Ezponda llegó a dirigir el "Healy and Patterson Ranch". Había llegado de California. Desde 1903 acudieron otros vascos llamados por Ezponda. En 1904 llegaba su hermano Joanes a Buffalo. Por su dotes personales, su actividad y éxito en la ganadería llegó a ser el jefe moral de la colonia vasca de Búffalo. Los americanos le llamaban el "rey de los vascos". Creó un sindicato de compra-venta de ovinos para resolver litigios entre vascos y defensa de los intereses vascos frente a los americanos. Murió en junio de 1936. Fue también el organizador de las fiestas vascas que reunían a los vascos de la sierra.

  • Idaho y Oregón

Un bilbaíno, Antonio Azcuénaga, debió ser el primero que se estableció en Idaho hacia 1900. Pronto aparecieron otros vascos. El guipuzcoano José Bengoechea, tras haber prosperado con sus rebaños en Mountain Home, fundaba el primer gran hotel vasco en la ciudad de Idaho y llegó a ser presidente de la banca de este Estado [Gachiteguy, op. cit.]. "Boise parece ser un centro vasco que no tiene semejante en todo el Far West, y los vizcaínos, como ya lo hemos dicho, bastante inclinados a trabajar como obreros industriales, han adquirido ranchos mayores que los vascos de otras provincias". En Oregón los vascos se concentraban en el ángulo sudeste del Estado. Estarían dispersos en los ranchos pero existiendo en pueblos como Jourdan Walley.

  • Las redes familiares vascas

Luisa Inda, primera aldudarra llegada al desierto. En Bakersfield -California- los benavarros tenían una gran mayoría entre los vascos, dominando los de Baigorri, los primeros que se establecieron en este pueblo. Luisa Inda, procedente de Aldudes, Baja Navarra, casada con Faustino Noriega, llegó en 1858 y se estableció en el desierto, al Norte de Bakersfields, dedicándose esta familia al ganado ovino. El ganadero Juan Garat se había trasladado en 1871 de California a Elko, en Nevada. Uno de sus hijos, John B. Garat, siguió a su padre. Y en 1895 se casó con Matilde Indart. Este matrimonio vinculó las posesiones de los Garat con otros negocios rancheros del condado de San Benito.

Los emigrados que llegaban a Búffalo, Wyoming, en 1902-1920, la mayoría se relacionaban con Jean Esponda, que trabajaba en la empresa Healy y Petterson. Peter Harriet que fue empleado de la citada empresa se casó con Catherine Esponda, hija de Jean Esponda. Marie Harriet, hermana de Peter, 1914, se casó con John Camino relacionado también con J. Esponda. Todos ellos llegaron a ser destacados rancheros de ovino en el estado de Wyoming. La mayoría eran de familias de Baigorri, tierra de los Esponda. Vemos que las mujeres vascas jugaban un papel aglutinante, decisivo para reforzar la solidez de las empresas ganaderas vascas. A los expuestos podemos agregar otros: dos hermanos Echenique se casan con dos hermanas Etcheverry; tres hermanos Erreka con tres hermanas Laxague; el pastor ovejero Martín Lifur formó una ganadería ovina con Agustine Echeverría y se casó con una hermana de ésta.

Jean Etchemendi, en 1852, fundaba una de las primeras ganaderías de Los Angeles y se casa con María Eguirola. Esta vizcaína al quedarse viuda se casa con Pierre Larronde. Efigenia Ederra, casada con Pedro Nicolao, ambos naturales de Isaba, Navarra, con Benito Nicolao, hermano de Pedro, poseían el rancho "La Gallina", en Carrizoso, zona de Albuquerque, Nuevo México. Poseían una importante ganadería, principalmente ovina. Con ellos trabajaba Tiburcio Belio, de la misma familia y también de Isaba. Regresaron a su pueblo natal y Pamplona en 1924. El matrimonio con su hija de cuatro años, Felisa Nicolao Ederra.

  • Medios de comunicación

En 1885 aparece Escualdun Gazeta de Martín Biscailuz, abogado nacido en U.S.A. Se publicaba en Los Angeles, 1893, Californiako Eskual Herria, de José Goitino, 1938-39, Boise Capital News. Para ampliar el tema: emisiones radiales, hoteles vascos, Centros V. de convivencia, como el Southern California Eskualdun, etc. V. Amerikanuak, op. cit., pp. 453-474.

  • El control religioso

En enero de 1908, los pueblos navarros de Urepel y Alduides -Baja Navarra- enviaban 38 jóvenes emigrantes a la región de Nevada. Les acompañaban 18 vascos peninsulares. Nos informa P. Lhande: "La mayor parte de nuestros emigrantes evitaban las ciudades e iban a establecerse como pastores en los estados agrícolas de Nevada, Idaho, Montana, Arizona y Wyoming. Continuaban su vida tradicional y vivían tan cerrados a las influencias exteriores -debe remarcarse que la ignorancia del inglés propiciaba este aislamiento-, que S. G. Mgr. Conaty, obispo de Los Angeles, ha tenido que solicitar a Bayona el envío de misioneros para instruirles y confesarles en su lengua. Los sacerdotes enviados del País Vasco han construido una iglesia, y han fundado su centro de excursiones apostólicas en Montebellón, cerca de Los Angeles.

Uno de ellos ha relatado, en una carta al periódico "Eskualdun Ona" -12-X-1906- cómo encontró en el estado de Wyoming, cerca de Búffalo, una colonia de pastores vascos, cuidando los cincuenta mil carneros de una gran compañía americana. Su jefe se llamaba Manetch Esponda, nacido en Baigorry. Se celebró la misa mayor en una cabaña, en medio de un auténtico ambiente vasco, y después de las vísperas se jugó un gran partido de pelota a mano: tres Joanes contra tres Manetch. El sacerdote marcaba los tantos.

Ganaron los Manetch. El 12 de marzo de 1960 salía para el Oeste americano el Abbe Luro, misionero diocesano de Hasparren, en un avión de pastores vascos, con su makila y cinco mil francos. Su destino era Fresno, California, donde estuvo hasta 1964 como misionero para vascos dedicados al pastoreo en un territorio inmenso. El sucesor de Luro fue Challet, ambos seguían el camino trazado por el P. Espelette y por el P. Adrien Gachiteguy. En 1962, el joven sacerdote de Durango Santos Recalde atendía a los pastores vascos en la zona de Boise. El templo católico más antiguo de Boise es el del Buen Pastor, construido con dinero de los emigrantes vascos.

  • La Ley Taylor [Taylor Grazing act] de 1934

Esta ley prohibía el acceso a los terrenos de dominio público a los ganaderos que no fueran dueños de propiedad privada con título. Los estancieros no vascos fueron los que presionaron para su aprobación. Los efectos desastrosos de la Ley Taylor y las trabas para la entrada legal de pastores trajeron en unos años la escasez de pastores vascos, perjudicando el desarrollo adecuado de los mismos rebaños de los norteamericanos. En 1942 aparecieron proyectos de ley en el Congreso Federal, llamadas de pastores de ovejas. Pero esto no bastaba y los Senadores del Oeste lograron una Ley por la cual se establecían cuotas para entrada de pastores vascos en USA. En 1950 el Senado aprobó un proyecto de ley del senador MacCarran, Ley Pública 587, que permitió la entrada al país a 250 pastores. En 1951 la Ley Pública 307 permitió la entrada de 500, y autorizaba a los ovejeros a reclutar pastores mediante una acción colectiva, pero sometida a la Ley de Inmigración de 1917. Ante las trabas de esta ley, los ovejeros apremiaron la aprobación del Proyecto de Ley sobre la Inmigración General, MacCarran Walter Omnibus Inmigration Bill. Permitía elevar en un 50 % el cupo anual, que se convirtió en ley el 27 de junio de 1952.

MEL